El ladrón fue a tomarse un trago a un pequeño bar, sin sospechar que iba a encontrar el amor en aquel lugar.
El pirata mueve su cintura al ritmo de la canción, el ladrón veía como bailaba mientras tomaba su trago, lo quiere para él.
El pirata después de un rato se sienta en su mesa, el ladrón tiembla de la emoción.
El pirata se llama Harry; el ladrón Jay.
—Hola— lo saludó Harry después de sentarse.
—H-Hola— le respondió Jay con un poco de timidez.
Hablaron de todo y nada por el resto de la noche, temas realmente interesantes, anécdotas. Se divirtieron mucho ese día, ambos olvidaron los conflictos y la rivalidad, encontraron la manera de que el amor salga invicto.
Lo tomó de la mano y se lo llevó, el ladrón del pirata se enamoró.
Ahora viven en Auradon, se casaron.