Momentos Jarry

Ahora si lo recuerdo

Era un día cualquiera en la isla, personas comunes abriendo sus puestos en el mercado, alertas de si un ladrón se le ocurría aparecer, así era todos los días.

Jay era uno de los muchos ladrones que frecuentaba el lugar, todo le salía bien, nadie lo pillaba y el que lo que hacia no lo enfrentaba por ser hijo de Jafar. Pero esa mañana prometía ser diferente, el dueño de un puesto de frutas lo pilló y Jay había salido arrancando pero el dueño envió a su hijo junto a sus amigos, que eran mucho mas grandes que Jay, a seguirlo y recuperar lo que había robado, no sin antes recibir su merecido.

Lo alcanzaron y lo golpearon, eran muchos y no podía defenderse, hasta que se dio cuenta que no estaba solo, alguien más peleaba por él, eso le dio fuerzas para levantarse y luchar junto a Harry. Ya los tenían a todos en el suelo heridos.

-No necesitaba tu ayuda, lo tenía controlado- dijo Jay, Harry solo se río -¿De que te ríes?- preguntó confundido.

-Lo tenía todo controlado- Harry se burlaba imitando su voz.

-No hablo así- reprochó un tanto molesto.

-Si hablas así......a la próxima dejare que mueras a golpes-

-Auch, que cruel-

-Gracias, ahora tu- le dijo Harry esperando un agradecimiento.

-¿De que?-

-Espero un "Gracias por salvarme Harry Hook eres mi héroe"- Jay río a carcajadas

-Sueña Hook, nunca en la vida-

-Bueno Jay, adiós- comienza a irse, pero voltea para decir la última cosa.

-Yo te puedo enseñar a robar- muestra la billetera que acababa de robar -Lo hago bien ¿no?- dijo riendo mientras Jay revisaba sus bolsillos.

-¡Oye! Mi billetera- lo tomó del brazo y le arrebato la billetera.

-Eso fue fácil- sonríe satisfecho, Jay solo lo miraba serio -¿Que pasa Jay? Te enoja que sea mejor ladrón que tu- dice con un tono burlesco.

-Harry Hook cállate.....-

-Oblígame- le hizo frente.

De pronto Jay lo besa, tomándolo por sorpresa, nunca se imagino que lo besaría. Correspondió el beso minutos después, no querían separarse pero por la falta de aire se vieron obligados a hacerlo, Harry estaba sonrojado y Jay satisfecho de haberlo callado, pero tenia que admitirlo que se veía adorable...

-Gracias por salvarme- le dijo Jay.

1 semana después

Jay paseaba por la isla sin un destino en mente. Recordando lo que había pasado hace una semana con Harry.

Ese beso, ese maldito beso que no podía sacar de su cabeza y que con gusto nuevamente besaría esos labios rosados.

Llego al mercado y se encontró a la persona que invadía su mente, Harry estaba coqueteando con un vendedor de frutas y robando al mismo tiempo unas manzanas.

Decidió seguir a Harry por los callejones.

El pirata sentía que lo seguían, y no quiso voltear, mínimo hasta que él llegara a su destino y así poder atacarlo.

Llego hasta una casa abandonada dentro había fardos y barriles parecía un establo, Jay lo siguió hasta allí y miro alrededor no había nadie, se iba a ir cuando lo agarraron y empujaron al muro y lo amenazaron con un garfio en la garganta

- Agh eras tu-

Jay: No parezcas entusiasmado eh

Harry: Ja! ¿Por qué me estas siguiendo?

Jay: -Sonríe y se va acercando a Harry cada vez más-Desde que nos dimos ese beso no he dejado de pensar en ti...-Queda a centímetros de él

-¿Beso? ¿Cuál beso? No lo recuerdo- dijo Harry sonriendo.

-Te haré recordar- lo toma por la cintura y lo besa, Harry por su parte rodea el cuello de Jay en un abrazo. Luego Harry se separa y lame su labio

-Ahora si recuerdo....-

-Eso espero.. si lo vuelves a olvidar solo me dices- le dijo Jay de forma coqueta, Harry sonrió pícaro.

-Sabes hay veces que las cosas se me olvidan. Podríamos volver a repetirlo-

-Por mi no hay problema precioso- Jay usó una voz de seductor que hiso que Harry se sonroje, piensa en lo adorable que se ve, asiente y lo vuelve a besar.

Cuando se separan Harry acaba jadeante y rojo como tomate.

-Eres hermoso- le dice Jay.

-Gracias- respondió sonriendo con ternura-

-¿Quieres hacer algo?-

-Ya...Mm vamos a robar, te falta practica- dijo Harry burlándose nuevamente. Jay sonríe y suspira enamorado, lo sigue.

-Me vuelves loco- susurra.

Pasó toda la tarde con Harry y después vuelve a la guarida, dónde Carlos se encuentra.

-Hola- lo saluda Jay.

-Hola Jay ¿Que tal?-

-Todo bien- respondió mientras sienta en el suelo.

-Ah increíble, cuéntame-

-No- le responde un poco seco.

-Somos amigos, puedes contarme lo que quieras- le dijo Carlos.

-No quiero...-

-¿Por qué no?-

-Porque me caes mal- respondió Jay riendo, Carlos sólo lo miró serio