¡NOTICIA!

314 21 3
                                    

Estacioné el coche frente a la casa de Oliver como cada Lunes y Viernes, seguía algo molesta por lo que había ocurrido hace un rato, imaginé que trataría de componer las cosas y pedirme una disculpa durante el camino pero parecía que a él le daba lo mismo.

- Gracias, Nos vemos mañana. - Oliver quitó el seguro de la puerta y salió del coche sin decir nada más.

-!Agh¡ - solté un grito y estampe la frente en el volante, por mas paciente que yo estuviera siendo , nuestra relación estaba yéndose por la borda, se estaba volviendo monótona y aburrida pero sí Oliver no me deja hacer nada al respecto no sabía cuanto tiempo mas duraría esto.

Escuché unos golpes en la puerta y por un segundo creí que se trataba de Oliver que se había arrepentido de haberme hecho pasar un mal momento (ay aja) pero no, en esté caso era Leo, mi mejor amiga de toda la vida (bueno, desde que me mude cinco casas abajo de dónde ella vive) (¿hace cuánto? masomenos unos 15 años, ¿cuántos tengo ahorita? 17. Abrí la puerta del copiloto y ella entro muy agitada dejandose caer en el asiento.

- Hola Alex - Me saludo con el poco aire que le quedaba.

-Leo, ¿Estas bien? - pregunté asustada.

-Si, Si, estoy bien, solo que... -Tomo otra bocanada de aire - Te vengo persiguiendo desde que saliste de la escuela pero no te alcancé.

-¿Y porque no me llamaste al celular para que me detuviera?. -Me quede mirandola muy sorprendida, porque para hacer correr a Eleonor Stewart tenía que ser algo muy importante.

-Lo hice pero no contestas. - saco el celular de mis jeans y efectivamente tengo cinco llamadas perdidas.

- Perdón- es lo único que se me ocurre decir y para acompañar pongo mi cara de niña buena. - Bueno ya estas aquí , dime ¿qué es tan importante?

-Esta bien...- dice recuperando casi por completo la falta de aire - pero por favor, jurame que te cuente lo que te cuente, te lo tomarás con calma y no le dirás a Iván que te lo dije. - ésto realmente parece importante, aunque Leo es un poco dramática.

-Leo te pido que me digas a hora mismo que es eso tan importante que tienes que decirme.

- está bien, está bien - Su cara había cambiado por completo y ahora lo único que reflejaba era extrema preocupación al igual que la mía - ¿Recuerdas a... -duda un momento antes de continuar.

-¿A quién? - Le exigí al borde de la desesperación ya que ahora de verdad me estaba preocupando.

-¿Recuerdas a Colton? -Soltó sin más pero en un susurro que apenas y pude escuchar, aunque había entendido exactamente aquel nombre que jamás quería volver a escuchar durante el resto de mi vida.

La sangre se me subió por completo a la cabeza y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, los ojos se me llenaron de lágrimas y no sabía si lo que me invadía en este momento era tristeza, decepción, enojo, coraje o todos esos sentimientos al mismo tiempo.

-¿De verdad me estas preguntando si lo recuerdo? - Una lágrima comenzó a rodar por mi mejilla.

-Lo siento Alex es que... no sabía como empezar - Me limpié la lágrima con la palma de la mano y finji que no me importaba.

-No me interesa saber nada de él, él ya no es parte de mi vida, ahora esta muy lejos así que no entiendo por que me estas preguntando sobre él.

-Alex, yo se que te sigue importando, por favor conmigo no finjas, soy tu mejor amiga y yo estuve a tu lado todo el tiempo que estuviste al borde de la desesperación después de que él se fuera, y aunque estuvo fuera de tu vida por un tiempo, eso te dejo muchas heridas que aún no sanan por completo yo se que aún te duele y de verdad, si no fuera algo importante no lo estaría mencionando ahora.

-Bueno, ya esta bien, ¿no? - Me dolía admitir que todo lo que Eleonor decía era completamente cierto.

-Lo siento, de verdad, pero hace un rato estaba con Iván y me contó que Colton tiene pensado regresar. -El escuchar su nombre me hacía temblar y el enterarme de eso me provocaba escalofríos.

-No no no - Mi cabeza se movía de un lado a otro sin poder creerlo y ésta vez no pude contener las lágrimas, comenzaron a salir una tras otra, Leo se lanzo sobre mi y me abrazo tan fuerte que apenas podía respirar, pero aún así se sentía muy bien.

"Promete... que no vas a prometerme nada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora