"Descuido"

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Hace diez minutos que todos se fueron, Leo e Iván tenían que preparar todo para la fiesta en la casa de playa y Oliver... bueno es Oliver, no me extrañaría que sólo se halla ido para no quedarse a solas conmigo ya que Daniel tuvo que ir a la editorial en donde trabaja para arreglar unos pendientes pero me ha prometido que estará de vuelta para la cena y traerá comida China (mi favorita).

-Ten-go un ti-cket sin re-gre-so y un mon-ton de sue-ños ro-tos dentro de un belis un a-dios pa-ra.... -estoy en la ducha cantando RBD a todo pulmón a pesar que creo soy la única en estos días que continúa escuchandolos.
Tocan la puerta repetidamente que aún con la música soy capaz de oir el timbre.

-Agh! Le advertí a Daniel que no olvidara sus llaves. -salgo del chorro del agua y me envuelvo en una toalla.

-YA VOY! -grito para que me escuche.

-Tendras que esperar a baje las escaleras, sabes que ahora estoy más lenta que un caracol y a ti se te olvidan las llaves. -grito desde el primer piso y bajo un escalón. -eres un inconsciente. -bajo dos más. -y no vuelvas a tocar el timbre porque me pondré nerviosa y me apresurare...- bajo dos más y veo el reguero de agua que estoy dejando por toda la alfombra de la escalera. -y entonces volveré a caerme y a hacerme daño. -bajo todos los escalones. -hubiera sido muy tonto si... -abro la puerta, la boca y los ojos en cuanto veo que nos es Daniel quien estaba tocando el timbre sino el Sr. Brown.

-Pro... profesor. -estoy tan sorprendida que apenas soy capaz de hablar.

-Señorita Crawford. -asiente a modo de saludo y me sonríe, estoy más roja que un tomate por la forma en que me pasa la vista de arriba a abajo. -Disculpeme señorita, no pretendía interrumpir su baño.

-sólo era una ducha. -Pero... que está haciendo aquí?

-sólo he venido a traerle esto. -me entrega un folder color rosa.

-Que es esto? -lo tomo y hojeo lo que hay dentro.

-Es la tarea que hay que entregar el lunes para la clase, la señorita Stewart me informó sobre su accidente y yo me ofrecí a traerle personalmente sus deberes. -me he quedado viendo sus hermosos ojos azules y casi no le y prestado atención a lo que decía.

-Es usted muy amable pero no tenía porque molestarse. -me acomodo la toalla para que no valla a ocurrir ningún otro accidente que implique a mi maestro viéndome desnuda y mojada.

-No es ninguna molestia, Además ... quería comprobar que usted estaba bien. -de acuerdo, no tengo idea de que contestar a eso asi que sólo le sonrió y me quedo parada como idiota. -bueno, me voy no la molesto más.

-quiere pasar? -las palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas.

-De verdad no quiero molestar.

-No es ninguna molestia, además me haría compañía en lo que mi hermano regresa.

-Bueno, creo que lo haré pero que conste que sólo será para evitar que alguien pueda secuestrarla. -nuevamente le sonrió como idiota y de un salto me hago a un lado para que pueda pasar.

Se pasea por la sala y mira todas las fotografías que hay en los portaretratos como si fueran obras de arte y yo sólo lo miro como si la única obra de arte fuera él. Viste unos jeans muy ajustados que delinean su trasero a la perfección y una camisa azul que marca cada uno de sus músculos de la espalda.

-me doy cuenta que está mirándome y creo que acaba de preguntarme no se que cosa porque tiene los ojos muy abiertos como esperando una respuesta.

-Lo siento que? -me aclaro las ideas y me doy una bofetada mental.

-Que tal ves debería ponerse bien la toalla. -luce nervioso.

-Mierda. -me perdí admirando su perfecto trasero que ahora la toalla la sostengo sólo con una mano y está cuelga por el centro de mi cuerpo dejando a la vista mis piernas y los lados de mi abdomen (menos mal que cubre mis partes intimas). Acomodo rápidamente la toalla y en este preciso momento me gustaría que la tierra me tragara y me escupiera en China (vestida).

-Lo... lo siento profesor, me distraje y olvidé que... que estaba sosteniendo la toalla. -mi tartamudeo no hace más que poner más incómoda la situación. -vuelvo a acomodar la toalla al rededor y escondo mi cuerpo pero lo que no puedo esconder es la vergüenza que me está consumiendo en estos momentos.

-No se preocupe, esas cosas pasas. -pareciera como si estuviera reprimiendo una sonrisa y al verlo me relajo un poco (Pero sólo un poco).

-Creo que es mejor si subo y me pongo algo más decente. -propongo y el asiente.

-Creo que es una buena idea. -su voz me provoca un escalofrío en todo el cuerpo y sólo temo que por la falta de ropa se me noté la piel de gallina.

-Pero póngase cómodo, bajo en un segundo. -me doy la media vuelta agarrando más fuerte que nunca el nudo que une la única tela que me cubre en estos momentos.
Después de un largo rato que me tomo para subir de nuevo las escaleras entro en mi habitación y escucho la puerta de la entrada abrirse y una de dos, o el Sr. Brown se fue o Daniel llegó pero aún no es hora de la cena asi que descartó la segunda opción tal vez se cansó de esperar y se aburrió.
Aún así tomo el primer conjunto de ropa interior que se asoma en mi cajón y para más fácil me enfundo un vestido olgado de encaje rojo.
Bajos los escalones con saltitos para que sea un poco más rápido "malditos analgésicos que no me hacen ni cosquillas"
Llegó a la sala y tal como lo imaginé, el profesor Brown ya no está, me asomó por la ventana y veo que su deportivo plateado aún está estacionado afuera y el desde afuera esta asomado por la ventana escogiendo algo del asiento delantero, abro la puerta y me detengo en el umbral a esperar a ver que está haciendo, cuando agarra lo que sea que estaba buscando de incorpora y al sacar la cabeza se da un golpe en la puerta. No puedo evitar reirme y es cuando se percata que lo estoy observando, saca las manos del auto y en ellas sostiene un enorme ramo de rosas rojas. "Tal vez las compro para su novia y ahora va a pedirme que le regale un poco de agua para que no se marchiten, si eso es no te emociones Alexandra"
Llega hasta a mi y me tiende el ramo.

-Para usted. -sus hipnotizantes ojos azules se clavan en los mios.

-Para mi? -pregunto nerviosa.

-Si, no sabía si preferia las rosas o un oso de peluche que dijera *recuperate pronto* -así que de eso se trata, sólo esta siendo amable y trataba de hacerme sentir mejor "y tu pensando otras cosas".

-Las rosas son preciosas. -Aunque mis flores favoritas sean las lilis.

-Que bueno que le gustaron. -Aunque trata de ser amable y sobrepasa los límites de ser atractivo hay algo más en él, algo que me dice que hace esto por otra razon y que además me hace desconfiar "No seas paranoica sólo esta siendo amable".

En ese momento suena su celular y lo saca para revisarlo, al parecer es un texto y en cuanto lo lee la cara le cambia totalmente ahora está preocupado o enojado no sabría decirlo con certeza.

-Todo bien? -pregunto por cortesía.

-No, es lo malo del ser el hermano mayor. -guarda el teléfono.

-Tiene hermanos?

-Una hermana.

-Creo que las hermanas pequeñas siempre somos muy problemáticas.

-Así parece. -me mira como inspeccionandome y luego vuelve a poner su sonrisa de comercial. -Ahora tengo que irme, espero que se mejore pronto. -Da media vuelta y se va.
Este hombre es todo un misterio.

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Hola Hola más adelante estaré actualizando todos los capítulos para corregir los errores, como ya había dicho escribir todo desde el celular me complica un poco más cosas pero espero que les esté gustando.

XOXO

"Promete... que no vas a prometerme nada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora