Hanamaru al comienzo pensó que era gracioso... bueno... creía eso porque escuchaba su risa... aunque no lo sintiera, pero sí podía confirmar que llegaba a ser bastante interesante como las personas a pesar de que el ser humano lograra evolucionar tanto se aterrara al ver que ninguna arma lograba que falleciera... ¿era de los aliados? ¿Era de los traidores? ¿Acaso era un ser enviado por el o los dioses? ¿Solo estaban viendo una ilución? Nunca lo sabrían porque la joven que llevaba una ropa extraña para la época solo caminaba entre los soldados recibiendo los disparos con una sonrisa que demostraba... que seguía viva.
Cuando su último conocido falleció sintió que el tiempo avanza quizás más ¿rápido? ¿lento? En realidad no lo sabía, pero sí recordaba que hubo conflicto tras conflicto en todo el mundo, o en su defecto alguna epidemia o qué sabía ella, solo caminaba sin rumbo alguno entre las calles vacías por la noche, miraba en el propio campo de batalla como los soldados se enfrentaba... aunque claro al final del conflicto sin que nadie lo supiera la joven terminaba descansando en el lugar más importante del ganador.
Debía admitir que fue decepcionante que después de apreciar tal proceso en tecnología, el ser humano... no hallan logrado emplearla para descubrir si había vida en otros planetas... pero claro... ese no era su problema... total cuando los mortales volvieron a una época de retroceso casi absoluto supo por su risa que disfruto al verlos asustarse por calquier "magia inexplicable" que realizaba delante de la nobleza.
-¡Por favor, oh gran mensajera de los dioses! ¡Que ha visto más guerras que los 7 grandes! ¡Tú que protegiste a los últimos dragones y antes de fallecer os entregaron su poder! Bríndenos su asistencia para ganar esta gran y dura contienda, que por vuestra presencia ya sabemos que tenemos ganada mas altas bajas no deseamos por esta noble causa-
-Aburrido...- pensó Hanamaru-
Lo que ella denominaba una época medieval -2.0 era algo bastante repetitivo a su juicio, no fue difícil para ella después de esconderse en las montañas por lo que ellos decían 100 lunas y 20 dragones de fuego, no se demoró ni una semana en aprender por completo su idioma.
-Execivamente formal, tienen a usar muchos adjetivos innecesarios, exageran a más no poder- dijo Hanamaru en un antiguo idioma- quizás viaje a otro lugar... dudo que su estrategia triunfe al final-
Después de eso no se extrañó de que surgiera en las siguientes culturas que visitaba la leyenda de una deidad, un ángel, mensajera de los dioses, espíritu sagrado... ¿su favorito? Reencarnación del gran Dios, ¿quién es el o la gran Diosa? No lo sabía, pero sonaba más poderoso que los otros apodos que recibió en aquellas historias.
Quizás había sido por eso que se escondió de la cualquier cultura o civilización posible, después de ver cómo terminaba la última guerra que sintió que tenía algo interesante... no era mucho lo que necesitaba, un lugar técnicamente imposible de alcanzar, que sin importar la catástrofe no desaparecería y oscuridad... lo último era vital si quería dormir.... hasta que se aburriera.
Soñó con el pasado, el dolor, los errores, las muertes que presenció y las que provocó, todo se movía en cámara lenta frente a ella, pero a su vez, se aceleraba en cuanto ocurriría el hecho vital... sabía que a veces era mala idea eso, pero era un ser inmortal, aburrido de ver civilizaciones que no avanzan tan rápido como deseara... aunque era extraño... nunca soñaba que alguien clavaba en arma sobre ella y después gritara..... esperen....
-¿Qué demonios?- dijo Hanamaru despertando- ¿Kurosawa?-
Al frente suyo había una joven pelinegra de ojos verdes... que si bien no se parecía del todo... podía confirmalo era una reencarnación... ¡y la maldita desgraciada le había clavado un arma en el pecho! ¿Cómo lo sabía? Porque la joven que ingresó a la cueva donde tranquilamente dormía tenía lo que al parecer era una antorcha.
-¿Enserio? Una lanza en el corazón ¿no pensaste en robarme? ¿Golpearme?- dijo desinteresada- ¿Si no que decidiste intentar matarme a la primera?- finalizó retirándo el arma-
La joven al frente suyo obviamente no la entendía, estaba aterrada porque ella seguía viva y si por los dioses sus leyendas aún existían Kunikida Hanamaru las usaria con el propósito de darle una lección.... ¡nadie intenta matar a una "deidad" mientras duerme! No era lógico... pero claro ella seguía hablando, la otra aún estaba en el suelo aterrada a más no poder, manteniendo la antorcha como único medio para marcar una barrera de "defensa" entre ellas.
-¿Enserio? ¿Esa es tu mejor idea? "Oh no! Fuego malo! Fuego contrenda la ira de la diosa"- dijo recordando las antiguas culturas- ¡y por qué demonios no me dijiste que estaba desnuda! ¡Pelinegra pervertida!-
Quizás fueron los gestos de sus manos, o bien, su voz demostró alguna emoción... probablemente la ira que no sentía... pero su inesperada visita rápidamente dejó en un lugar seguro la antorcha y rápidamente sacó algo de lo que suponía era un bolso.... agua... y comida... ¿por qué demonios siempre ofrecen eso? Dando un suspiro la peliblanca tomó el ¿jarro? Con agua además de la comida para empezar a caminar "hacia la luz" mientras empezaba a hidratarse.
-Bien... veamos que me ofrece ahora el mundo- dijo terminando de comer- no es lo que imaginaba consumir cuando volviera a despertar pero... salva...-
Detrás suyo podía escuchar unos gritos más unos pasos acercarse, ella ya estaba completamente de vuelta en el exterior viendo desde lo que quedaba de aquella empinada montaña donde se escondió algún rastro de lo que conocía... como supuso aún seguía ahí.
No tuvo que esperar mucho para que la pelinegra llegara a su lado gritara, caminara al frente suyo la mirara raro... y después se postrara al suelo... en cuanto sintió una brisa supo que era invierno así que rápidamente le quitó la capa que tenía la mortal para poder abrigarse un poco.... al no recibir quejas empezó a caminar creyendo y acertando que tuvo a los pocos segundos una guía.
-Así que eres la reencarnación de Dia- dijo caminando a su lado- debo admitir que por intentar matarme ya me agradas más que la original-
Claro la joven la miró sin saber que dijo pero por su sonrisa al menos entendió que la peliblanca dijo algún complido hacia ella en el idioma de los dioses.
-Me pregunto cuanto me demoraré en aprender tu idioma pequeña reencarnación....- dijo mirando el lugar- espera...-
Fue ahí cuando al fin reaccionó... tal vez porque recién ahora su mente dejó de estar nublada por dormir tantos años... pero si al lado suyo estaba la reencarnación de Dia.... ¿qué hay de Sarah? ¿Podría al fin disculparse por su error?
Umaruuu fuera!!
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Inmortal
FanfictionHanamaru era una joven cualquiera al igual que el resto, con metas simples y una vida tranquila.... o eso era lo que se pensaba. Después de 8 años, la desaparecida Kunikida Hanamaru regresa a Japón para la boda de Kanan y Mari, sin embargo cuando l...