SOLO MIO (JEFFCODE)

0.1

⚠️ ADVERTENCIA ⚠️

El siguiente capítulo contiene un alto grado de abuso sexual y maltrato físico, si eres sensible a este tipo de contenido por favor no seguir

××××××××××××××××××××××××××××××××××

Dos semanas habían pasado desde aquel día en el bar y la vida de Code era normal, aún tenía su decepción amorosa pero tenía unos padres que le amaban con el corazón y amigos que siempre estaban a su lado así que estaba bien, lo que él no sabía era que un demente lo estaba siguiendo, observaba cada pasó que daba el menor, había aprendido la rutina de este de memoria, los Lunes solía quedarse hasta tarde en el instituto practicando música, los Martes salía temprano de clases y volvía a casa temprano, al parecer los Miércoles eran para pasar tiempo con sus amigos, ya fuera para ir a comer o ir a cine, los Jueves practicaba fútbol después de clases pero su padre siempre iba a recogerlo, los Viernes era su madre quién lo recogía y juntos iban como voluntarios a un refugio de animales, los Sábados salía con sus amigos todo el día y los Domingos estaba con sus padres en casa así que solo tenía dos opciones, la primera era llevárselo el Martes pues salía temprano de clases y solía irse solo a casa pero al ser temprano, la luz era un gran impedimento y aparte habían muchos testigos así que le quedaba solo una opción, el día Lunes aquel chico se quedaba después de clases practicando música, después de eso, salía del instituto y se iba con sus compañeros hasta la mitad del camino, en ese punto él seguía su recorrido solo, a esa hora el flujo de gente era menor y la luz de la luna era su compañía así que ese fue su plan.

Un mes completo pasó, Jeff siguió cada pasó de Code, lo observó desde lejos, observó a sus amigos, a sus padres, a sus mascotas, observó absolutamente todo y cuando tuvo la oportunidad decidió atacar

- Quiero que lo traigan y nadie se puede dar cuenta- Habló Jeff a sus hombres y estos asintieron para disponerse a salir pero Jeff los detuvo

- Esperen...- Ordenó Jeff a sus hombres

- No lo traigan aquí, ya me aburri de este lugar y aparte, es alguien puro e inocente, no lo traeré a un lugar lleno de sangre, vamos a llevarlo a mi refugio- Informo Jeff con una gran sonrisa en el rostro, ese lugar al que solía llamar refugio era casi el infierno, un maldito lugar alejado de cualquier civilización, un sótano bajó la tierra donde no importa cuánto grites o supliques, nadie nunca podría escuchar nada, solo una cama y miles de objetos para torturar, ese era el lugar a donde Jeff llevaba sus mejores "mascotas" para jugar hasta cansarse de ellas y luego simplemente las mataba, ese era el lugar perfecto para esconder a alguien como Code, sus hombres solo asintieron y salieron de aquella oficina.

- Deberías venir con nosotros, por un día que te saltes la clase de música, no pasará nada- Sus amigos insistían en llevar a Barcode a su reunión de amigos pero este se negó una y otra vez, finalmente sus amigos se fueron y él quedó en su clase de música, al marcar el reloj las 18:30 Barcode salió del instituto junto a sus compañeros, de repente su madre le llamó

- Hijo, no olvides pasar por el pastel de tu padre- Habló la mujer al otro lado de la línea

- Lo sé mamá, papá se pondrá muy triste si no lo llevó- Ese día era el cumpleaños de su padre y pensaban hacer una pequeña reunión, cortó la llamada con su madre luego de un poco más de conversación y siguió su camino junto a sus compañeros

- El musical será la próxima semana, estoy emocionada- Una de las chicas del club de música habló feliz y ese fue el tema de conversación mientras caminaban a sus casas, poco a poco cada uno se fue quedando en su respectivo hogar hasta que Code quedó solo, a las 18:57 Code ingresó a la pastelería y reclamo el pastel de cumpleaños para su padre y a las 19:10 salió de la pastelería, camino unos cuantos metros y solo faltaban 3 cuadras para llegar a su hogar cuando un auto negro se atravezo frente a él, 4 hombres vestidos de negro y con máscaras puestas salieron del auto, Code en un intento de supervivencia intento correr pero ellos fueron más rápidos, colocaron sobre su rostro un trapo con cloroformo y aunque quiso luchar, sus fuerzas se fueron, el pastel en sus manos cayó al piso y fue aplastado por el pie de uno de esos hombres, fue subido a aquel auto y lentamente se alejaba de su familia, de sus amigos, de sus sueños, de su libertad y de su humanidad.