Juzgado

1.3K 101 9
                                    

Estuvo decidido, después de algunas discusiones y peleas, el trío dorado entró a la sala destinada al juicio de los Malfoy. Se sentaron lateralmente al sitio donde se suponía que se sentaban los juzgados, Ron en el lado izquierdo, Hermione en la mitad y Harry a la derecha.

No tuvieron que esperar mucho para la entrada de la familia, pronto las puertas se abrieron y dejaron ver a las tres personas en cuestión. Venían secundados por 5 aurores, todos de un aspecto bastante más hostil de el que Harry recordaba en ellos.

Lucius Malfoy, aún con la mirada orgullosa y en alto se sentó en la silla de la izquierda, tan pronto como lo hizo los aurores se acercaron a encadenarlo en la silla, con las manos en el respaldo. Teniéndolo más de cerca Harry pudo notar las ojeras crecientes en su rostro, que comenzaban a tornear su cara con un aspecto demacrado. Dos aurores tomaron lugar detrás de el.

Narcissa Malfoy fue la siguiente en tomar asiento, con un porte elegante y resignado. Al sentarse se realizó un ritual parecido al realizado con su esposo, no obstante, no la encadenaron al respaldo si no al reposabrazos de la silla. Un auror tomó lugar a su respaldo.

La última silla, la que se encontraba a la derecha de Narcissa. Fue ocupada por  Draco Malfoy. No le podía ver la cara, pues tenía la mirada clavada en el piso. Los brazos encadenados al respaldo y uno de sus pies moviéndose nerviosamente de arriba a bajo.

Los juicios dieron inicio.

El primer juzgado fue Lucius Malfoy, cualquiera podría afirmar que fue el juicio más rápido de los tres: a pesar de sus intentos de defensa y el hecho de haber declinado al final de la guerra, las pruebas eran irrefutables, si bien Voldemort le había quitado su varita, el resto de la guerra no traía consigo excusa alguna. Fue condenado a 12 años en Azkaban y a 3 años de limitación mágica después de este tiempo.

Lucius no reaccionó dramaticamente al escuchar la condena, cerró los ojos con fuerza y se giró a el resto de su familia. Pareció decirles algo, no obstante desde la posición de Harry no se podía ver qué decía. Los aurores lo desencadenaron y se lo llevaron hasta la puerta.

Narcissa lagrimeaba en silencio y Draco había comenzado a temblar.

El segundo juicio fue el de Narcissa, la decisión final fue más que confusa para muchos de los presentes. Si bien, no era un mortifago oficial, alojó, de cierta manera, a Voldemort en su casa. A lo que ella se defendió diciendo que lo hizo bajo amenaza del propio señor tenebroso quien lo tomó como castigo para su esposo por algunos errores pasados.

Después de un tiempo de deliberar, se realizó una pausa para la intervención de los testigos.

Harry fue el primero.

-Narcissa Malfoy encubrió mi muerte después del primer día de la batalla en Hogwarts. No sé si recuerdan, a los que estuvieron presentes, Voldemort pidió que fuera al bosque prohibido como cambio para que los mortifagos dejasen de atacar el colegio. En el momento que llegué intentó asesinarme y envío a Narcissa Malfoy para que confirmara si estaba muerto o no. Al notar que no lo estaba, me preguntó por el bienestar de su hijo y luego le aseguró a Voldemort que había logrado su objetivo.

Hubieron dos testigos más, la misma Mcgonagall y un hombre que Harry no conocía.

Después de las intervenciones se le declaró inocente y que había actuado bajo la amenaza de Voldemort y la presión familiar.

-¿Me podría quedar con mi hijo?- preguntó tan pronto como las cadenas soltaron sus muñecas y se pudo poner de pie.

-Lo lamento, señora Malfoy. Eso no será posible.- Le respondió el ministro. Y Narcissa se resignó a salir de la sala, dedicándole una sonrisa tranquilizadora a su hijo y un suave apretón de hombros.

Tiempo De Cambiar- Drarry/HarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora