Después de ver a las chicas y finalmente dejar de ocultar lo que me había estado pasado y de que Nora nos compartiera lo que había pasado ella, decidimos que nos tomaríamos dos días para descansar de todo, y aunque la culpa seguía latente y no he podido relajarme al cien en ningún momento por lo menos lograron que no estuviera agobiada todo el rato. Dormimos en casa de Nora y aunque tuve pesadillas no he despertado jadeando para respirar, y por lo menos no desperté alterando a Dani que el pobre también merecía poder dormir, aunque fuesen un par de noches completas y en su cama en lugar del piso de mi cuarto.
Pero si algo he aprendido de golpe estas últimas semanas es que todo lo bueno termina en algún momento y hay que regresar a la realidad, a la fría realidad de una habitación de hospital donde el único sonido son las máquinas y su respiración; por lo menos aún me queda eso último.
"Perdona que no he venido en estos últimos dos días amor, es que ya no podía más, ¿sabes?"
Exhalo sonoramente por la boca y sacudo la cabeza, mi mano derecha va inmediatamente a sostener el colgante que no me he quitado desde que me lo dieron las chicas. ¿Sería una tontería seguirle hablando? No lo sé, pero sí sé que no quiero dejar de hacerlo.
"Sentía que todo me superaba, no podía dormir o comer, joder, hasta Dani dejó de ser un payaso todo el rato y empezó a ponerse serio. No es que no quisiera verte, para nada es eso ¿vale? Es solo que quedamos todas en casa de Nora y al final se hizo algo de dos días, y aunque la pase bien no deje de pensar en ti un solo momento."
Hago una pausa para mirarla por unos instantes, sus ojos cerrados, su piel aún más blanca de lo normal y lo único que puedo pensar es en que habría de haber manera que a estas habitaciones les entre más luz; que tontería de verdad.
"Creo que no te había contado que me han dado ataques de ansiedad, ¿verdad? Usualmente es al despertar, casi siempre son los mismos sueños en los que intento gritar y no se oye mi voz como si estuviera gritando en el agua o algo, no sé. Pero bueno, nadie sabía... bueno sí, Dani y Amira, pero porque Amira ha estado casi que viviendo en mi casa y a Dani no lo puedo sacar de mi cuarto ni a hostias."
Resoplo por la nariz y sonrío solo un poco al pensar en ellos dos, es que de verdad son las personas más importantes para mí y sin ellos no sé cómo habría sobrevivido hasta este momento.
"Y bueno, es que esos dos se traen un rollo de aquellos eh, aunque se lo quieren negar yo lo veo claro, y nos tocará ir a la boda. Ya te lo digo yo."
Le tomo la mano con mi mano libre y al sentirla un tanto fría me tira el ánimo de nuevo.
"Pero bueno, el caso es que nadie sabía y estando allá que me dio uno y pensé que sería lo peor del mundo, y no, de hecho, ayudo, Nora nos contó que ella también los ha tenido y creo que por primera vez desde que ... bueno, por primera vez sentí que podría tener las fuerzas para seguir, para ser paciente."
Sacudo la cabeza y me pongo de pie para acomodar su cabello, no entiendo cómo es que nunca queda bien, algunas cosas resisten todo.
"Nunca imaginé que sería Nora quien mejor me entendería, si es que siempre ha sido muy centrada y todo el rollo, pero cuando empezó a hablar recordé que podía apoyarme en ellas. No sé. Estuvo guay pero no hubo un segundo en el que no me hicieras falta."
Suspiro y camino a la ventana de su habitación, no hay día que no sienta su ausencia, pero hoy por alguna razón la añoranza, es más, tal vez sea porque los últimos dos días no me sentí sola y ahora estando junto a ella lo único que quería era poder abrazarla, que me abrace igual, no sé. Exhalo lentamente por la nariz y miro hacia afuera, a la gente, las personas que entran y salen y me pregunto cuántas de esas serán historias con final feliz y cuantas de esas historias serán simplemente un final, giro hacia atrás a donde Joana sigue acostada con los ojos cerrados e intento mantenerme positiva que la nuestra será de la primera opción.