Una antigua profecía Narniana dice que cuando el hijo de Adán y la hija del león y del dragón en carne y hueso en el trono de Cair Paravel este sentado los malos tiempos se habrán ido.
Sabrina Cadogan siempre vivió una vida normal hasta que comenzó...
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Estamos corriendo hacia el castillo de la bruja siendo guiados por el señor castor, me caigo por tercera vez a la nieve, maldigo cómo puedo sigo corriendo, llegamos a una montaña y veo un castillo enorme, en al entrada se ve una figura que va entrando maldigo es Edmund
—¡Edmund!—grita Lucy
—¡Shh!—la calla el señor Castor—¡te escucharán!—Peter está por correr detrás de Ed pero el señor castor lo detiene—¡no!
—¡Suéltame!—le grita Peter
—estás haciendo lo que ella quiere—le dice el señor castor tratando de hacerlo entrar en razón
—¡no podemos dejar que se vaya!—le dice Susan
—Su tiene razón, Edmund puede salir lastimado—digo esta vez
—¡es nuestro hermano!—grita Lu
—¡es la carnada!—grita el señor castor—¡la bruja quiere atrapar a los cinco!
—¿por que?—pregunta Pet
—para evitar que la profecía se cumpla, los asesinara a los cuatro primero—dice el señor Castor—luego esperará que Saphira llegue junto a Sabrina, matara a Brina y luego a Saphira, y ella abra ganado
Miro a los chicos asustada pongo a Lucy junto a mi para evitar que haga algo, veo como Edmund entra al castillo a la mierda
—¿Cómo puedo hacer que Saphira me encuentre?—digo
—ni lo pienses Brina—me dice el señor Castor
—si Saphira me encuentra podremos atacar al castillo, salvamos a Edmund y matamos a la bruja, todos felices y a salvo
—no puedes Sabrina—dice el señor castor nuevamente— Jadis tiene una daga para matar a Saphira ella esperará el ataque
Maldigo por lo bajo y me tiro el pelo en señal de frustración, tuve que haber hecho algo y no quedarme como estúpida.
—¡todo esto es culpa tuya!—le dice Su a Peter
—¿mi culpa?—dice Peter explotando
—¡te dije que volviéramos Sabrina también te lo dijo pero no quisiste escuchar y mira lo qué pasó!—le grita Susan
—¿ha entonces sabias lo que iba a pasar?—le pregunta Peter sarcástico
—¡ni Susan ni yo lo sabíamos!—le digo gritando—¡pero ahora no podemos hacer nada por tus peleas con Edmund! ¡Si alguna vez me escucharas!
—¡no empieces Sabrina! ¡Hace diez minutos te ibas a quedar aquí!—dice Peter gritándome
—¡Si!—grito nuevamente—¡y ustedes se tenían que ir para que esto no pasara!
—¡No peleen!—grita Lu y la miramos—eso no salvará a Edmund
—tiene razón—dice el señor Castor—solo Aslan lo puede salvar ahora
