Epílogo.

8.4K 1K 512
                                    

—¿Le gusta Iruka? ¡¿Y por qué nadie me lo dijo?! ¡Debí haber parecido  un estúpido!



Estaba sintiendo una inquietante mirada en la cabeza. Estaba tratando de concentrarse lo mejor que podía, secando las tazas del desayuno. Kushina se había marchado temprano en la mañana hacia una misión de resguardo.

—Kakashi. ¿Quieres entrar? —preguntó, mirando de una vez hacia la ventana. El niño asintió, caminando hacia la que estaba abierta, ingresando por ella.

Había una cosa que le estaba perturbando seriamente. Últimamente podía hablar más con Iruka, ambos interactuaban uno con otro, pero ninguno parecía saber algo más allá de lo que siempre hacían. Kakashi estaba temiendo no ser entendido claramente.

—Hay algo que quiero preguntarle. Ya que usted, logré casarse con Kushina - San.

Ante tal mención, Minato se sintió sutilmente insultado y no supo porqué.

—¿Y qué sería eso?

—Cómo lo hizo. Para expresarse correctamente. Mí amigo lejano, cree que pueden quererlo solo como amigo, ¿Cómo puede decir que no es eso lo que quiere?

Minato sonrió.

—Debe decirlo tal cual. «Me gustas», así de simple. No hay mejor manera que decirlo de la forma más clara posible. Para que la otra persona entiendo.

—...Y yo que perdí mí tiempo.

Salió de la casa por el mismo lugar al que había entrado. Corriendo, pensando que está era realmente la prueba final, y quizás debió ser la inicial, pero bueno, si es que tuvieran hijos, sería una buena historia que contar. Seguro.

Iruka paseaba lentamente, al pequeño perrito, en uno de los bosques cercanos de Konoha. Riendo. Algunos amigos del él, se encontraban entrenando más allá. En ese momento, Kakashi saltó desde un árbol, parándose al frente de Iruka.

—¡Hola!

—Iruka hay algo que quiero decirte. Y ya no hay tiempo. —comenzó a hablar. — Me gustas mucho, en serio que lo haces. Y no como un amigo. Me gusta tu sonrisa y te quiero un montón. Cada que te miro se me acelera el pecho y...

Te hago sentir un kunai. —completó. — Tú también me gustas. Y en realidad, quería saber si me tienes tiempo para que acompañarme a mí y a Kiri en un paseo.

Kakashi pestañeo.

Ignorando las señales de los niños que le daban a Iruka, entre muecas de besos y otras de puños alzados.

Kakashi tomó lentamente la mano temblorosa del menor, para caminar por el bosque junto a los alegres ladridos de Kiri.

—Dios mío. Lo hice. —susurró el pequeño Hatake sonrojado.

—¿Puedo decir en la academia que tengo un novio muy lindo y talentoso?

El de cabello gris no dudo ni un segundo en asentir. También iba a presumirle a sus amigos que lo había logrado. Aunque Ikkaku le dijera que nada de besos y cosas raras, hasta que fueran lo suficiente viejos. Exigencias que podría cumplir, total ya había arriesgado tanto.

Mientras tanto en otra parte Minato no entendía cómo todo este tiempo había creído que el interés amoroso de Kakashi era Kurenai. Hasta le había hecho un cartelito de apoyo. «Tú puedes "no" hijo mío». Y agendado una cita con los padres de la muchacha. Obito y Rin suspiraban, mientras se sonreían entre si. Mientras todos habían intentado ayudar con Iruka, Minato - Sensei se había equivocado de sujeto. Cosas que pasan.

—Al menos puede ayudarlo cuando llegue la hora del matrimonio.

—¿Matrimonio? ¡Debería ir  a hacer amistades con los señores Umino!
















N/A: Bueno, ha sido un orgullo escribir esto y que me acompañarán en este recorrido. Estoy muy feliz de que les gustará, al principio tenía mis dudas y todo, pero bueno. Fue un gran viaje, gracias por leer y comentar. Esperar el capítulo y disfrutar conmigo. Porque en serio que disfrute escribiendo esto. Cuídense mucho, besitos uwu 💕

Gracias nuevamente :( 💕


Confesando mí Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora