Capítulo 18: Estemos juntos por siempre

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Erik se sintió mucho más ligero ahora que finalmente aceptó sus sentimientos por Charles. Decir sí al amor de su vida fue mucho mejor de lo que pensaba.

"Oh, aún no dijiste que sí", dijo Charles, todavía sentado en la silla de ruedas frente a Erik. "Porque aún no he preguntado".

Erik se quitó las últimas lágrimas con el brazo mientras sonreía ante la declaración de Charles. “Pensé que ya estábamos saliendo. En cierto sentido."

Charles se encogió de hombros. "Quizás tengas razón. Pero ahora es oficialmente, ¿verdad?"

Erik asintió con la cabeza. Dios, y cómo asintió. "Estoy sorprendido de cómo pudimos tener una conversación tan profunda con tantos sentimientos mientras estabas sentado desnudo en una silla de ruedas".

“Puedo ser emocional en cualquier situación. Soy como el maestro de las cosas emocionales", bromeó Charles, pero Erik sabía que era verdad. Charles realmente era el maestro de provocar sentimientos en todos.

"Pero como ya estás desnudo", Erik comenzó y agarró a Charles por las caderas para moverlo de la silla de ruedas a la cama. "Cambiemos el tema triste".

"¿Triste?", Se rió Charles, "¡Estoy tan feliz que podría vomitar arcoíris! ¿No me digas que estás triste?"

Erik se inclinó entre las piernas de Charles e inhaló profundamente su aroma. "No, no estoy triste...", ronroneó contra la piel suave del telépata. Comenzó a besar cada peca que pudo alcanzar, hasta que Charles comenzó a desnudarlo.

Se rieron como dos adolescentes recién enamorados, pero era el sexo más hermoso que Erik había tenido. Se acariciaron y besaron con tanta ternura, que se sintió como si se mezclaran. Tanto dolor y sufrimiento finalmente habían terminado. Y al final, cuando se abrazaron con tanta fuerza, Charles envió una gran ola de afecto a través de su vínculo mental. Erik no estaba seguro de cómo devolver el sentimiento, pero Charles ya estaba sonriendo contento.

"¿Dónde queremos quedarnos?", Preguntó Charles finalmente después de que se quedaron en silencio por un par de minutos debajo de la manta. “La escuela es grande y lujosa. Y Hank y Raven dormirían más tranquilos sabiendo que estoy aquí. Tal vez pueda comenzar a enseñar nuevamente en unos meses. Contigo."

Erik acarició a Charles y jugó con algunos cabellos marrones, pero no dijo nada. Entonces Charles continuó.

“O volvemos a Genosha. Nos quedamos en la pequeña pero linda casa. Puedes ser su líder y tal vez yo pueda enseñar a los niños que viven allí".

"No tenemos niños", Erik interrumpió con una voz tranquila y pasó un mechón de cabello alrededor de su dedo.

"¿De verdad? ¿Por qué no?"

“Es demasiado peligroso para ellos. Cuando encontramos niños o familias, se los enviamos. La escuela es mucho más segura para ellos que Genosha. Y aquí obtuvieron una educación adecuadad".

Charles permaneció en silencio por un momento. Finalmente, sus orbes azules se movieron hacia Erik y lo miraron a los ojos. "Eres un ángel sin saberlo, Erik".

"Simplemente hice lo que pensé que era mejor para ellos".

Después de un tierno beso, Charles acarició su nariz contra la de Erik varias veces. “O nos vamos a otro lado. Vivir en un lugar que está lejos de nuestro pasado. De la escuela y de Genosha."

Maybe In Another LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora