Cuatro

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Sólo les quiero decir que he publicado éste capítulo seguidito porque los quiero. (:

—¿Quién tiene un plan? -pregunté mientras me arrodillaba en el suelo de mi habitación con mis hermanos a mi al rededor.

-Pues, yo. -dijo Connor, y todos le prestamos atención- Podríamos salir hoy a comprar cosas para bromas. Y luego, planeaba que cuando mamá y papá ya se hayan ido, el verdadero plan comience... -sonrió macabro.

-Y el verdadero plan es... -dije incitándolo a seguir.

-Hacerle la estadía imposible a la niñera. -dijo Hayes- Claro, después de que Connor y yo la besemos, y que Nash se la haya tirado.

-Me gusta cómo piensas, hermano. -dijeron Connor y Nash a la vez.

-No. –dije.

-Ustedes no van a besar a nadie. -dijo Skylynn.

-Y tú no te vas a tirar a nadie. -dije yo apuntando a Nash.

-¿Skylynn no debería haber preguntado que es tirar? -susurró Connor.

-No. -dijo Skylynn, quién lo escuchó- Porque ya lo sé.

Ambos pares de gemelos, abrimos los ojos.

-¿E-enserio? -preguntó Nash- Y... ¿Qué es? -dijo juntando sus manos.

-Es empujar a alguien por las escaleras. -todos suspiramos- Por eso, Amy,-dijo mirandome- deberías dejar que Nash se la tire. -dijo con una vocesita tierna.

-Sí, Amy. Deberías dejar que me la tire. -dijo Nash haciendo la misma voz que Skylynn.

-Eso ya lo veremos. -dije mirando el suelo. Nash me fulminó con la mirada, y se sentó un poco más lejos de mí, pero luego se volvió a acercar y me abrazó por los hombros, y yo lo abracé a él por la cintura.

-Te quiero. -dijo.

-Y yo. -respondí riéndo- ¿Por qué tanto amor así de repente, Nash? -pregunté mientras me separaba de él.

Nash se encogió de hombros.

-Creo que me vino la regla. -dijo.

Los gemelos lo miraron raro, Skylynn no dijo nada, y yo reí como estúpida.

-Bueno, -dijo Connor suspirando- entonces, ¿quedamos en que ése es el plan?

Entre todos nos miramos y asentimos.

-Sí. -dijimos Nash y yo a la vez.

-Claro. –dijo Skylynn.

-Perfecto. -dijeron los gemelos.

Luego de esa reunión de hermandad, cada uno se fue a su respectiva habitación, para preparar una mochila.

En la mochila, metí cuadernos de años anteriores que ya no usaba, y horrible camisón de lana que mi mamá me regaló (aún sabiendo que yo jamás me pondría esa cosa llena de unicornios). Me colgué la mochila al hombro y salí de mi habitación. Toqué la puerta del cuarto de Nash, y éste salió con una mochila.

-¿Qué has puesto en la mochi? -preguntó mientras cerraba su puerta.

-Libros viejos, y el camisón que mamá me regaló. ¿Tú? -Nash rió.

-Libros viejos, una tablet que rompieron los gemelos, y el horrible pijama que mamá me regaló. -Nash y yo chocamos los cinco, mientras que los gemelos y Skylynn salían de sus respectivos cuartos.

-¿Qué pusieron ustedes, chicos? -pregunté.

-Yo puse ponys y caballitos de peluche rotos. -dijo Skylynn- Y también el pijamita que mami me regaló.

-Yo puse la play rota, -dijo Connor- libros viejos, y el pijama que mamá me regaló.

-¿Y tú Hayes?

-Lo mismo que Connor, sólo que en vez de play, puse una almohada pequeña.

-Entonces, todos nos estamos deshaciendo de los regalos del día del niño de mamá. -dijo Nash.

-Así parece. -dijo Connor riéndo- Bueno, vamos.

-¿Recuerdan el plan? -pregunté.

Los gemelos y Nash asintieron, al igual que Skylynn.

-Tenemos que decir que Amy y Nash irán a estudiar a la casa de un compañero, -dijo Hayes- que resulta que es el hermano mayor de un amigo nuestro, y que también iremos a estudiar a su casa, y que llevaremos a Sky para que juegue con la hermana pequeña de ellos.

Skylynn, Connor, Nash y yo asentimos.

-En marcha. -dijo Connor.

Bajamos las escaleras, y caminamos en dirección a la cocina.

-Ma, pa. -dijo Nash.

-¿Qué sucede hij...? -papá se dio vuelta y nos quedó mirando raro.- ¿Por qué llevan la mochila, chicos? ¿Y por qué van todos juntos? -mamá también se volteó, y nos miró esperando una respuesta.

-Nash y yo irémos a estudiar a la casa de un amigo de la escuela. -dije.

-Sí, y ese amigo, es el hermano mayor de un amigo nuestro, con el que también irémos a estudiar. -dijo Connor.

-Y tienen una hermana de la edad de Sky. -dijo Nash- Así que la llevaremos para que jueguen juntas.

-¡Sí! -dijo Skylynn.

-De... ¿acuerdo? -dijo mamá.- Que lo pasen bien, chicos. -Mamá se acercó y nos dió un beso en la mejilla.

-Pórtense bien. -dijo papá.

-Claro. -respondimos todos.

Salimos de casa, y nos subimos a nuestra camioneta, y con nuestra, me refiero al regalo de cumpleaños número 17 de Nash.

Nash se sentó en el asiento del conductor, y yo en el del copiloto. Los gemelos y Sky, se sentaron en el asiento de atrás, y en el asiento trasero, tiramos nuestras mochilas.

-Conduce, bro. -dije.

Nash encendió el auto, y partimos todos juntos al Target, para comprar las cosas que nos harían falta para espantar a la nueva niñera.

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