Siete

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Cómo les fue, niños? -preguntó papá mientras tomaba de los brazos de Nash a una dormida Skylynn.

-Genial. -respondí.

-Síp. -Nash tomó la mochila de Skylynn, que mamá íba a tomar.

-Deja, cariño, -dijo mamá dulcemente, pero frunciendo el ceño- yo la llevaré a su habitación. -volvió a tomar la mochila, pero Nash la jaló hacia él.

-No. -dijo serio, pero luego sonrió- Me queda de paso, mami. -Nash tironeó de la mochila, y cuando logró sacarla comenzó a subir las escaleras, pero papá lo tomó del brazo y lo hiso dar media vuelta.

-¿Hay algo que intentas ocultarnos, Nash? -Nash negó.- Entonces dame la mochila de Sky.

Nash le estiró la mochila a papá, y éste la tomó, para después pasársela a mamá.

Mamá miró a Nash, y luego abrió la mochila de Sky.

Nash apretó los ojos, y yo sonreí internamenete. Si el estúpido supiera lo inteliegente que soy...

-¡¿Pero qué significa ésto?! -Nash abrió los ojos.

-Mamá, te juro que lo sentimos, nosotros... -Nash calló al ver el interior de la mochila.

-Perdón, mamá. -dije yo, poniéndome frente a Nash.- Es que... Sky sólo quería mostrarle a la niña, Anna, sus juguetes. -apunté los juguetes deshechos de la mochila de Sky.- Pero Anna es muy envidiosa, ma. Entonces se enojó porque Sky tenía juguetes más lindos que ella, y se los rompió.

Ustedes estarán con ésta pregunta rondando por sus cabezas: ¿Qué juguetes? Y la respuesta es: Los juguetes que Sky llevó para rellenar su mochila. 

Los pijamas que a todos nosotros nos producen vomitar, los dejé en un banco de McDonalds.

Sí, lo sé. Soy una genia.

-¡Dios! -exclamó mamá horrorizada- ¡Qué asco de niña! ¡Voy a llamar a sus padres!

-¡No! -exclamé- Yo... Ya les dije. -hice una sonrisa forzada- Y... ellos la castigaron, y no la dejarán ir... al parque mañana. -me encogí de hombros.

-Mh. -mamá negó con la cabeza- Está bien, hija. -sonrió de lado- Vayan a sus habitaciones, yo me encargaré de deshechar ésto. -apuntó la mochila.

Luego, se dio media vuelta y se fue.

-Yo sé que ustedes están tramando algo... -susurró papá, antes de pasarme a Sky, e ir detrás de mamá.

-¿Y ésto cuándo pasó? -dijo Nash mirándome.

-¿A qué te refieres? -pregunté.

-A lo de los juguetes. 

Yo reí.

-Ah, es que, al subir al auto, dejé las cosas allí y volví a poner las que íbamos a deshechar en las mochilas. -los gemelos, que se habían mantenido en silencio (algo poco común) durante todo el rato, rieron, y luego miraron sus mochilas, para comprobar que lo que yo decía era cierto.- Lo guardé de nuevo, Uno: Porque necesitábamos esconder las cosas, y, ¿qué mejor lugar sino en nuestro auto, al cuál mamá y papá nunca se acercan?. Y dos: Porque seguro que luego mamá buscaría nuestras cosas.

-Entonces... -comenzó Hayes- ¿Aún tenemos los libros, las cosas inservibles, y... ésas cosas que mamá llama pijamas? -preguntó temeroso.

-Sí... aún tenemos los libros y las cosas inservibles, pero de los pijamas ya me hice cargo. -le guiñé un ojo.

-Genial. -dijeron Connor y Hayes a la vez.

-Bueno... -dije comenzando a subir las escaleras.- Yo dejaré a Sky en su habitación y me daré una ducha. 

-De acuerdo.

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Yaaaaa lo sé, capítulo regla, pero bueno, estaba aburrida, y sólo salió hasta "-Me iré a duchar. -De acuerdo".

Si me dan ganas de escribir más... Pues, lo haré!

Kisses, babes!

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