Llegó el día del campamento. Estaba ansiosa de lo que haríamos. Subimos a los buses y me senté a lado de Eijiro a lado de la ventana. Hablamos todo el camino.
Después de lo que parecía una hora se detuvo el bus para tomar un descanso. Me dirijo al borde del mirador para ver la vista.
—Pero que hermosa vista!—miro a mi izquierda y veo un carro
«Y eso?»
—Hola, Ereaser—una voz sale del carro
—Cuánto tiempo
Del carro salieron dos mujeres, una vestida de rojo y la otra de celeste, e hicieron su presentación. Se llamaba Wild Pussycats
—Me encantaría presentarles las heroínas profesionales, Las Pussycats
—Uno de los cuatro equipos de héroes que fundo la oficina de Atención de la Unión!—Deku había entrado a modo friki—Se especializan en operaciones de rescate de montaña y son veteranos en su campo! Tienen 12 años de experiencia...—
La mujer vestida de celeste puso su mano en la cara del peliverde callándolo.
—Tengo 18 de corazón! De corazón!
Saludamos a pedido del profesor Aizawa
—Toda esta tierra es nuestra. Se quedarán al pie de aquella montaña
—Huh? Entonces por qué nos detuvimos si estamos a mitad de camino?—pregunta Uraraka
—No me digas...
—No puede ser...
Al entender a lo que se referían lentamente me fui acercando al bus.
—Volvemos al autobús? Rápido
—Sí, hagámoslo
—Ahora son las 9:30. Si se apresuran, tal vez se hagan las 12
Todos comenzamos a correr hacia el bus.
—Los gatitos que no lleguen a las 12:30 no almorzaran
Frente nuestro apareció la chica vestida de celeste y activó su quirk. La tierra se movió y nos lanzó por la colina. Activo mi quirk haciéndome crecer mis cuernos y hago que mi oscuridad se clave en la colina para amortiguar la caída.
—Oigan! Es propiedad privada, así que pueden usar sus quirks! Tienen tres horas! Lleguen allá con sus propios pies después de pasar por el Bosque de las Bestias!
—Bosque de las Bestias!—Deku al igual que los demás veíamos al bosque
—Suena a nombre de Dragon Quest!—comenta Kaminari
—Kiri, estas bien?—me acerco al pelirrojo
—Sí! Y tú?
—También. Sabes? Tengo curiosidad porque le dijo Bosque de las Bestias
—La U.A siempre hace estas cosas—se queja Jiro
—Que se le puede hacer—me encojo de hombros
Mineta sale corriendo hacia el bosque para orinar, pero es interrumpido por la aparición de una criatura.
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Koda trata de calmarlo con su quirk sin éxito. Con esfuerzo me transformo en un oso, rujo y me dirijo hacia la criatura para detenerlo por sus colmillos grandes. Al ver que Midoriya había rescatado a Mineta procedí a querer tumbarlo.
Veo que Todoroki había congelado las patas de la bestia.
Iida le pega a la criatura con una patada potenciada por su Recirpo Burst destruyendo un brazo y Bakugo destruye el otro. Midoriya acaba con él.
Retrocedí para ir por mi ropa.
—Por qué no comentaste que podías hacer eso?
—Porque al transformarme me quedo desnuda—señalo mi ropa
—O-Oh
—Me lo das?
Junta la ropa y me lo da. Yo lo tomo con delicadeza entre mis garras y me dirijo detrás de un árbol mientras me destransformo. Me pongo la ropa y salgo para ayudar a los demás.
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Todos habíamos llegado cansados por enfrentar varias criaturas de tierra. Estaba en la espalda de Eijiro con el cuerpo sin energías tanto que no podía mover un músculo ni mantener los ojos totalmente abiertos.
Aunque le decía que me baje me siguió cargando llevando sus cosas y las mías a nuestros cuartos y luego me ayudó a sentarme junto a él. Con mucho esfuerzo comí el primer bocado y luego los siguientes. Ya comiendo la mitad recuperé algo de energía para comer con normalidad. Paré un momento y apoyé mi cabeza en su hombro cerrando mis ojos. Sentí como se tensaba.
—Gracias por ayudarme cuando estaba cansada. No tenías que hacerlo. Podía usar mis propios pies para caminar
—Pero si apenas podías mover un músculo, idiota
Abro mis ojos mis ojos encontrándome con Bakugo mirándome.
—Cállate Bakugo—le señalo con pereza
—Es lo que un hombre debe hacer, ayudar cuando alguien lo necesita
—Te atreves a usar mis propios hechizos contra mí, Potter?—pico con mi dedo la mejilla a Eijiro
Escucho al pelirrojo reír. Muevo mi cabeza para verle el rostro y sonrío débil.
«Me gusta mucho su radiante sonrisa»
Me separo para seguir comiendo. De verdad tenía mucha hambre.
