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Después de despertar a Yena, caminaron hacia la entrada de la escuela. Yuri tenía puesta una bota ortopédica en el pie derecho.

- Voy a pagarte un taxi para que vuelvas casa.- La castaña buscaba remediar en algo el accidente.

- No es necesario, el esguince no fue tan grave como parece.-

- Pe... pero...- Yena no pudo hablar porque Yuri la detuvo.

- En serio, estoy bien.-

- Entonces déjame acompañarte.-

Yuri seguía haciendo gestos de negación. Yena iba a hablar nuevamente, pero ahora era Chaewon quien la interrumpía.

- No sigas insistiendo, ya te dijo que no es necesario.-

La pelinegra hizo una reverencia a las dos mayores y tomó el camino contrario a ellas. Yena mantuvo sus ojos en la delicada chica hasta que se perdió en el horizonte.

- ¿Tienes el número de Yuri?- Mientras caminaban, la castaña preguntaba a su amiga.

- No. ¿Para qué lo quieres?-

- Quiero llamarla más tarde, para saber si llegó bien a casa.- Yena torcía sus labios, pensando. - ¿De verdad que no lo tienes? Digo... van al mismo club.-

- Que vayamos al mismo club no significa que seamos amigas que comparten sus números de celular.-

La castaña encontró que tenía un buen punto, pero no quería rendirse.

- ¿Crees que Yujin lo tenga?-

- Puede ser, ella es mucho más sociable que yo.- Chaewon miró de reojo a su acompañante, quien estaba más silenciosa de lo normal. – Pero Yena, pienso que no deberías seguir incomodando a Yuri. Ya suficiente tuvo con que le cayeras encima.-

- Ese es justamente el asunto, no quiero que piense que lo hice de adrede o que no me importó la consecuencia que tuvo.-

- Ya le pediste disculpas, con eso basta.- La pelinaranja suspiraba. – Ese es tu mayor problema, eres demasiado buena persona.-

A la mañana siguiente, Yena tomó desayuno rápidamente y se marchó a la escuela. Quería llegar temprano para encontrarse con Yuri y poder saber cómo se encontraba luego de la caída. Le había sido imposible obtener el número de la pelinegra, puesto que Yujin tampoco lo poseía.

La castaña esperaba en la entrada, cuando de pronto vio a lo lejos a una chica que se acercaba cojeando. Iba a ir en su encuentro, pero Yiren se le adelantó, claramente no con la intención de ayudarla.

- Veo que la pueblerina ahora tiene una pata de palo. ¿Cuándo te vemos en silla de ruedas?-

Yuri intentaba fingir que no escuchaba y se mantuvo caminando.

- Me gusta que me miren cuando hablo.- La chica china se paró en frente de la pelinegra y le dio un empujón hacia atrás; ésta no pudo mantener el equilibrio y cayó sentada.

-¡Qué hiciste!- Yena llegaba corriendo al lado de ambas. – Ven Yuri, apóyate en mi brazo.- Se agachó para poder ayudarla con mayor facilidad a levantarse. - ¿Cómo está tu pie?-

- Es... está bien...- La pelinegra tenía una expresión de dolor, pero que fue rápidamente olvidado cuando notó lo cerca que estaba del rostro de Yena. –E... el timbre... es... esta... a... punto de... so... sonar...- Sus palabras estaban llenas de nerviosismo.

Haciendo una mueca de desagrado, Yiren les dio la espalda a las dos chicas y se fue del lugar.

- Pon tu brazo en mi hombro, te acompañaré a tu sala de clases.- Yena seguía totalmente pendiente de Yuri.

To Reach You  ~ Yenyul / Ssamyen ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora