22. Te necesito

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Luego de unos minutos buscando la enfermería, finalmente golpearon la puerta pero nadie contestó.

- Es probable que la enfermera esté en el gimnasio para encargarse de los primeros auxilios.- Chaewon decía mientras tomaba la manilla de la puerta y la abría, en efecto, el lugar estaba vacío. – De todas formas no creo que haya problemas si usas una camilla.-

Dentro de la habitación, Yena seguía farfullando contra Yuqi.

- La odio, la odio, la odio. En el partido me voy a encargar de gritarle en la cara cada punto que hagamos.-

- Vamos, tranquila. Sabes como es ella, no tienes que ponerte así.-

- Es precisamente porque la conozco es que la odio tanto. Aish, además ¿De dónde saca tanta confianza? Aaarrgggh ¡Yo voy a ser la que barra el suelo con ella!-

- Creo que es la primera que te veo tan estresada por alguien. Ven.- Chaewon hizo que la castaña se sentara en el borde de una camilla. – Necesitas descansar y calmarte. ¿Quieres que te ayude a desestresarte?- Se sentó a su lado y la miró fijamente a los ojos.

Yena tragó saliva, con aquella pregunta su mente se llenó de pensamientos muy poco inocentes. Apuntó su vista a los labios de la pelinaranja y luego sacudió su cabeza para volver en sí.

Chaewon sonrió de lado e hizo que la castaña se recostara boca abajo, a la vez que ella, sentada en una orilla, se disponía a masajearle los hombros y la espalda.

- Así que se trataba de un masaje.- Suspirando, Yena pensó en voz alta. De cierta forma se sentía aliviada.

- ¿Ah? ¿Acaso estabas pensando en otra cosa?-

- ¡Claro que no!- La castaña negó rápidamente y ocultó sus rostro entre sus brazos.

Cuando comenzó a relajarse, fue inevitable empezar a pensar en lo que había sucedido más temprano. No pensaba demostrar piedad ante Yuqi y su equipo, quería darle una lección y destrozar su exceso de confianza.

También llegó a su mente Yuri, le alegró volver a ver la dulce sonrisa de la menor, hasta ese momento no había reparado en lo mucho que la extrañaba y anhelaba volver a interactuar con normalidad con ella. Con mayor razón Yena deseaba lucirse en la cancha, para que pudieran ganar y así verla nuevamente sonreír. Además, le era imposible sacar de su cabeza lo hermosa que se veía hoy, era un verdadero ángel caído del cielo.

Aún con la imagen de la pelinegra en su retina, los ojos de la castaña habían comenzado a cerrarse, sin embargo volvió a abrirlos rápidamente al sentir un peso sobre sus piernas y un cuerpo que se recostaba en su espalda, a los segundos sintió los labios de Chaewon en su nuca, dejando suaves besos en la zona.

- ¿Cha... Chae?-

- Pensé que quizás el masaje no era suficiente.-

Como pudo, Yena se volteó en la camilla y consiguió sentarse. La pelinaranja seguía en sus piernas.

- No creo que sea buena idea hacer esto acá...-

- Lo dice la que hace un momento atrás tenía pensamientos sucios.-

- ¡Es... estas equi... equivocada!- El rostro de la castaña estaba visiblemente sonrojado.

- Está bien, como tú digas.- Chaewon soltó una pequeña risa, se levantó y volvió a posicionarse en el borde de la camilla.

Yena intentaba calmarse, pero a su mente vino el recuerdo de sus encuentros anteriores y sintió como estaba en lo cierto cuando al principio intentaba no quedarse a solas con la pelinaranja, porque sabía lo peligroso que podía ser aquello y comenzaba a intuir lo que ella misma estaba buscando.

To Reach You  ~ Yenyul / Ssamyen ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora