To Reach You ~ Yenyul / Ssamyen ~

37. Nuevo comienzo

Los espectadores estaban presenciando un gran alboroto en la cancha. Mientras el personal médico estaba revisando a Yena, las jugadoras de ambos equipos estaban enfrascadas en una discusión.

Como podía, Minju intentaba calmar a sus compañeras, las que estaban defendiendo como fieras a su capitana del enojo de las contrincantes.

- ¡Deberías estar apoyándonos!- Una de las estudiantes de SOPA le decía a la pelicafé.

- Pe... pero...- Minju estaba a punto de colapsar de un ataque de nervios, incluso veía a los entrenadores discutiendo entre sí.

Wonyoung también se encontraba muy nerviosa por la situación, sobre todo luego de ver lo preocupada que estaba Yujin por el golpe hacia la castaña. Trató de alejarse de donde estaba la pelea, pero por el solo hecho de pertenecer a SOPA el público comenzó a abuchearla y algunas jugadoras de Hanlim se acercaron a increparla.

La menor estaba a punto de llorar cuando su princesa azul llegó a salvarla.

- ¡No la molesten! ¡Ella no tuvo nada que ver!- Yujin se ponía entre Wonyoung y sus compañeras de equipo, las cuales al notar su expresión seria, muy extraño en la alegre cachorro de Hanlim, se intimidaron y dejaron tranquila a la chica alta del otro bando.

- Perdón por lo que pasó.-

Yujin negó con su cabeza y se acercó a abrazar a la contraria.

- La única que tiene que disculparse es su capitana.- Al oír el silbato del árbitro, que había logrado controlar el ambiente, se giró hacia él y vio como éste hacia señas para que se llevaran a Yena en camilla. – Perdóname, tengo que ir a ver a Yena Unnie.-

- Si, anda.- Wonyoung se soltaba de sus brazos, no sin antes dejar un beso en la mejilla de Yujin, quien quedó unos segundos inmóvil y con su rostro ruborizado.

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Al despertar, se encontró con un techo conocido. Para su mala suerte no era la primera vez que terminaba en la enfermería.

- Me alegra que despertaras.- La enfermera le hablaba con un tono suave. – Parece que serás mi cliente frecuente.-

- Es que la extrañaba.- Yena siguió el juego de la mayor, la cual rio y le acercó un vaso con agua junto a unas pastillas.

- Son antiinflamatorios.-

La castaña ladeó la cabeza, trataba de procesar lo que había pasado. De pronto, abrió los ojos de par en par.

-¡El partido!- Se levantó bruscamente y al poner el pie izquierdo en el suelo, un gran dolor le atravesó hasta el alma. - ¡Aaaaaaaaaaayyyyy!- Volvió a tumbarse en la camilla.

- Siempre tan atolondrada.- La enfermera movía la cabeza de un lado a otro. – Tienes que mantenerte acostada. En el accidente que tuviste, se torció tu tobillo. Por lo hinchado que se ve, vendrán a buscarte para llevarte al hospital a hacerte exámenes. Sospecho que mínimo tienes un esguince grado II.-

- ¿Eso es malo?- Yena no había entendido el nivel de su lesión.

- Si, muy malo.-

La castaña suspiró, eso significaba que no podría volver al partido, e incluso, si ganaban, ponía en riesgo su participación en la final.

- Por cierto.- La adulta llamó su atención. – Afuera hay dos señoritas que están desesperadas por verte. ¿Quieres que las haga pasar?-

Yena imaginó que una de ellas podía ser Yuri, pero quién sería la otra persona, ¿Yujin? La castaña asintió, por lo que la enfermera fue a buscarlas. Pasaron unos segundos, para que viera cruzar por el umbral de la puerta a su novia y a Chaewon.