To Reach You ~ Yenyul / Ssamyen ~

31. Hamyul

¿En qué estaba pensando cuando le dijo a Yuri que le gustaba?

Ni Yena misma sabía aquello. Simplemente se había dejado llevar por el momento, puesto que ni siquiera tenía en su mente declararse en ese instante. Definitivamente no fue su cerebro el que actuó, había sido su corazón.

Todos los problemas que tuvo en el pasado habían sido precisamente por ignorarlo o por creer falsamente que lo entendía. Si desde el primer beso que tuvo con Chaewon hubiese comprendido que su corazón no estaba a gusto ahí y que solo su cerebro era el que le decía que debía estar junto a ella para mantenerse como amigas, las cosas habrían tomado un rumbo diferente desde el inicio y quizás, se hubiese evitado el sufrimiento que causó por culpa de sus indecisiones.

Estaban en lo correcto cuando la describían como una persona impulsiva. Sabía que se dejaba llevar fácilmente por las situaciones, pero al menos en esta ocasión le había sido de gran ayuda para al fin sacar a luz sus sentimientos.

Mientras caminaba, no dejaba de recordar los suaves labios de la pelinegra, ni las hermosas facciones de su rostro iluminado con las tenues luces de la calle y la luna.

Al llegar a su calle, decidió ir a la casa de Yujin. Necesitaba comprobar que no estaba soñando.

- ¡Unnie, hola!- La recibía animadamente su amiga.

- Pellízcame por favor.- Yena tenía la mirada perdida.

Sin entender mucho, la menor simplemente se limitó a hacer lo pedido.

- ¡Aaaaayyyyyy!- La castaña alejó de inmediato a Yujin y llevaba su mano a la mejilla enrojecida por el apretón. - ¡¿Era necesario hacerlo tan fuerte?!-

- Tú me dijiste.- La chica alta elevó sus hombros.

- ¡Pero te aprovechaste!- Yena seguía acariciando su mejilla.

- Ay Unnie, tu siempre exageras. Además... ¿Por qué querías que hiciera eso?-

- Porque creo que estoy en un sueño.-

- Por tu grito creo que no lo estás.-

- No si eso me quedó claro.- La mayor suspiró. - ¿Puedo pasar?-

Yujin asintió.

Una vez dentro, la castaña explicó la razón de su estado. La chica alta quedó inmóvil al oírla.

- Unnie, no seas mentirosa. Te está creciendo la nariz.-

Yena asustada llevó la mano hacia su nariz. Después de darse cuenta de la estupidez que estaba haciendo, sacudió la cabeza y lanzó a Yujin un cojín que tenía cerca.

- ¡Idiota, no estoy mintiendo! Es verdad que Yuri y yo somos oficialmente novias.-

- Espérame un poco.-

Yujin se levantó con una expresión seria y dejó sola a la mayor en la habitación, quien la siguió con una mirada extrañada. No pasó mucho tiempo para que escuchara un grito y viera volver a su amiga dando enérgicos saltos.

- ¡Unnieeeeeeeee! ¡Lo hiciiiiiiiste!- La chica alta se abalanzó hacia la castaña, tomándola en brazos y haciéndola girar repetidas veces. - ¡Pensé que me iba a morir esperando!-

- ¡Suéltame suéltame! ¡Me estoy mareaaaando! ¡Voy a vomitaaaar!-

La menor se detuvo y finalmente la dejó en el suelo. Una aturdida Yena se sentó y buscaba mirar un punto fijo. Una vez recuperada, volvió a hablar.

- ¿Qué fue eso?-

- Salí para llamar a Yuri y confirmarlo.-

- Espera... ¿En verdad no me estabas creyendo?-