Capítulo 112: ¡Sé que aún hay algo de bondad en él!

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Mientras tanto, en Las Tierras Del Reino, Sarafina y Elanna, mantenían una conversación:

—Puedes creer lo que hizo ese desalmado, Elanna; ¡Mordió a Minka!, afortunadamente la herida no fue muy profunda que digamos. Rafiki pudo curarla sin mayor dificultad.

Elanna estaba muy pensativa. En su rostro reflejaba una gran melancolía y añoranza por un pasado perdido.

—¿Qué habrá sido del dulce león que conocí?, día a día lo desconozco más.

—¿Sabes, Lannie?, tal vez te suene raro lo que te diré, pero yo creo firmemente que el amable y dulce Taka, aún sigue viviendo en el fondo del corazón de Scar —, afirmó Sarafina con mucha seguridad —. Si él fuera tan malo, hubiera dañado más a Minka, sin embargo no lo hizo. Por eso creo que aún queda un poco de bondad en él. Aunque sea mínima, y casi imperceptible.

Elanna sonrió. Sarafina prosiguió su discurso:

—¿Sabes algo más?, antes le tenía mucho rencor, por lo que nos hizo a Mheetu y a mí —prosiguió Sarafina–, ahora lo único que me inspira es compasión sincera.

Elanna se quedó pensativa unos segundos, después, exclamó:

—¡Por los dioses, cómo adoré a mi esposo! No entiendo qué lo hizo engañarme con Zira. A pesar del tiempo, me sigue doliendo terriblemente. Scar aún representa una herida muy profunda, que no he logrado sanar.

Sarafina se acercó a Elanna, frotando su cabeza contra la de ella, cálidamente y con los ojos cerrados.

—Te entiendo más de lo que crees, pues a mí también me lastimó; cuando me dijo que Mheetu no era ningún producto del amor entre él y yo, cuando me dio a entender que todo había sido mentira, casi me muero de la tristeza.

—Has sido tan buena amiga, Saffy, y tu compañía me ha hecho tan bien todo este tiempo —Le dijo Elanna agradecida—; me comprendes y te comprendo. Fuiste lastimada por ese león de melena negra, y gracias a tu experiencia me estas ayudando a salir de la depresión en la que me he visto inmersa. Gracias a ti, mis heridas ahora se han vuelto menos dolorosas cada vez. Ahora veo por qué mi hermana te aprecia tanto. Eres una gran amiga.

—Yo también lo creo —Le dijo Sarafina con una dulce sonrisa—: Desde que llegaste a esta cueva, sólo nos has traído felicidad a Nala y a mí.

—Por cierto —, interrumpió Elanna— ¿Cómo estará tu hija? ¿Crees que esté bien?

—Yo tengo fe ciega en que Aiheu cuida bien de ella –aseguró Sarafina—; Yo lo sé. Me lo dice mi corazón de madre.

—Verás que así será. Nala es muy inteligente. Sé que ella llegará con buenas nuevas para todos –Aseguró Elanna, buscando brindar aliento a Sarafina.

—Bueno querida Elanna, voy a salir a ayudar a la cuadrilla de caza. Llevan muchos días sin conseguir más que liebres para comer, y el pleito con Scar, inició precisamente por eso.

—Eres muy bondadosa, Sarafina —comentó Lannie con una amplia sonrisa–, a pesar de que ya no vives en la roca del rey, y de que ya no perteneces a la cuadrilla de caza, te solidarizas con ellas y les ayudas.

—Gracias, Lannie –asintió contenta, Sarafina—, la verdad, estoy muy preocupada por ellas; Scar las trata con una tiranía terrible y la comida escasea. Es importante que las ayude. Además si hay una razón por la que no me he ido a vivir con mi esposo Shizazen a su reino, es porque me prometí no dejar a Sarabi sola en estos momentos tan difíciles

Elanna se sintió un poco culpable.

—Si yo supiera cazar iría contigo para ayudar también. En algún momento Scar quiso enseñarme, pero en realidad aprendí muy poco.

— ¡Ooh, Elanna! No te preocupes por eso –repuso Sarafina—, yo no pienso mal de ti. Sé que es algo muy difícil para tí.

Elanna hizo un gesto de reverencia y exclamó:

— ¡Muchas gracias por ser tan buena conmigo, Sarafina!

—No, Elanna –repuso Sarafina –, gracias a ti, por ser tan buena amiga... Bien, ahora debo partir. Regreso más tarde.

Y así, Sarafina salió de la cueva, para auxiliar a la desdichada cuadrilla de caza, mientras que Elanna se quedó cuidando la cueva.

El Rey León: LAS MEMORIAS DE SCAR/TAKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora