Capitulo 2: Sin escapatoria

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SeokJin no pudo prestar atención a la clase, toda su concentración se encontraba en las palabras que había oído hace unos minutos atrás, todo lo que había sucedido en una corta fracción de tiempo, Dios, si que había metido la pata.

«¿Sabes que has cometido un gran error? Creo que no me conoces aun ¿o si, Muñequito

Si no lo sabia antes ahora estaba seguro de que había cometido un gran error. Un error que seguro le costaría caro.

«Tienes suerte, esta vez te salvó la campana, la próxima no vendrá nadie a interceder por ti. Nos vemos luego, Muñeco

¿Que hubiese sido de él si Min YoonGi no hubiese aparecido? En realidad no quería saberlo.

«Lo único que te diré es que NamJoon no se quedará tranquilo, te has cavado tu propia tumba Kim SeokJin

Sus manos temblaban al intentar escribir, por lo que su delicada y hermosa letra no parecía más que simples garabatos hechos por un niño de cinco años.

Debía verse patético al estar aterrado de un chico menor que él, pero ¿Y si era cierto aquello que había dicho YoonGi? Estaba acabado, su futuro en ese lugar estaba acabado, el y su gran bocota, ¿Tanto le costaba pedirle que le soltara amablemente?

La hora de clases había finalizado y ya todos se encontraban evacuando el aula, excepto por SeokJin quien le había dicho a su profesora que se sentía mal y que por favor le permitiese estar en el aula hasta que terminase el descanso, obviamente era una mentira, Jin no quería volver a toparse con NamJoon, era una total gallina, pero prefería eso a que él rubio le hiciera daño de alguna manera.

Dios, si que estaba aterrado, ¿Y quien no?

Habiendo oído lo que él, otro en su lugar ya hasta hubiese huido de allí.

—Pero miren a quien he encontrado aquí. —escalofríos era lo único que sintió en el momento en que oyó su voz. —Mi muñequito. SeokJin trago con dificultad mientras oía el cerrojo de la puerta ser pasado.

Oyó los pasos cada vez mas cerca pero el solo mantuvo su vista en su cuaderno, tratando de ignorar lo latidos de su corazón retumbando y el sudor corriendo por su frente. Estaba cerca, podía sentirlo, pero no le miraba, tenia miedo de alzar la vista y toparse con él.

—Estas muy callado, ¿Dónde esta el chico valiente que se atrevió a enfrentarme hace una hora? —el tono burlesco en el que Kim NamJoon hablaba no pasó desapercibido, eso le aterraba más. -tal parece que te hablaron de mi... Imagino que te has de estar arrepintiendo como la mierda en este momento ¿eh Jinnie? —apoyó las manos en la mesa donde se encontraba el castaño, este mismo respirando con dificultad. —mírame cuando te hablo, Kim SeokJin.

Su voz sonó dura mientras le tomaba de la barbilla sin mucha delicadeza y le miraba, los ojos de Jin estaban cristalizados, se notaba el pánico en ellos, para NamJoon no hubo sensación más placentera que ver a aquel lindo chico de esa manera, le miraba como un cervatillo asustado, sin saber a donde ir. —¿Sabes lo muy jodido que estas en este momento verdad? Eres afortunado, otro idiota me hubiera hablado de tal manera y ya estuviese en la enfermería o de camino al hospital, quizás peor.

Jin no pudo evitar temblar al oír lo último.

NamJoon lo tomó de un brazo levantándolo y lo jaló hasta el escritorio tomándolo de la cintura para sentarlo en el y colocarse entre sus piernas acercándose peligrosamente a su rostro deleitándose con su expresión de terror.

Now You're Mine †NamJin†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora