𝐚𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𖦹𝐧
❝¿No es encantador, estar completamente solo? ❞
Beomgyu y Yeonjun despiertan en una caja de cristal, completamente solos, sin recordar nada de sus vidas.
˚ ₊· #2 en 𝗰𝗶-𝗳𝗶 ❪ 27|07|20 ❫♡︎
˚ ₊· #2 en 𝗺𝗮𝘁𝗿𝗶𝘅 ❪ 12|08|20 ❫...
Los dos se miraron desde los extremos opuestos de la caja, sus manos tocaban el cristal y recorrían el cuadrado donde se encontraban.
─ Esto... ¿Tú... tampoco recuerdas nada? ─ preguntó Beomgyu con cierta timidez, comenzó a peinar su cabello hacía atrás, cosa que hacía cuando se ponía nervioso, el mayor no había necesitado mucho tiempo para darse cuenta de aquello.
─ No ─ respondió el otro, sus ojos fueron hacia el exterior, a la oscuridad, algo de luz escapaba de la caja y se reflejaba en el suelo, de un sucio color gris, podía ver las grietas.
─ Pues te veo muy calmado para esta situación ─ Beomgyu sonrió de forma temblorosa, sus manos temblaban aún más, estaba por entrar en pánico de nuevo de solo pensar en aquel extraño encierro y situación.
Yeonjun lo miró con expresión fria e indescifrable, habló con la misma frialdad.
─ En situaciones como estas, uno tiene que estar nervioso por los dos, y él otro calmado por los dos.
Beomgyu lo miró sin saber qué decir
─ Si los dos estuviéramos en pánico, esto sería una batalla a muerte ─ continuó el mayor─. Y si los dos estuviéramos calmados esto sería un aburrimiento mortal.
Sus ojos se conectaron un momento, y Yeonjun pudo ver el segundo en que Beomgyu comprendió y aceptó la verdad.
─ Tienes razón ─ murmuró, mientras continuaba caminando, Yeonjun le siguió, manteniendo la distancia que los separaba.
No supieron cuánto tiempo continuaron haciendo eso, simplemente pareció eterno.
─ ¿Cuánto tiempo crees que haya pasado?
Beomgyu tragó duro, su vista fue al suelo.
─ No lo sé... ─ murmuró─. Me da miedo todo esto, ¿Sabes?
─ Es comprensible ─ dijo Yeonjun─. También tengo miedo.
─ Lo llevas mucho mejor que yo ─ comentó Beomgyu, su sonrisa temblaba y sus manos volvían a agitarse─. No sé nada, ni dónde estoy, ni cómo llegué aquí, ni cuánto tiempo pasó... Estoy aterrado.
Yeonjun lo miró temblar, se acercó a él a paso lento, colocó sus manos sobre sus hombros, y beomgyu lo atrajo hacía él, lo abrazó con fuerza, hundiendo el rostro en su pecho, mientras su cuerpecito se agitaba por el llanto y el miedo, Yeonjun lo abrazó de regresó, frotando su espalda, dejándolo descargar todo lo que necesitaba sobre él.
Los gatunos ojos del mayor miraron hacia la luz cuando notó que está comenzó a ser cada vez más tenue, vió el lugar oscurecer, y todo tomó un color un poco más azul y apagado.
Cuando el menor se apartó del abrazo se encontró todo más oscuro y abrió sus ojos con espanto.
─ Con calma ─ murmuró Yeonjun, llevó sus pulgares hacía sus mejillas, y limpio sus lagrimas─. Deben anunciarnos que es de noche, deberíamos dormir.
─ ¿Quiénes? ─ preguntó Beomgyu.
─ No lo sé... Pero debe haber alguien detrás de todo esto, ¿No crees?
Beomgyu asintió, se apartó de las manos de Yeonjun y miró toda la caja, donde no había nada más que suelo.
─ Supongo que tendrá que ser en él piso ─ musito, y simplemente se recostó allí, Yeonjun se tumbó cerca, mirando hacía arriba, hacía el infinito vidrio de más paredes que no terminaba de crecer.
─ Desearía que fuera una cama ─ murmuró el mayor, y el otro asintió
Y cómo si lo hubieran escuchado, el duro suelo se hundió ligeramente en la suavidad nueva de lo que se sentía como un colchón, ambos miraron alrededor con algo de sorpresa, y al voltear, un par de almohadas igual de blancas los esperaban. Las tomaron con algo de duda, pero en verdad eran simples almohadas, que terminarían acomodando debajo de sus cabezas, Beomgyu medio abrazandola.
─ YeonJun...
─ ¿Sí?
─ ¿Puedo tomar tu mano?
El mayor extendió su mano hacía la de él, tomándola con suavidad, era pequeña, suave y podía definirla como esponjosa.
─ No sé cómo iremos a despertar mañana ─ susurró Beomgyu ─. Pero no quiero perderlo, al menos no estoy tan solo...
─ Tranquilo Beomgyu ─ dijo el mayor, su voz grave sonaba casi inmaculada, imperturbable─. No pienses en esas cosas, sueña un poco para escapar un rato, seguiré aquí.
Beomgyu sonrió, por primera vez, con más seguridad.
─ Hasta mañana.
─ Hasta mañana Beomgyu.
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