By My Side.

Capítulo 32: Quis Custodiet Ipsos Custodes?

Cross fue arrastrado por sombras malignas, esas mismas sombras que lo tragaban entero, cada parte de su ser, sin dejar migajas. Se sentía mal, un súbito sentimiento de arrepentimiento, miedo y tristeza atormentaban su pobre alma, mientras los recuerdos de sus acciones seguían en su mente. Aquellas visiones, alucinaciones, lo atormentaban y no lo dejaban respirar. Su alma latía ferozmente, su respiración entrecortada, su mente que no paraba de recordar cada uno de sus errores y mentiras. Quería que terminara, quería que acabara. ¿Por qué ahora? ¿Por qué eso exactamente? No quería enfrentarlo, no quería aceptarlo.

Lo siento, lo siento, repetía sin cesar su mente trastornada. Ellos son los culpables, gritaba, ¡Él no tenía la culpa! ¡El solo quería que dejaran de hacer tanto ruido! Padre, padre... ¿Porqué me lo dijiste? ¿Qué acaso no ves que me lastimaste? ¡Cállate! ¡No quiero escuchar tus estúpidos consejos! Gritaba Cross mientras se agarraba la cabeza con ambas manos sin importarle las sombras que había bajo sus piernas arrastrando, dejándose caer en las crueles garras de recuerdos dolorosos. El sonido de una manzana cayendo lo volvía loco, una y otra vez sin cesar. ¿De dónde venía? ¿Por qué exactamente eso? No le importaba, trataba de prestar atención a eso en vez de los recuerdos y sentimientos antiguos que lo llevaban lentamente a la locura. Aunque era inútil, ya estaba en la locura, tal vez le dieran premio al más loco, ¡Hola Dust 2! Pensaba mientras reía con lágrimas cayendo de sus cuencas.

"Sans, quiero hablarte de algo, ven, esto es importante".

"Sans, ¿Qué haces sobre ese árbol? Eres un tonto, si te caes me vas a aplastar".

"¡Oye! ¡Mírame! ¡Seré el mejor nadador de la historia! ¡No como tú idiota!".

"Cross, ¿Crees en el destino? Pues yo...". Los recuerdos se enredaban y lo hacían llorar. El no podía ser débil, ¡Vamos! ¡Deja de llorar! Se gritaba mientras trataba inútilmente de apartar las lágrimas que caían como cascadas.

-Siempre has sido débil Cross-

-¿Chara...?-

-De verdad que eres estúpido... Siempre llorando por tu pasado- Dijo Chara suspirando mientras levitaba cerca de Cross, el cual, estaba la mitad de su cuerpo en las sombras. -Vamos, sonríe, a si tal vez dejas de ser tan tonto-

-¡Chara! ¡Ayúdame! ¡No puedo salir!- Gritaba Cross con dolor.

-Imbécil... Soy un fantasma, no puedo ayudarte, además... ¿No era esto lo que querías? Bueno, Feliz viaje, amigo. 

La forma fantasmal desapareció dejando a un Cross muy abatido y hundido en la desesperación. Unos ojos amarillos lo miraban, viendo como toda la sombra lo devoraba llevándolo a otro lugar. Un lugar... Donde no trataba bien a los pecadores.

Nota: 

Quis custodiet ipsos custodes? Traducción: ¿Quién Vigila a los vigilantes? O ¿Quién custodia a quienes nos custodian?

Esta frase del Latín, tiene su origen en la Sátira VI de Juvenal un autor romano de los siglos I y II d.C (Después de Cristo), esta obra en la que el poeta presenta escenas moralistas de tono didáctico que tratan sobre los vicios o defectos de la mujer, en especial la casada.

Esta frase ha cambiado a través de tiempo, cierto que en vez de referirse a las mujeres y sus actos de infidelidad, ahora se utiliza para describir distintas conductas que ejercen los gobiernos tiránicos o dictatoriales.

¿Quién vigila los vigilantes? Es una pregunta que siempre se ha hecho alrededor del tiempo. Cuando un gobierno, organización, grupo, tiene un poder enorme, puede llegar al abuso de poder y no poder controlarlo. Es por eso que el gobierno, al no tener la suficiente fuerza para aguantar tanto poder, crean grupos o legislaciones que se reparten dicho poder para que todo este no caiga en sus manos. Si esto sucediera llevaría... A una Anarquía o medidas peores.

Pero... ¿Qué sucede cuando dichos grupos o legislaciones llegan al abuso de poder? ¿Quién los vigila? Hay esta la pregunta.