La Guerra finalmente dio fin y Percy no está en su mejor momento después de lo ocurrido pero sus padre con la esperanza de un nuevo comienzo para la joven semidiosa toman la decisión de dejar Nueva York y mudarse a un pueblito en California aparente...
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Verano el sol se filtraba levemente por las cortinas de mi ventana me encontraba recostada sobre el pecho desnudo de Nico y a mi izquierda Jason se aferraba a mi cintura los tres estábamos literal en el octavo sueño.
— Chicos vamos arriba— El sol me dio de lleno el la cara y oculte mi cara el costado de Jason.
— Jason Grace arriba— La voz de Thalía se hizo presente junto a la de Annabeth.
— No quiero— Dije con berrinche.
— Tienes que levantarte— Dijo Annabeth y entonces sentí un tiro en mis piernas y cara saludo al trasero de Frank.— Al baño por favor.
— ¡Frank!— Golpe con mis palmas su trasero y su espalda pero era puro musculo solido, la regadera fue abierta y yo lanzada al chorro de agua.— ¡Mierda esta fría!
— Anda termina de ducharte te esperemos en el comedor— Asentí y el Canadiense cerro la puerta tras el.
Después de terminar mi baño salí encontrando un top negro de tirantes y volados rojo vino junto una falda larga negra de abertura el lado derecho y unas sandalias negras de tiras.
— ¿Pero que?— Dije tomando la ropa.
— Se te vera bien esto es mi regalo de despedida para ti— Dijo una voz chillona a mi espalda— No repara el daño pero... Quería darte algo— Varias maletas se encontraban junto a mi cama.
— Dita— Murmure haciendo una mueca— Ropa, enserio— Levante una ceja.
— No dejare que vayas a un nuevo lugar, con ese estilo desaliñado que te cargas— Dijo esta y me extendió una caja azul de terciopelo— Lo envía tu padre junto con esto.— Dijo ella entregándome un carta— Cuídate mucho pequeña, no cierres el corazón al amor, el te enseño amar pero realmente no significa que el será tu único amor, amar a alguien significa aceptar un cuando esta roto y le faltan piezas por que serán el complemento el uno del otro.— Beso mi frente y desapareció en un humo rosa.
Suspire con pesadez y me vestí rápidamente tuve unos problemas atando los zapatos cuando Annabeth entro y se quedo helada.
— Afrodita paso por aquí— Asentí y me gire a verla.
— Algo me dice que también paso por tu cabaña— Dije entregándole el cepillo y sentándome en la cama.
— Tu padre— Asentí abriendo la caja encontrando con un camafeo con una figura de una mujer grabada unido a un listón de terciopelo negro— Es bonito.
— Demasiado para mi, otra reliquia invaluable que encontró en el fondo del océano— Dije mirando la calidad de la joya.— ¡Por los dioses Annie! Son diamantes—Dije mirando la joya y pasándola a la chica— Un día de estos me van a secuestrar por creer que vengo de familia de alcurnia.
— Bueno eres su única hija.— Dijo ella tomando mi cabello trenzándolo y dejándolo suelto— Siempre le ha gustado darle lo mejor a su única hija.
