Huyendo de todos

XX

Me fui a dormir y como todas las noches desde que Derek no estaba dejaba la ventana abierta con la esperanza de que algún día entrara por ella y se recostara a mi lado, pero al despertar todo estaba igual y esa esperanza moría.

No tarde en quedarme dormido, había Sido un día emocionalmente agotador.

....

Desperté en medio del bosque, justo donde me pare el día que Scott y yo fuimos a investigar el crimen de la muerte de la muerte de la hermana de Derek. Solo que está vez estaba solo y no había nada de luz a mi alrededor, solo la luz de luna que entraba entre los árboles, comencé a caminar en dirección a donde creí estaba la casa de Derek, pero mientras caminaba escuché el sonido de una rama romperse.

-Quien está ahí?.- Grite, no sé porque el gritarle a alguien que se mantiene escondido fue la mejor idea, es obvio que no respondería. Así que simplemente lo ignore y seguí mi camino. Pero justo cuando creí que ya estaba llegando me tope con mis pisadas, estaba dando vueltas, voltee hacia atrás para ver el camino y para mí sorpresa me tope con un bosque obscuro, la luz de la luna había dejado de iluminar mi camino, por lo que supuse que las pisadas que estaban frente a mí no eran mías, me agaché para verlas y al ver la forma me quedé en shock, era la forma de las botas de Derek.

Me puse de pie y está vez no camine, empecé a correr en la dirección de las huellas, no me importaba si caía en un hoyo o alguna trampa para osos, tenía que encontrarlo. Por más que corría no llegaba a ningún lado, y detrás de mí todo se volvía obscuro, después de seguir otro rato escuché de nuevo el sonido de una rama quebrándose.

-Derek!!!.- Grite a la nada, tenía que ser el, no podía equivocarme.

Me quedé en silencio para ver si se escuchaba algo pero todo parecía tan silencioso, incluso mis movimientos, me gire para seguir con mi camino pero las huellas ya no estaban, no había rastro de ellas, como si el sonido de aquella rama fuera una distracción para que no me diera cuenta de que borraron las huellas.

No podía seguir con esto, me senté sobre el suelo y me tape el rostro, las lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro, jamás lo encontraría, todo esto era en vano el ya no volvería. Y justo cuando creí que todo estaba terminado escuché de nuevo algo, pero está vez fue frente a mí, y al voltear me tope con la mirada de un lobo negro que me miraba desde lejos, sus ojos eran azules y con la luz de la luna brillaban más de lo normal. Justo cuando me tope con su mirada desperté sobre mi cama agitado y con las lágrimas sobre mis mejillas.