Durante todo este tiempo me sentía cómoda manteniendo esa imagen de tempano, era bueno ya que no tenía que pretender, no se me complicaba el mantener la cabeza fría ante cualquier imprevisto y manejar las cosas de manera inmediata sin complicarme la vida y la de los demás.
Llegado el otoño mi nana Hella no aguantó más y decidió montarse en un avión para visitarme y cerciorarse que en verdad todo estaba en orden con mi vida y que en efecto yo estaba encontrando esa estabilidad y tranquilidad que necesitaba.
Por Dios Libi, necesitas muebles. No puedes vivir solo con un comedor y un sofá, ¿qué clase de hogar te estás creando? Mi nana parecía realmente enojada por los pocos muebles que mantenía en mi departamento, tranquila nana Hella, pronto verás que conseguiré comprar un buen departamento más amplio y entonces si tendrás a la vista todos los muebles que te gusten.
Me rehusó a verte seguir así por el resto de tus días, sé que en cuanto regrese tu te enfrascas en tu trabajo y no harás nada de lo que te estoy pidiendo así que, en marcha, me dijo una Hella bastante ofuscada, ni siquiera me dejó terminar de tomar mi taza de café, me jaló de la mano y me sacó a trompicones del departamento.
Mi nana no dejaba de sorprenderme, ella ya tenía trazado un plan de mudanza, recorrimos varios lugares hasta que encontramos un departamento bastante amplio con una sala de estar bastante grande como para poner una sala completa, lo que más me encantó fue el hecho de estar a 20 minutos de mi trabajo y tenía varias tiendas que me encantaba visitar cerca de ahí, está bien nana, creo que lo mejor es que lo obtenga hoy mismo. La miré con una sonrisa en su rostro y sentí que fue algo que ella deseaba bastante, después de firmar el contrato fuimos a comer mi pie favorito al waltzing kangaroo no puedo creer que todo se sentía como un sueño, pero ya sabes no es agradable sentir que todo está demasiado bien porque siempre terminas sintiendo que algo malo tiene que pasar. Y si, no me equivoqué, cuando por fin estaba terminando de comer mi último bocado sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y no me gustó para nada.
¿Gustas otro postre o algo de tomar? Pregunté lo más tranquila posible, Sin levantar el pánico en mi nana, miré disimuladamente sin encontrar algo fuera de lo normal. Sin embargo, esa sensación no desaparecía, quise creer que era mi manera de estar esperando siempre lo peor lo que me hacía reaccionar de esa manera. ¿Será acaso que me estaba volviendo una paranoica?
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El Diario de Libi
Teen Fiction¿Alguna vez te has preguntado con cuantos demonios cargas? ¿qué te limita a sentir que eres libre? Para Libi no ha sido fácil enfrentar cada uno de ellos. Son parte de ella, son quienes la han definido, sin saber que hay algo más allá del dolor, ¿Se...