Hoy empiezo el instituto, de hecho, lo empiezo dos semanas tarde, así que se va a notar aún más que soy nueva. Genial.
Cuando llegamos el viernes a la ciudad, nos pasamos el resto de la tarde en casa, y cuando el sábado, a la siete de la mañana, el camión de mudanzas apareció con todas nuestras cosas tuvimos trabajo para todo el día. No fue hasta ayer, domingo, cuando por fin tuvimos tiempo para ver la ciudad.
—¡Vamos Olivia! No querrás llegar tarde el primer día, ¿verdad?
—Ya voy...- digo cansada, antes de servirme una taza de café en mi vaso portátil y seguir a mi madre en dirección a la salida.
Las tres nos montamos apresuradamente en el ascensor para que nos baje directamente al parking del sótano, aunque la verdad es que parece que solo vamos mamá y yo.
Abby esta tan dormida que va medio sonámbula durante todo el camino.—Hoy te llevo en coche porque es el primer día pero una vez estemos adaptadas te vas andando.
—Que sí mamá...
El camino se pasa sorprendentemente rápido. Si en coche tardamos solo diez minutos, supongo que saliendo de casa y andando rápido, a mi me bastará con veinte.
—Primera parada- indica mi madre frenando en la entrada-. Pasa un buen día, cariño- dice acariciándome la mejilla.
No puedo evitar dudar durante unos segundos, aunque finalmente, después de coger una gran bocanada de aire intentando calmarme, abro la puerta del coche y me bajo, enfrentándome así a mi terrible destino.
Me cuelgo la mochila al hombro y me despido de mi madre antes de que arranque el coche de nuevo y se vaya.
Una vez estoy completamente sola -si omitimos a todas las personas que están pasando a mi lado, claro- levanto la cabeza para leer el letrero de la entrada, Lake Washington High School.
—Parece un buen sitio- la voz de mi hermano hace que me sobresalte.
—Pues a mi no me gusta. Hay demasiada gente.
—Mejor. Cuanta más gente, más posibilidades de encontrar a algún rarito que te aguante.
—Era un idiota Luke- digo riéndome por lo bajo.
—Vamos Liv- él era la única persona que me llamaba así- Dale una oportunidad a esto, no me gusta la persona en la que te has convertido.
—Bueno, tal vez si tú y papá sig...
—No vale la pena planteárselo Liv. Ya no- dice interrumpiéndome, y con esta última frase desaparece de mi vista.
El codazo que me da una chica caminando apresuradamente hacia el interior del centro, hace que salga de mi ensimismamiento.
A pesar de ser mi culpa por haberme quedado parada en frente de un lugar tan transitado como lo es un instituto a estas horas, no puedo evitar mirarla con desagrado.—¡Lo siento!- se disculpa ella girándose hacia mi- ¡Voy con prisas!
Es morena, deduzco que latina, de pelo rizado y ojos oscuros y brillantes, lleva unos vaqueros ceñidos y una camiseta delgada de manga larga pegada a su cuerpo, tiene muchas curvas. Sin duda alguna, es una chica realmente guapa, de esas que hacen que la gente se gire y las mire.
—No pasa nada...-murmuro con cara de pocos amigos.
—¿Eres nueva?- pregunta analizándome con la mirada.
—Sí.
—Eso me había parecido... ¿Qué clase te toca?
—Biología- primero me da un codazo y ahora se para a hablarme. Cada día entiendo menos a la gente.
—Vale. Pues ahora, tú también tienes prisa- se acerca a mi decidida y me coge del brazo para echar a andar.
¡¿Pero que hace?!
Las dos caminamos apresuradamente por algunos de los pasillos mientras ella se presenta.
—Me llamo Maya, por cierto- dice sin parar de caminar.
—Olivia- respondo mirandola de reojo con desconfianza.
—La profesora de biología se toma muy en serio la puntualidad, así que prácticamente te estoy haciendo un favor ahora mismo. Si llegas tarde en tu primer día... Date por perdida.
—¿En serio?
—Cuando la conozcas me entenderás.
Y sí, tenía razón. Lo primero que veo al entrar a la clase, es una mujer de unos cincuenta años, mirando fijamente el reloj de la pared, a la vez que observa a los alumnos entrar uno por uno.
Maya me invita a sentarme a su lado y yo por educación, acepto la oferta, aunque en el fondo preferiría sentarme sola.
—Entonces... Acabas de mudarte a la ciudad.
—Sí.
¿Por que quiere saber tanto sobre mi?
¿Porque quiere ser tu amiga tal vez?
—¡Silencio! ¡La clase va a empezar!- grita la profesora, y a partir de ese momento ninguna de las dos vuelve a abrir la boca en toda la hora, la cual aprovecho para observar las personas con las que parece que me va a tocar compartir clase.
***
Cuando la clase termina y Maya ha repasado mi horario, vemos que las dos tenemos una hora libre.
A la mierda tus planes de no tener que socializar con nadie.
—¿Quieres ir a la cafetería o prefieres que te haga un tour por el instituto?
—No es necesario que me acompañes si no...
—¡Claro que sí! No me importa en absoluto- dice sonriendo.
—Bueno pues... Un tour supongo- ella asiente y empieza a andar decidida, indicándome que la siga.
Al final termina enseñándome todo el centro, desde las aulas y el laboratorio hasta la biblioteca y el campo de fútbol.
Lo que más me gusta son las gradas del campo, es un lugar muy grande, y por lo que parece, bastante vacío, así que supongo que iré alguna vez por allí.—Oye... Por lo que he visto, no eres muy buena orientándote. ¿Tienes con lo que volver a casa hoy?
—No, pero sobreviviré con el GPS de mi movil- digo encogiéndome de hombros.
—Mi hermano pasará a buscarme. ¿Quieres que te llevemos con nosotros? ¡Estoy segura de que no le importará!
De nuevo, vuelvo a quedarme en silencio sopesando mis opciones.
La verdad es que no me hace mucha ilusión tener que volver a casa sola teniendo en cuenta que probablemente me perdería. Además, terminaría teniendo que coger un taxi y cuando me preguntarse donde vivo también le diría que no lo sé, quedando de nuevo como una imbécil.
Por otro lado, volver en coche con una chica que acabo de conocer y su hermano mayor, tampoco es muy seguro. Podrían ser asesinos en serie y matarme para luego lanzar mi cuerpo por un puente.
Aunque bueno, siendo realistas, la segunda opción es más poco probable que la primera, así que...
—Bueno, si no os importa...- murmuro aceptando.
—¡Claro que no!- sonríe ella-. Mira, ahora tengo clase, te acompaño hasta la tuya primero y a las tres nos vemos a la salida, él ya estará esperándonos.
—Eh... Sí, vale.
De nuevo, y con una deslumbrante sonrisa, Maya se engancha a mi brazo para echar a andar dirección a mi segunda clase del día.
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¿Que os parece Maya?😙
¿Creéis que se van a llevar bien?

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Souls
RomanceOlivia es el claro ejemplo de una persona rota, sin metas ni razones para volver a ser feliz. Ash lo sabe. Desde el primer día que sus miradas se cruzaron supo que esa chica necesitaba ayuda. ¿Podrá él recomponer los cristales rotos de Olivia? ¿O...