Capítulo 4

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Y justo como me había dicho, cuando termino mi última clase, me dirijo a la salida, donde Maya ya esta esperándome mientras teclea algo en su teléfono.

—Hola- la saludo al ver que aún no se ha percatado de mi presencia, incluso estando frente a ella.

—¡Olivia! ¡Me has asustado!- grita casi lanzando el móvil por los aires.

La verdad es que incluso viniendo de mi, no puedo evitar reírme un poco al ver tan exagerada reacción.

—Soy una persona muy asustadiza ¿vale?- dice justificándose.

—Sí, lo veo.

—¡Mira! ¡Allí esta!- dice cambiando drásticamente de tema al ver un coche acercándose a nosotras.

Una vez se para, la ventanilla del conductor baja lentamente, dejando ver a un chico, no muy mayor que nosotras, bastante parecido a Maya, lo cual implica que también es muy guapo.

—¡Max!- lo saluda Maya alegremente.

—¡Hermanita!- responde él sonriendo, antes de posar sus ojos en mi.

—¡Esta es Olivia, mi amiga! Olivia, él es mi hermano, Max- explica tirando de mi para acercarme a ella.

—Encantado de conocerte, Olivia.

—Igualmente- respondo algo incómoda.

Por si no lo habéis notado, lo de socializar no es lo suyo...

Cállate conciencia estúpida.

Maya no tarda en tirar de mi para que suba al vehículo. Por suerte, no me deja sola en la parte trasera y se sienta conmigo, dejando así, el asiento de copiloto vacío.

—¿A dónde vamos, señoritas?

—A llevar a Olivia a su casa. Es nueva en la ciudad- explica Maya antes de enseñarle con el móvil mi dirección a su hermano. 

—¡Caro!- asiente él- Aunque... ¿Tenéis prisa? Porque si no os importa, primero debo hacer una parada.

Maya me mira esperando una respuesta por mi parte.

—Eh...

¿Ves? Esto te pasa por dejarte engatusar. A saber a donde te llevan ahora.

—Supongo que no...

Eres tonta.

—¡Perfecto!- responde Max alegremente- ¡Pues vámonos! Solo será un segundo.

—Eso dices siempre- le responde Maya rodando los ojos.

Me paso el resto del trayecto en silencio escuchando la gran conversación que mantienen los dos hermanos y respondiendo solo a las preguntas dirigidas específicamente a mi.

—¿Te gusta la música, Olivia?- me pregunta Max.

—Sí...- pregunto algo confusa.

¿A que viene esa pregunta?

—Solo te esta tirando indirectas para pedirte que escuches a su grupo- me susurra Maya riéndose.

—¡No es verdad!- se defiende él- Aunque ya que lo mencionas...- y seguidamente empieza a hablarme de un supuesto grupo de música que creó hace unos años con unos amigos suyos.

—Solo han actuado con público dos veces- me susurra Maya poniendo los ojos en blanco.

—¡Mentira!

—Papá y los abuelos no cuentan como público, Max.

—¡¿Por qué no?!- se lleva una mano al pecho, ofendido-. Bueno, de todos modos... la industria musical es muy complicada.

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