Dos: Jaemin.

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—Excelente, ¿podría colocar su mano en su hombro? Gracias, es perfecto.

La habitación es mayormente iluminada por el flash de la cámara, Na Jaemin desde una esquina se asegura que todo vaya bien, que cualquier problema que surja se resuelva con prontitud. Aparta su atención de la pareja de modela para un catálogo de vestidos de novia para poder atender la llamada de su padre. En resumen, le dice que todo está bien ahí, que falta poco para terminar, finaliza diciéndole que saliendo de ahí pasará por la empresa.

Cuando el señor Na era joven su pasatiempo era tomar fotos, lo que comenzó como diversión se volvió su medio para subsistir, asistía a fiestas y capturaba cada momento, con sus ahorros (y el apoyo de sus padres y amigos) logró abrir un estudio, ya no solo tenía que salir en busca del trabajo, ellos llegaban a él. Poco a poco el negocio fue creciendo, contrato a más personas, se trasladó a un lugar más amplio. Hasta que llegó un proyecto que cambiaría por siempre las cosas, una revista bastante popular en aquel tiempo. Ahora, el estudio fotográfico Na está entre los más solicitado de todo Seúl. Las personas hacen fila para tener una sesión de fotos por ellos, así como las marcas tratan de firmar largos contratos.

El hijo del señor Na, Jaemin, heredó los talentos de su padre con las cámaras, sin embargo, prefirió enfocarse más en las finanzas, ya terminó la universidad, pero él sigue buscando prepararse adecuadamente, para que cuando sea su turno de dirigir la empresa pueda hacerlo bien, aunque de vez en cuando se encarga de algunas sesiones.





Es un alivio tener un vehículo para transportarse, puede salir a la hora que quiera e ir a donde quiera, solo necesita tener el tanque de gasolina lleno. A pesar de ser heredero de una gran fortuna, sus travesuras de la adolescencia le costaron no obtener como regalo su propio auto, así que, cuando su amigo Lucas le dijo que dejaría a su "bebé" solo, no dudo en ofrecerse para cuidarlo.

En realidad, le mintió un poco a su padre, antes de ir a la oficina irá a otro sitio, la única condición que le impuso su amigo (Lucas) para dejarle su auto fue que cuidara a Yuqi, ella es una de sus amigas, la conoció en su primer semestre de universidad en una fiesta, no asistieron a la misma escuela, pero una amiga en común fue la clave.

Lucas está enamorado de Yuqi y no quiere que la pase mal (o que le ocurra algo) ahora que él no está, es por eso que Jaemin, su amigo en quien más confía —no tenía idea— tiene una gran misión, él se encarga de vigilarla. Y para hacer más interesante todo, la sigue a escondidas, tratando de no parecer un loco. Cuidándola a la distancia.






—La hormiga salió del hormiguero, repito, la hormiga salió del hormiguero. —Envía el audio, espera que este si sea escuchado. Si sus empleados lo vieran en estos momentos no creerían que es el mismo joven que con diligencia dirige algunas reuniones. Ha logrado colocar una línea que divide su forma de ser en la empresa, de su forma de ser con sus amigos y familiares cercanos.

Espera a que la chica suba a un autobús para poder continuar con su horario, ya verifico que salió a tiempo de su trabajo y que se ve tranquila. Más tarde le enviará su correo electrónico diario a su amigo, esa es su forma de comunicarse con él. No tiene la certeza de que son leídos, pero Jaemin siente que sí.

Llega a la empresa y va directo con su padre, no tiene una oficina propia solo un cubículo alejado de todos, así que pasa más tiempo en la oficina principal.

Efímero. [Na Jaemin]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora