Diecinueve: Siguiente paso.

186 28 5
                                    

No pasa ni un día internada, todo fue un gran susto, una infección estomacal para nada grave, pero si lo suficientemente fuerte para tirarla.

Salen del hospital algo tarde, aprovecharon que estaba ahí para pedir que le hicieran análisis generales.

Su madre insiste en quedarse con ella hasta estar segura de que no le pasara nada más, por supuesto Mia se niega, pero es ignorada, hasta que su padre interviene para recordarle que su hija no estará sola.

Mientras Mia era atendida, su padre y Jaemin tuvieron una larga charla, cosas típicas como "¿de dónde eres?", "¿a qué se dedican tus padres?", "¿cómo conociste a mi hija?", "¿qué intenciones tienes con ella?", "¿eres capaz de esquivar la bala de una escopeta?", lo normal. Y gracias a todas las respuestas de Na, se supo que estaban viviendo bajo el mismo techo la última semana.

Jaemin arregla la cama para que Mia se acueste, llena un vaso de agua para dejarlo a su lado. Se pone a revisar el refrigerador en busca de comida en mal estado o algo que pueda hacerle daño.

La rubia se levanta para ir al baño, pero antes de llegar se encuentra con Jaemin, quien la regresa a la habitación mientras la regaña.

En realidad, no parece un regaño, le parece tan adorable y un poco gracioso como habla rápido y hace señas con su mano, mezcla los dos idiomas que sabe.

Hace que se detenga abrazándolo.

—Jaemin, ¿qué haré cuando te vayas?

Él no le responde, es algo que él tampoco sabe, ¿qué hará cuando regrese a Corea? Sólo ha pasado una semana, siete días que se sienten como siete meses o quizá años. Se acostumbraron muy rápido a la presencia del otro.

—Vamos a la cama.

—Nana, quiero ir al baño.

—Lo siento.

La chica regresa después de unos minutos, vuelve a acomodarse bajo la sabana, que instantes después retira, no es necesario cubrirse con esa temperatura.

—Deberías dormirte ya. —Le dice.

—Aún no tengo sueño.

—Mira la hora, salimos tarde del hospital.

—Bueno, pero dame unos minutos más. Mientras... —Se mueve un poco para dejarle un espacio a su lado. —¿ya no tienes trabajo?

—Parece que no pueden estar sin mí, hubo unos inconvenientes y tuve que revisar toda una campaña.

Le da una breve explicación sobre el proyecto actual de la empresa. Menciona algunas marcas que han querido colaborar con la guapa modelo que participo en la promoción de una línea de maquillaje.

—Estas mintiendo, lo sé.

—Es cierto, mi padre me castigo por quedar mal con mucha gente.

—Lo siento.

—Tranquila, pero si en algún momento quieres volver a modelar dime, seré tu representante.

—No creo que pase.

—Yo creo que sí. —Juega con los mechones rubios, enreda sus dedos, trata de hacer una trenza. —Por cierto, ayer que estaba trabajando necesitaba anotar algo, ya estabas dormida, así que entré a buscar una hoja o un bloc para anotar.

—¿Lo encontraste? Nana, me hubieras despertado. —Se incorpora, su cara queda a la misma altura que la de Jaemin.

—Encontré una libreta, perdón por invadir tu privacidad y tomar cosas que no me pertenecen, solo quería una hoja.

Efímero. [Na Jaemin]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora