Efímero. [Na Jaemin]✔️

Veintiuno: Epílogo.

Cuando el cáncer es detectado en una etapa primeriza, las posibilidades de curarse son altas siempre y cuando el tratamiento se empiece cuanto antes.

La inflamación de algunos ganglios en el cuello de Mia alarmó al doctor que la atendió cuando fue al hospital, les habló sobre sus sospechas.

Días después el linfoma de Hodgkin fue diagnosticado, acordaron iniciar cuanto antes el tratamiento, pero después de que Jaemin se hubiera marchado. No deseaba que se enterara. Su enfermedad sería un secreto incluso para Lucas y Yuqi.

<<¿Qué harás con ese chico?>>, le pregunto su madre cuando salieron del hospital.

<<Terminaré todo con él, es lo justo>>

<<Pero me dijiste que estabas enamorada de él>>

<<Si mamá, lo estoy, pero realmente no funcionará, Jaemin no es del tipo que me abandonaría, ya sea cáncer, ya sean drogas, él siempre me acompañaría y si no viviera del otro lado del mundo, sería perfecto>>

Con todo el dolor de su corazón rechazo a Jaemin de una manera que hubiera querido evitar. Pero en ese momento no encontró otras palabras u otra forma de alejarlo. Su Nana no merecía eso.

Las noches que lloro sin consuelo fueron tantas que en algún momento perdió la cuenta. Lo extrañaba demasiado, las cosas no terminaron de una buena manera, incluso si llegara a curarse, no podría ir a buscarlo, él la odia o eso es lo que sentía.

Poco a poco las quimioterapias fueron acabando con sus energías, con sus ganas de vivir, dejó su departamento un tiempo para mudarse con sus padres. Lucas y Yuqi le interrogaron, les mintió diciendo que su padre estaba algo enfermo. Pero cuando no pudo seguir ocultándose comenzaron a cuidar de ella, Yuqi en algunas ocasiones se quedaba acompañándola en el hospital.

Y así fueron pasando los días, los meses, en algún momento su larga cabellera rubia desapareció, al igual que las ganas de querer verlo. En las ocasiones que se acordaba de él buscaba el celular que planeaba regresarle, pero que de último momento decidió conservar, veía las fotos y después trataba de continuar. Imaginando que en otra vida si podrán estar juntos.

Actualmente faltan algunos meses para que se cumplan tres años desde la última vez que supo algo de él. Mia se desconectó del mundo, eliminó de su celular toda red social. No permitió que sus amigos lo volvieran a mencionar, aunque se muriera de ganas de escucharlo todo.

Su vuelo sale en unas horas, ya tiene todo listo. Con el propósito de cerrar ese capítulo de su vida llamado Na Jaemin (ahora que está sana), regresará al lugar en el que todo comenzó. Decidida a decir adiós, para poder seguir viviendo.

Ya no está segura si realmente lo sigue queriendo, o sólo está acostumbrada a quererlo. Este viaje definirá muchas cosas.

—Nos vemos en unos días. —Se despide de sus padres en la entrada del aeropuerto, por petición suya.

Su madre besa su frente como despedida, alisa con sus manos el cabello (ahora corto hasta los hombros) de su hija antes de separarse. Su padre le da un abrazo.

Mia se encamina al interior del aeropuerto lista para el viaje.

Una vez que está arriba del avión (y antes de que le pidan apagar su celular), le escribe a Lucas, él está en Corea pasando el invierno con su familia y organizando su boda con Song, la cual se celebrará a mediados del próximo año. Nadie sabe que Mia va de camino a Corea, a excepción de sus padres.

Al llegar, lo primero que hace es ir al hotel donde se quedará, su máximo es quedarse una semana, pero no cree tener tantas cosas que hacer, su mínimo son tres días.