Se miró en el espejo, ah cambiado mucho en esos tres años y medio. Suspiro, para sonreír lista.
Salió de ahí con sus cosas. El mayor sonrió al verla.
-Andando.- Ella solo sonrió con emoción.
-Hai. "Haya vamos Konoha, estaré de regreso pronto 'tteba...
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Narra Naruko
-Por cierto, ¿dónde queda..?-Me dio cuenta que desaparecía de Konoha, pero ¿en donde reapareció?-¿Dónde estoy?-Pregunte al aire, mirando el lugar.
De pronto una bomba de humo apareció a mi lado, miro y era el viejo sapo.
-Viejo ermitaño, ¿dónde estamos?
-En el País de los Sapos.-Me contesto.
-¿País de los Sapos?-Pregunte de nuevo mirando el cielo.
-Es donde salen los sapos para que los contratistas invoquen a nuestros sapos.-Asentí entendiendo.
-Ya veo, bueno.-Me quito la mochila.-¿Cuál es el primer paso para lograr el modo sabio, viejo sapo?
-Tranquila, primero acabamos de llegar. Y de seguro no has comida nada, no se puede un buen entrenamiento si no comes nada antes, ¿no lo crees?
-¿Comer? Pues, si tengo algo de hambre 'ttebayo.-Acepte sin saber el terror de la comida que había en ese lugar.
-Entonces, vamos, de seguro Ma termino de hacer la comida.-Asentí y recogí mi mochila siguiendo al viejo sapo.
En mi camino observaba el lugar, había mucha flora, una rara, pero si, había muchas diferentes especies de arboles, además de que también vi a los sapos que rondaban por ahí. Pequeños, medianos y algunos grandes.
A lo lejos pude ver una especie de casa, bueno, ya que parecía una cueva. Entramos y vi como un sapo del tamaño del viejo sapo, pero esta tenía cabello morado, debe de ser la esposa del viejo sapo.
-Oh, ya llegaron. Un gusto Naruko-chan, me llamo Shima.
-Si, venimos primero a comer, le dije a Naruko-chan que en un entrenamiento deben de tener el estomago lleno.
-Llegan en el momento justo, acabo de terminar de hacer la comida.-Me siento en el suelo, ya que las sillas eran chiquitas, además de que la mesa era de un tamaño pequeño para mí.
-Aquí tienen.-Subí la mirada hambrienta, pero se quito al ver...los gusanos, insectos de todos tipos en los platos.
Tapo su boca para no vomitar. ¿E-Eso v-voy a comer?
-¿Qué pasa Naruko-chan?-Pregunto Shima-san.
-Ma lo hizo con mucho amor, no podemos entrenar si no tienes suficientes energías.-Miro la cara emocionada de Shima-san, al parecer quiere saber mi comentario sobre su comida.
Trague duro y tome un gusano, uno de los que menos asqueroso de veía. Miraba de reojo a los dos viejos sapos, como comían sin ningún problemas esos insectos. Acerque mas el gusano a mi boca, y con temor mordí un poco.
Con todo mi esfuerzo de voluntad, mastique, mastique y al final con un montón de asco sobre mi garganta, me lo trague.
-¿Y? ¿Te gusto?-Mire Shima-san, quien me miraba emocionada.
