Prefacio

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Enzo entró corriendo por las puertas del hospital a una velocidad alarmante.

No tenía mucho tiempo que había recibido una llamada de parte del hospital diciéndole que su novia de toda la vida estaba en emergencias tras un accidente que sucedió justo cuando ella iba de regreso a su casa del trabajo. A la casa que compartían juntos.

Se detuvo frente a un mostrador para preguntar en cuál habitación se encontraba ella y, cuando le dieron la información, corrió sin esperar nada más.

Tenía miedo. Más miedo del que nunca había tenido antes. Solo esa misma mañana habían estado recostados en la cama, juntos, abrazados, planeando lo que harían ese fin de semana.

«Tiene que ser una broma». Era el único pensamiento que corría a su mente una y otra vez. «Es un sueño, una pesadilla. En cualquier momento voy a despertar y ella estará a mi lado, sonriéndome».

Cuando llegó a la habitación 314, donde su amada se encontraba recostada en una cama conectada a varios aparatos, suspiró de alivio.

«Está viva.»

Se acercó con lentitud, su respiracion todavía acelerada, y acarició su mano fría. Miró su hermoso rostro magullado, sus ojos cerrados y una parte de su cabeza sin cabello, en donde se podía visualizar una gran herida que había sido suturada.

Su gran mano viajó a su frente y cepilló un mechón de cabello antes de inclinarse y plantar un beso ahí. Sus labios perduraron sobre su frente tratando de recuperar la compostura. Verla así... hizo que algo en su interior se rompiera.

Un sollozo quiso escapar de su pecho, pero lo contuvo en el momento justo que un doctor entraba a darle la noticia. La mala noticia. Milay estaba en coma y no sabían cuando iba a despertar.

No sabían si iba a despertar.



Momentos contigo ✔ [2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora