Doctor Fantasma ( Ghostly Doctor)

2.- Vendida

Estaba llena de una sensación de satisfacción mientras miraba al Feng Qing Ge que estaba atormentada y miserable en el suelo. Sin embargo, ella no se detuvo allí y continuó diciendo: "Por derecho debería matarte aquí para evitar futuras pesadillas, y borrar completamente todos los rastros de tu cuerpo para que nadie te encuentre nunca. Pero, ja, ja, ja ... "

Escuchar esa crueldad en su risa sacudió a Feng Qing Ge visiblemente y la risa demoníaca sonó una vez más.

"¿Sabes por qué les pedí que solo destruyeran específicamente tu aspecto devastador y no dañaran la piel blanca como la nieve en tu cuerpo?" Se inclinó un poco y miró la cara de Feng Qing Ge y continuó diciendo: "Eso es porque voy a venderte a un lugar que es más degradante, el tipo de lugar que ofrece placer a los hombres. Creo que incluso cuando has estado tan monstruosamente desfigurado, tu piel nevada y tu carne suave aún deberían ser bastante populares entre ellos. ¿Qué piensas? "

"No necesitas mirarme así. Tu hermoso rostro ya ha sido destruido. Incluso si le dijeras a la gente que eres la señorita de la Mansión de la Defensa Nacional, nadie creerá una palabra y solo te llamará un lunático. ¿Escapar? Tu poder como un simple Guerrero de segundo grado no estaría a la altura de nada allí ". Mientras hablaba, metió una píldora en la boca de Feng Qing Ge y se levantó con una sonrisa. "Siete días. Si logras sobrevivir siete días a lo largo de tu terrible experiencia, el veneno que te acabo de dar te matará".

Feng Qing Ge apretó los dientes con ira y gritó: "¡Su Ruo Yun! ¡Incluso como un fantasma, nunca te dejaré ir!"

"¡Ja, ni siquiera puedes tratar conmigo como humano ahora, estarás aún más indefenso como un fantasma!" Ella se rió escalofriantemente y ordenó a los hombres: "Llévala, asegúrate de que se venda varias veces y no dejes rastro. Será mejor que silencies al destinatario".

"¡Si!" Los dos hombres corpulentos reconocieron respetuosamente e inmediatamente le dieron un golpe en la espalda a Feng Qing Ge. Levantaron a Feng Qing Ge sobre sus hombros y, con algunos saltos, desaparecieron rápidamente entre los árboles.

De pie detrás de Su Ruo Yun todo este tiempo, había un hombre de mediana edad vestido de negro que ahora dio un paso adelante. "Joven señorita, se está haciendo tarde. ¿Volverá a la mansión ahora?"

"Sí, debería volver". Ella mostró una sonrisa amable mientras miraba hacia el cielo y dijo suavemente: "Desde este momento, soy Feng Qing Ge, y Feng Qing Ge soy yo".

—–

Dos días después. Noche. Ciudad Da Lang, Casa del cielo perfumado.

Al detectar una fuerte fragancia, la inconsciente Feng Qing Ge abrió los ojos. Todavía estaba inmensamente aturdida cuando escuchó un extraño sonido del chasquido de alguien y sintió sus brazos siendo acariciados por otro par de manos. Soltó un grito de miedo y se levantó de la cama.

"Je je ... ¿Despierta ya? Eso es genial. A tu maestro aquí no le gustan los peces muertos cuando llevo a cabo mis negocios. Tu maestro aquí ama a los vivos y alegres que saben mejor". Un hombre de aspecto vulgar que parecía tener unos treinta años la miraba lujuriosamente a través de sus ojos pequeños y brillantes cuando Feng Qing Ge rodó hacia el suelo y se encogió en una esquina. Los ojos del hombre se llenaron de emoción cuando dijo: "No había esperado que me dieran algo tan bueno esta noche. Aunque su rostro ha quedado desfigurado, pero esa carne increíblemente suave y piel clara, je je, es comparable a esas jovenes ¡Señoritas de familias distinguidas!

Feng Qing Ge se encogió más atrás, con los ojos llenos de un pánico inquebrantable: "¡Tú! ¡Aléjate de mí! ¡Vete!" Se levantó de repente y corrió hacia la puerta, pero el hombre la abrazó después de apenas dos pasos.

"¿Tratando de correr? Je, je, una vez que entraste a esta habitación, ¿crees que puedes escaparte? ¡Ven! Deja que tu maestro mire bien tu piel blanca como la nieve". Dijo el hombre alegremente emocionado. Su mano se levantó, arrancando la delgada y ligera manga de tela de su ropa y un brazo entero de piel perfectamente perfecta se reflejó en los ojos del hombre, y sus ojos comenzaron a brillar con una emoción ardiente.

"AHHH!" Feng Qing Ge gritó, cuando sintió que se le erizaba la piel de gallina por el asco que sentía al ser abrazada por el asqueroso hombre. En su lucha por alejar al hombre, sus manos rozaron una daga en su cadera y sin siquiera pensarlo, rápidamente la sacó y la empujó directamente al corazón del hombre.

"¡Maldita sea! ¡Puta!" La lujuria del hombre se le había subido a la cabeza y, por un momento, tardó en esquivarlo y le cortaron el pecho. El dolor lo hizo empujar y arrojó a Feng Qing Ge lejos de él.

"¡AHH!"

'¡BAM!'

Su cabeza se estrelló contra la esquina de la cama y la sangre roja brillante fluyó como un manantial. Intentó ponerse de pie, pero su cuerpo se balanceó fuertemente y cayó de nuevo al suelo, desmayada ...