SUNRISE | Pentagon [J.W.S. x L.H.T.]

4

Recibieron un mensaje de texto por parte de Christopher, en el que les pedía que se reunieran en la sala de juntas, y no en la de prácticas como era costumbre.

Lo primero que pudieron observar al estar dentro, fue a tres de sus compañeros que se encontraban de pie mirando hacia la pared de la parte inferior. Eran Hyunggu, Yuto y Jinho. El último se giró y los saludó moviendo levemente la mano.

—¡Llegaron temprano! Me alegro —escucharon tras de sí.

—¿Qué hacen ellos aquí? —preguntó Hui.

—Querrás decir, ¿Qué hacen ustedes aquí...?

El mayor regañó a Hyunggu diciendo que no podía voltear. —El muchacho alto y los otros dos ocuparán la sala de prácticas por este día. Y ellos —voltea hacia los tres muchachos—, no pudieron completar un ejercicio de paciencia ayer y ahora tendrán que ver a la pared para pensar en sus acciones y en lo que hicieron mal.

—¿No será porque no tenía otro castigo en mente? —preguntó el menor.

—¡No! —dice en tono autoritario— Ustedes no tendrán que hacer esa prueba porque llevaremos a cabo una lección de confianza —comenzó a caminar por la sala—. La última vez, tenía altas expectativas sobre ustedes, realmente creí que podían ser el mejor equipo —fingió una expresión de tristeza—, pero veo que me equivoqué.

—¿Supieron que Hwitaek y Wooseok pelearon? —preguntó Yuto sin despegar la mirada de la pared— Changgu me lo dijo esta mañana.

El de cabellera rubia rio. —¿Por qué no estaba enterado de eso? ¿Cuándo pasó?

—Fue cuando llegaron con toda la ropa sucia.

Hyunggu soltó un quejido. —Yo no estuve aquella vez —dice con dolor— ¿Por qué pelearon?

—Al parecer, nadie lo sabe.

—Nosotros seguimos aquí—dice el rizado levantando la voz—. Y queremos trabajar.

—Te enviaré una foto después —termina por decir Yuto en un murmuro.

—Entonces, nuestra clase de hoy se basa en la confianza —le dio la espalda a los otros tres—, y estoy seguro de que ya habrán visto esta dinámica en otra parte —fue hasta ellos para separarlos por alrededor de un metro—. Es fácil. Uno de ustedes dos debe dejarse caer de espaldas y el otro lo atrapará.

—No estoy seguro de esto —Hui lo miró con un miedo evidente.

—Estarán bien, se los aseguro —dice con una sonrisa. Miró a Wooseok—. Tú serás el primero.

Su expresión cambió. —Tengo miedo.

—Y te entiendo —Jinho volvió a entrar en la conversación—. Si fuera tú, no podría confiar en un salvaje.

Los tres rieron bastante fuerte. Hwitaek se limitó a entornar los ojos.

En un grupo de hombres que se encargaba de recordar los errores que cometían para burlarse, lo mejor era pasar esos momentos estando solo. Un claro ejemplo era lo que acababa de pasar, y es que hace tiempo, Hui se vio envuelto en un problema que llegó a las noticias. Por fortuna, no pasó a más; el problema estaba en que nadie podría olvidarlo, y por eso sus compañeros se encargarían de seguir haciendo burlas contra él.

—Lo volveré a decir, no entiendo los chistes que tienen en este grupo y no tengo que entenderlos —le devolvió la mirada al pelinegro—. Ahora hazlo.

—No es una buena idea, y no es porque crea que Hwitaek no me atrapará, es que...

El teñido tuvo que acercarse. —Tranquilo. No te dejaré caer —pronuncia con una cálida voz—. Y si es el caso, vas a caer sobre mí.