El encuentro

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Ella me dejo miles de innumerables dolores, hace tres días que falleció mi hija Lucy.

El día de ayer, mientras yo ordenaba su habitación por ultima vez encontré un paquete; Es un paquete envuelto en papel de regalo de la navidad pasada, hace ya unos 2 meses que estaba guardado en el armario de mi habitación, Supongo que ella lo tomo de allí y lo envolvió, pues la verdad no tengo ni la menor idea de lo que se pueda encontrar allí dentro.

Recuerdo a la perfección el día en que falleció, este 7 de marzo ella estuvo dispuesta a dejarnos involucrados en el planeta tierra mientras ella desterraba su alma de su cuerpo.

La encontré a ella colgada del abanico en el techo de su habitación, estaba pálida, pero casi no se notaba, pues su cabello caía como cascadas en su cara, sus pequeños rizos era lo único que quedaba vivo. Sigo sin poder creer que ella escogiera salir del mundo a sus 13 años, es una decisión bastante fuerte para una pequeña de su edad. Recuerdo como su ropa estaba manchada de sangre, los cortes en sus brazos escurrían sangre dejando charcos en la alfombra de la habitación, su boca seca y sangrada.

Mi primera reacción fue llamar a una ambulancia, aunque sabia que ya no podría hacer nada, ella ya no estaba viva.

Hoy me encuentro en la cocina de la casa, todo es silencio, todo es dolor. No hay nadie, soy una madre soltera, que vivía con su única compañera hace unos días; sabia que perder a alguien era doloroso, mas nunca lo supe de esta manera, hasta hoy. Llegue a mi máximo dolor, todo es inconsolable, realmente estoy sola, no se que fue lo que hice mal para merecer todo esto. No se que fue.

Me dirijo a su habitación y la observo una vez mas. Tapiz azul, alfombra blanca, la cama café, tomo como si no hubiera pasado nada, pero faltaba lo mas importante. Ella. Y de nuevo, una vez mas la vuelvo a ver. Allí esta ella, sentada en el borde su cama. Esos son los recuerdos que me atormentaran por el resto de mis días, Dios; ¿Porque tiene que ser tan difícil?. Y se encuentra la envoltura al lado de la cama.

Me da esa curiosidad impulsiva por abrirla y ver. No se si sea correcto, mas nada gano, ni nada pierdo si lo abro, y justo eso hago; es una serie de cartas, enumeradas cada una en orden, cada una con su numero correspondiente, y una hoja en la parte superior se encuentra esperando ser leída. Obedezco a mis ojos.

Cartas a mamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora