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El clima podría parecer extremadamente frío para cualquier persona, pero Soobin, sentado en el pórtico de su casa, está tan perdido en sus propios pensamientos, que ni siquiera siente el leve entumecimiento en sus músculos debido al frío invierno de aquel diciembre.

Estos últimos meses han sido un completo laberinto de emociones, y finalmente tener tiempo fuera para sí mismo es un alivio. Estar tan rodeado de Kai le confunde, incluso si el menor lo evitaba a toda costa. Tan sólo saber que su presencia está tan cerca es suficiente para alterarlo.

(Por primera vez en su vida se siente feliz de que Yeonjun haya tenido que pasar navidad en su casa. No es nada personal contra el mayor, pero en serio necesita pensar. Solo.)

Una mano en su hombro lo sobresalta, seguido del tacto suave de una manta deslizándose por su espalda. Beomgyu está sonriéndole con timidez, sosteniendo una taza de humeante té entre sus delgados dedos.

—Hyung, eh, ¿no crees que es mejor entrar? Podrías enfermarte. —titubea el menor, ofreciéndole la taza— Mamá quiere hablar contigo.

Soobin enmarca una ceja con sorpresa.

—¿Mamá?

Beomgyu sólo se encoge de hombros, dándose la vuelta para entrar de nuevo sin esperar respuesta. Soobin suspira, observando el líquido transparentoso en la porcelana con la mente en blanco, y después de casi un minuto, se levanta y entra a la casa cerrando la puerta tras de sí.

Cuando siente el cálido ambiente por la calefacción de su hogar, se da cuenta de que está temblando y sus dedos están casi azules.

—¿Soo? ¿Entraste? —pregunta su madre desde la cocina— ¿Puedes venir un segundo?

Tragando saliva nervioso, camina hasta el umbral de la cocina y se apoya en el marco. Su mamá está ocupada mezclando ingredientes para hacer algún postre, así que no se voltea a verlo, pero sí siente su presencia.

—Creo que sería mejor que te sentaras, esta conversación tomará un rato.

—Y-yo... —tartamudea, acercándose a la barra para sentarse en el taburete.

—No te asustes. —ríe la mayor, ahora sí deteniendo sus movimientos para observar a su hijo con atención— No te voy a regañar, sólo tengo curiosidad de saber qué pasa por tu mente justo ahora.

—¿Justo ahora? —pregunta distraídamente Soobin— Pues... Estoy confundido.

—¿Sí? ¿Por qué?

—Mhm... Mi tutor... —comienza sin saber qué decir— No sé cómo sentirme al respecto.

La señora Choi sonríe con compasión.

—Beomgyu habló conmigo. Me dijo que Huening Kai está evitándote... ¿Pasó algo?

—No exactamente "algo" —explica nervioso.

—Soobin...

—Mamá... Uhm... ¿Tú... qué opinas de Huening Kai?

La mujer frunce el ceño.

—¿Qué? —pregunta confundida— No lo conozco personalmente, más allá de un par de veces que salió con Beomgyu el año pasado, pero según lo que me cuenta, es un buen chico.

—Lo es, supongo.

—¿Eh? —ríe— Habías dicho no hace mucho que es un engreído.

Soobin se sonroja.

—¡Ya! —balbucea.

—¿Por qué la pregunta? —cuestiona la mujer bastante interesada— No me has respondido.

—Yo... —muerde su labio, dubitativo— Yo nunca he sentido que soy realmente importante, mamá.

La señora Choi parpadea, obviamente sorprendida por aquella confesión fuera de lugar.

—¿Soo...?

—Espera, déjame continuar. —suspira— Básicamente pasé todo el colegio sólo acompañado de mi hermano y su mejor amigo. Incluso a veces dudo que Yeonjun ande con nosotros por mí, ¿sabes?

—Hey, no digas eso. —regaña dulcemente— Junnie te ama, se sentiría muy mal si te escuchara decir esas cosas... Pero... ¿A qué viene todo esto?

—Es que... Conocí a una persona que por primera vez se preocupó por mí y me quiso ayudar sin esperar nada a cambio... Yo– pf, lo único que he hecho es tratarlo mal y rechazarlo porque no conocía este sentimiento tan raro en mi pecho, pero finalmente me di cuenta y... arruiné todo.

La mujer frunce el ceño.

—¿Qué? ¿Quién es? ¿De qué hablas?

—¿Recuerdas que me preguntaste si pasó algo con Huening Kai? —murmura mirando sus dedos— Lo besé.

—...

—¿Mamá? —alza la mirada asustado, pero en vez de ver un semblante enojado, sólo se topa con la cara sonriente y pacífica de su madre— ¿No estás enojada?

—Lo único que me enoja es que no me lo hayas dicho antes. —responde luego de unos segundos— ¿En serio lo besaste?

—Mm... —su bochorno se intensifica en sus mejillas— algo así. No fue consentido, y ahora está muy enojado y no quiere hablarme... ¡Au! ¿Por qué me golpeas?

—¿Cómo que no fue consentido? ¿Le robaste un beso?

—Sí... ¡Pero deja de golpearme! —se queja sobando su cabeza después del segundo golpe.

—Eso no se hace, Soobin. Pudo haberse sentido muy incómodo y por eso ya no te habla. —dice enojada— Necesitas pedirle perdón.

—Lo sé... Eso intento, pero es imposible hablar con él.

—¿Por qué no lo invitas a cenar?

—¿Disculpa?

—Sí, puedes decirle que venga, incluso a pasar la noche, así aprovechas y hablas con él.

—Mamá, ni siquiera me dejó entrar a su habitación, ¿qué te hace pensar que aceptará venir hasta acá?

Una sonrisa de la señora Choi es suficiente para poner nervioso a Soobin.

Math ᯽ ꒰ sookai ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora