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—Es tu culpa por darle chocomenta. —se burla Tae comiendo un paquete de gomitas— ¿A quién le gusta la chocomenta?

Kai se encoge de hombros, aún observando los paquetes devueltos que tenía sobre el escritorio.

—Oye... —suspira su mejor amigo— No te sientas mal, sabes que es un tonto.

—No es.

—Sí es.

El menor siente dos brazos darle un fuerte apretón desde atrás, sobresaltándolo un poco. Taehyun, sin embargo, no lo suelta, y todo lo que hace es darle un beso suave sobre su cabello castaño.

—Vales mucho la pena para que le llores a ese estúpido. —murmura— Pero supongo que si te gusta... Podríamos intentar otra cosa.

Kai se sonroja, torpemente volteándose para devolverle el abrazo a Tae.

—Te quiero.

—Yo a ti. —sonríe— Quizás más de lo que debería.




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Las reminiscencias de la noche anterior aún mantienen la cabeza de Yeonjun doliendo. Ya han pasado casi veinticuatro horas desde la confesión de Beomgyu, y todavía no se han hablado.

Básicamente, sólo segundos después de que Beomgyu confesara que es el mayor quien le gusta, se echó a reír, alegando un simple es broma antes de tirarse a la cama y fingir estar dormido.

Es obvio que el corazón de Yeonjun se había estrujado casi audiblemente en su pecho. Por supuesto que todo era broma, a Beomgyu nunca le había gustado nadie, y que de pronto confesara que sí (y que además era él quien le gustaba) era bastante raro. Seguro una forma de sacarle información al mayor.

De todas formas, la esperanza que le había embriagado por varios segundos se mantenía ahí. Y ahora, con la cabeza enterrada entre sus manos y sentado sobre un banco de piedra, sintió que podría de alguna forma ganarse el corazón de Beomgyu.

Ni siquiera se da cuenta que hay alguien a su lado hasta que siente el calor de una mano ajena posada en su muslo, y al levantar la mirada, se topa con los bonitos ojos preocupados de su mejor amigo.

—¿Me diras qué tienes?

Se queda en silencio, logrando causar un suspiro de Soobin.

—Desde que nos conocemos no te había visto fallar un examen.

—¿Lo fallé? —pregunta con confusión.

Soobin frunce el ceño.

—Sí. —murmura— Es en serio, ¿qué tienes?

Yeonjun toma aire.

—Beomgyu.

—¿Beom... Gyu?

—Me gusta.

El menor ríe.

—Ya sé.

Yeonjun toma aire de pronto y lo mira con grandes ojos de sorpresa.

—¿Sabes?

—Eres muy obvio. —explica Soobin, encogiéndose de hombros.

—Y... ¿No te molesta que...—

—¿Que te guste mi hermano? Nah.

—Que sea gay. —finaliza la oración.

Soobin lo mira sin expresión por varios segundos antes de echarse a reír.

—¡Qué dices!

Yeonjun se sonroja.

—Ya lo sabía. —sigue riendo— Todos lo sabemos.

—Ya...

—¡En serio dices tonterías, hyung!

—¡Pero deja de reírte!

Cuando Soobin logra controlar la risa, jadea un poco para recuperar el aire y mira a su hyung con una expresión inocente.

—Pero ya, en serio. ¿Qué pasó?

—Bueno... —suspira— Anoche me dijo que le gustaba.

—¿Qué? —Soobin abre los ojos— ¿Qué?

—Sí. —suspira de nuevo— Pero luego dijo que era broma y se durmió. Esta mañana salió muy temprano y no alcancé a verlo, así que no hemos hablado y...

—¿Qué?

—...

—...

—¿Podrías decir algo más que "qué"?

Soobin hace un puchero.

—Disculpa, es que... Proceso la información. No puedo creer que Beommie haya hecho eso.

—¿Crees que sepa que me gusta? —murmura.

—No lo sé, nunca ha dado indicios de saberlo.

—Pero hasta tú lo notaste...

—B-bueno...

Ambos se quedan en silencio, cada uno con miles de pensamientos distintos ocurriendo a la vez en sus cabezas. Finalmente, Soobin mira su reloj y después a su mejor amigo.

—Es viernes...

—¿Y?

—Tenemos el fin de semana libre, ¿irás a casa?

Yeonjun se encoge de hombros.

—No creo... No quiero ver a mi padre.

—Ya... —susurra comprensivamente— ¿Vendrás a la mía? Podrías aprovechar de hablar con Beomgyu.

Math ᯽ ꒰ sookai ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora