Dos semanas habían pasado desde el momento en que Lyanna le había mostrado su magia a Arturo, todo había ido normal desde entonces, dentro de lo que se podía decir normal, Merlín y Lyanna habían vuelto a ser amigos como antes, Uther seguía con su amor paternal incondicional hacia la joven bruja, Victoria no había tenido más visiones tenebrosas con respecto a alguien, y los sueños de Morgana habían cesado por el momento, dormía bien cuando Lyanna estaba con ella hasta que cerrase los ojos definitivamente, aunque el único problema que verían generarse pronto era que Gaius y Merlín e incluso los hermanos de Lyanna no sabían que ella le había dicho a Arturo sobre su magia, ahora Lyanna estaba más expuesta que antes, con Arturo frágilmente influenciado por su padre, con cualquier evento en el reino en el que se viera involucrada la magia, ella podría fácilmente ser una sospechosa para el rubio, Lyanna solo esperaba no haber cometido un error al decirle parte de su origen al príncipe.
—¿Qué le parece esto, mi señora?—preguntó Tania mostrándole una hermosa capa roja de terciopelo a la rubia plata, ambas estaban en el mercado, al parecer habían llegado nuevas mercancías a Camelot y Lyanna había aprovechado eso para salir, últimamente casi no tenía mucho tiempo entre estar casi la mayoría del tiempo con Uther, unas lecciones de medicina que estaba teniendo con Gaius gracias a que le había interesado el tema, y encargarse de los sueños de Morgana, se volvería loca en cuanto ella siguiera con esa rutina casi imposible y encima de todo no había estado muy cercana a Arturo últimamente, no tenía tiempo para nada y tenía que cambiar aquello, sentía la ausencia del príncipe y no quería que un evento como el de Sofia volviera a suceder.
—es hermoso—afirmó Lyanna antes de entregarle un par de monedas de oro a la anciana que vendía la capa, aquella vieja mujer le sonrió agradecida a lo que Lyanna le devolvió el gesto y se volteó hacia su doncella—vamos, tenemos que regresar—avisó la rubia plata antes de que ambas se encaminasen tranquilamente hacia el palacio mientras reían y conversaban tranquilamente, al llegar a las puertas del palacio fue cuando Lyanna escuchó en su mente el grito de dolor que pertenecía a un niño, buscó con la mirada al responsable y podo ver a un hombre sujetando a un niño que había sido herido por un guardia—Tania, vete a mi habitación y cierra la boca sobre esto—ordenó Lyanna antes de colocarse la capucha de la capa negra que tenía puesta y corrió hacia aquel hombre que usó magia para empujar a un guardia contra una pared dejándolo inconsciente—por favor, síganme, puedo ayudarlos.—habló Lyanna cuando estuvo al lado del hombre y ambos se voltearon hacia el camino por el que recién venía Lyanna, unos cuantos guardias corrían hacia ellos en esa dirección.
—cuídalo a él, sé que lo harás—dijo el hombre entregándole al niño. Lyanna lo miró casi desesperada mientras agarraba la mano del niño y luego se volteó hacia los guardias—corran, no se detengan por mí y gracias, Lyanna.—se despidió de ella dejándola completamente atónita por sus palabras, dos segundos después Lyanna pudo reaccionar ante las palabras de aquel hombre para correr con el niño con rumbo hacia el patio interno del castillo, las puertas comenzaron a cerrarse lentamente detrás de ellos y ambos se voltearon hacia aquel hombre para ver como los guardias de Camelot lo rodeaban.
—anda, tenemos que irnos.—susurró Lyanna antes de correr por el patio interno para después dirigirse hacia adentro del castillo agarrando fuertemente la mano del niño, subieron unas escaleras para después comenzar a correr por un pasillo pero delante de ellos escucharon las voces de los guardias y ambos entraron en la primer puerta que encontraron, la cual resultó dar a la habitación de Arturo y ella cerró los ojos con fuerza esperando el reclamo del rubio por haber escondido al niño de los guardias sin saber porqué lo perseguían pero no escuchó la voz de Arturo en ningún momento, lo único que escuchó fue como una jarra de metal caía al suelo por lo que Lyanna abrió los ojos para encontrarse con Merlín que la estaba miraba algo confuso y ella le dedicó una mirada suplicante.
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Removiendo el Destino...Arturo Pendragon
FanfictionCuando se cambia la historia, es algo casi certero que quien sea que comete las acciones, no sepa que cambió todo su destino en un sólo segundo. Lyanna sabe perfectamente lo que hace, aunque no mide las consecuencias, actúa y se enfrenta a lo que ve...