6: Insignias

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En los días posteriores a la llegada de Albus a la Mansión Malfoy, ese verano pasó de ser tedioso a uno de los mejores que el muchacho había tenido en su vida. La mayoría de los integrantes de la Orden del Fénix se estaban hospedando allí, y eso incluía a casi todos los Weasley. A pesar de los planes de tomar el Ministerio de Magia, la mayoría de los adultos aún tenían que reportarse a trabajar para no levantar sospechas, lo cual dejaba bastante tiempo a los más jóvenes para disfrutar de la Mansión Malfoy completamente para ellos. A Albus casi no le importaba que la mayor parte del tiempo lo tenía que pasar ayudando a la señora Malfoy con las labores del hogar, pues podía platicar con sus amigos y primos nuevamente.

-Aún no logro comprender lo de Rookwood- decía Scorpius -¿Ella está de nuestro lado?-

-Si- afirmó Albus.

-No- retó Lily.

-Algo así- se corrigió Albus -Creo que, más que estar de nuestro lado, ella está en contra de su padre.-

-El enemigo de mi enemigo es mi amigo- admitió James -Y si ella está en contra de los mortífagos, no veo tan descabellado darle el beneficio de la duda.-

-¡Estamos hablando de Ana Rookwood!- soltó Rose -¿Acaso olvidan que nos ha tratado como basura desde nuestro primer día en Hogwarts?-

-Gracias prima- dijo Lily -He tratado de decirle eso a Al todo el verano.-

-Por lo que sabemos- apuntaba Hugo -Puede estar mintiendo para ganarse nuestra confianza.-

-¿Por qué les cuesta tanto creer que la hija de un mortífago puede estar de nuestro lado?- quiso saber Scorpius.

-Porque los hijos de mortífagos no tienen reparo, son escoria y... oh- se detuvo Rose en seco.

Todos se quedaron en silencio un instante.

-Las personas cambian- finalizó Scorpius, antes de perderse por la escalera principal.

Rose se dejó caer sobre sus rodillas, a tiempo que se llevaba una mano a la frente y una lágrima le resbalaba por la mejilla.

-Soy una idiota- dijo con furia.

-No lo eres- la calmó Lily -Solo ha sido un error... ya se le pasará.-

-Iré a hablar con él- dijo Albus.

El muchacho siguió rápidamente las pisadas de su mejor amigo, quien se había marchado a su habitación en uno de los pisos superiores de la mansión. Llamó a la puerta, pidiendo permiso para entrar.

-No estoy de humor para que me sigas discriminando- soltó Scorpius.

-Soy yo, tranquilo- se apresuró a decir Albus.

-Oh... Lo siento- se disculpó el joven Malfoy.

-¿Puedo entrar?-

-Está bien.-

Scorpius estaba sentado en el centro de su enorme habitación. Lágrimas caían por sus mejillas, y su expresión dejaba ver que en verdad le había afectado el comentario de Rose.

-¿Quieres hablar?- preguntó Albus.

-¿Crees que soy escoria?- quiso saber Scorpius.

-Tu nombre se parece un poco a la palabra escoria, pero fuera de eso, no.- bromeó Albus, esperando hacer reír a su amigo. No sucedió.

-¿No sientes que, a veces, el legado de nuestros padres es un poco más de lo que podemos soportar?- preguntó Scorpius.

-Todo el tiempo- admitió Albus.

-¿Cómo sobrellevas eso?-

-No lo haces... Simplemente aprendes a vivir con ese sentimiento y das lo mejor de tí-

Albus le extendió una mano a su mejor amigo para ayudarlo a levantarse y, juntos, volvieron a encontrarse con los demás, justo a tiempo de ver como Narcissa Malfoy se acercaba con un montón de cartas en la mano.

-Me parece que son cartas de Hogwarts- indicó la señora -Tenemos una para Scorpius, una para Albus, y una para Rose.-

-No entiendo- dijo James -McGonagall viene al menos una vez a la semana, pero prefiere enviar el correo por lechuza.-

-Tal vez son los procedimientos oficiales- dedujo Rose.

-¡Abranlas!- urgió Lily.

Los tres rasgaros sus respectivos sobres y comenzaron a leer las cartas. Albus no podía creer lo que decía la suya.

"Estimado Señor Potter:

En nombre del personal del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, nos complace informarle que usted ha sido seleccionado para ejercer el cargo de Prefecto de la Casa de Slytherin a partir del año escolar que dará inicio el próximo 1 de septiembre. 

Como Prefecto, usted obtendrá privilegios y responsabilidades entre los que se incluyen guiar a los alumnos más jóvenes en su adaptación a la escuela, supervisar corredores en horario nocturno, asistir a reuniones mensuales, disfrutar de acceso a zonas exclusivas del castillo, y disponer de su propio vagón en el Expreso de Hogwarts.

Encontrará dentro del sobre su nueva insignia. Esta debe ser usada en todo momento con su uniforme escolar.

Deseando que disfrute el resto de sus vacaciones, y con ansias de trabajar junto a usted para mejorar como hogar y como institución.


Se despide,

Minerva McGonagall "

-¡Soy la nueva Prefecta de Ravenclaw!- exclamó Rose.

-¡Felicidades!- dijo Lily.

-Te lo mereces más que nadie- afirmó Hugo.

-¿Qué dicen las suyas?- preguntó James, dirigiéndose a Albus y Scorpius.

-Soy Prefecto de Slytherin- informó Albus, aún sin creérselo.

-¡Enhorabuena!- soltó Lily -¡Finalmente Slytherin tendrá un buen Prefecto!-

-Un momento...- pausó Hugo -Solo puede haber un Prefecto y una Prefecta por casa-

-Scor- comenzó Rose -¿Qué dice tu carta?-

Scorpius finalizó de leer y levantó la mirada, pasándo sus ojos por cada uno del grupo antes de levantar su mano y mostrar una insignia, diferente a la de Albus.

-Soy el nuevo Capitán del equipo de Quidditch de Slytherin.-

Albus Potter y la Última ProfecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora