Albus a penas tuvo tiempo de reaccionar, al momento que un fuerte destello salió disparado hacia los tres hermanos. En un abrir y cerrar de ojos, el muchacho se encontró en el suelo, escondido detrás de una columna de ladrillos, sujetando fuertemente a Lily. Separado de ellos, aún en el medio del callejón, James luchaba por volverse a poner de pie.
-¡Anda! ¡A por él!- exclamó Pansy Parkinson.
Augustus Rookwood se apresuró a agarrar a James y levantarlo del suelo.
-¡Déjalo ir!- saltó Albus, apuntando con su varita a Rookwood.
-¿O qué?- se burló el mortífago -¿Llamarás a tu padre? ¿O acaso...?-
Albus se quedó boquiabierto. De la nada, detrás de Rookwood había aparecido una figura que le apuntaba de forma amenazante.
-Aléjate de mis sobrinos.-
Ron Weasley soltó un puñetazo tan fuerte que la nariz de Augustus Rookwood quedó completamente ensangrentada. Junto a éste, se encontraba otro amigo de su padre: Dean Thomas. Además, Fred llegó corriendo rápidamente para unirse a la lucha.
-¡Les he dicho que se marcharan a casa!- se apresuró a decir Fred, mientras apuntaba su varita al grupo de mortífagos.
-No quieren hacer esto- los retó Pansy Parkinson.
-Muchachos, deberían apartarse un poco- aconsejó Ron.
-¡Avada Kedavra!-
-¡Protego!-
James y Lily se lanzaron hacia un lado, alejándose lo más posible del alcance de los hechizos y maleficios. Albus se apresuró a tomar la mano de Ana, para unirse a sus hermanos inmediatamente después.
De pronto, los jóvenes escucharon un estallido impresionante, seguido de la aparición de un grupo de al menos diez aurores, listos para luchar.
-¡Retirada!- exclamó Crono Ivanaro.
Los mortífagos desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, dejando a todos sorprendidos por unos instantes.
-¿Qué rayos estabas haciendo aquí?- preguntó Albus en un susurro -¡Pensé que no estabas de acuerdo con los actos de tu padre!-
-Nunca dije que lo estoy, idiota- reclamó Ana -Si de verdad quieres saber... los estaba espiando y mi padre me descubrió, pero el no tiene idea de que estoy en su contra así que aproveché eso para acompañarlos y descubrir más. Y lo habría logrado de no ser por ustedes, entrometidos.-
Aquello le caía a Albus como un balde de agua fría. No se esperaba para nada esa respuesta, pero, luego de pensarlo un poco, tenía bastante sentido.
-¿Qué harás ahora?- preguntó Albus.
-Escapar, supongo- respondió Ana, con tono despreocupado.
-¿Estarás bien?- quiso saber el chico -Si quieres, puedes quedarte con nosotros.-
-No- se apresuró a negar Lily.
-Definitivamente no- añadió James.
-Estaré bien- afirmó Ana -No es la primera vez que debo huir de mi padre... Te veré en Hogwarts.-
La chica se apresuró a salir de allí sin mirar atrás.
-Síganla- ordenó Ron a dos de sus aurores, luego de que Ana se perdió de vista -No creo que sea sospechosa, pero con suerte nos guiará a su padre o algún otro mortífago.-
-¿Qué ha pasado, tío Ron?- preguntó James -¿Cómo nos encontraron?-
-Gracias a Fred, obviamente- respondió Ron -Envió un patronus mensajero a tu padre, así que él mandó a sus mejores aurores.-
-¿No pudo venir él?- se quejó Lily.
Ron dio un par de pasos hacia el frente y extendió su mano. Segundos después, una escoba llegó volando velozmente. Ron la sujetó y miró nuevamente a sus sobrinos.
-Su padre está resolviendo un asunto muy importante, así que yo personalmente me ofrecí a venir a rescatarlos-
-¿Y qué es tan importante en estos momentos?- quiso saber Albus.
-El Ejército de Dumbledore.-
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Albus Potter y la Última Profecía
Fiksi PenggemarLas vacaciones de verano acaban de empezar y Albus se encuentra estresado y asustado. No ha recibido noticias de Rose y Scorpius y, junto a Lily y James, presienten que los mortífagos están planeando su próximo ataque. Al comenzar su quinto curso en...