2020

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- ¡Yoonie! ¡Ven a comer amor! - Jimin se ubicaba en la parte inferior de las escaleras que llevaban al segundo piso de su casa. Se quedó esperando un poco hasta que escucho la puerta del cuarto donde solía trabajar su novio. Sonrió y dio media vuelta hacia la cocina.

Yoongi era un hombre que trabaja de arquitecto y a pesar de poseer la empresa que su padre dejo a su nombre. Él prefería trabajar desde casa y así pasar más tiempo con su novio con el cual llevaba más de siete años juntos.

Yoongi salió del estudio donde se hallaba planificando un nuevo edificio, pero en cuanto escucho que la comida se encontraba lista, decidió salir en cuanto bajo las escaleras el olor a pan recién horneado entro por sus fosas nasales haciendo que su estómago despertara con hambre. Camino al comedor, encendió la tele, cambiándoles a las noticias. No presto mucha atención, en realidad es solo veía las noticias por la sección de deportes, su favorita, el baloncesto. Dio la vuelta y emprendió hacia la cocina, vio a su novio en esos pantalones de vestir negros que le acentuaban perfectamente la cintura, y quedaban justos de los glúteos haciéndolos ver mucho más redondos y apetecibles para los ojos de Min Yoongi. Se acercó a su novio y lo abrazo por detrás, besando su cuello, y restregando su reciente erección por ver a su tan majestuoso novio. Para Yoongi ni el mejor rascacielos podría compararse con la mejor obra que era su pareja.

-Sera mejor que dejes de restregarla, estamos a punto de comer, y en verdad tengo hambre de comida. – El pequeño hombre de hebras rubias decía con voz juguetona.

-Un rapidito no le cae mal a nadie Minnie. –decía mientras seguía meneando sus caderas de un lado a otro para que su novio siguiera sintiendo su miembro en su voluptuoso trasero.

En un rápido movimiento Jimin giro para quedar de frente con su novio, se acercó a sus labios y los beso, era un beso sucio, de esos besos que duran. Jimin sostuvo el rostro de su pareja con sus pequeñas manos para poder profundizar el beso, teniendo un baile de lenguas y mordidas por parte de su novio. Todo hasta que Jimin sintió una mano descendiendo por su pantalón, así que decidió romper el beso, alejándose, pero aun atrapando entre sus dientes el labio inferior del pálido chico. Fue dejando pequeños besos en la mejilla hasta que llego al odio. –De verdad Min Yoongi si no me dejas comer lo que me esmere en cocinar lo del Chef Mancini de la televisión, tendrás serios problemas y no habrá sexo sucio en la noche ni durante toda la semana, así que tu sabrás, es tu decisión. –Yoongi abrió sus ojos, y negando con la cabeza, se despegó de su novio. Caminando hacia el cajón donde Jimin solía guardar los cubiertos, lo abrió para tomar un par de la misma manera cerro el cajón y ahora tomo unos vasos de la alacena de arriba, mientras se daba la vuelta caminando hacia la salida de la cocina, con una sonrisa en el rostro a poner los cubiertos en la mesa.

Jimin sonrió aguantando la carcajada.

Se hallaban en la mesa comiendo tranquilamente, de vez en cuando Yoongi elogiaba la comida que preparaba su novio, y es que desde que seguía ese programa de cocina con un chef italiano, la comida que probaba Jimin cada vez era más deliciosa.

En el fondo del comedor se podía escuchar las voces de las personas que daban las noticias. Los dueños de la casa no prestaban mucha atención, hasta que escucharon a un hombre llorar. Jimin fue el primero en voltear dando su atención a la pantalla.

En la televisión se proyectaba un hombre de edad avanzada que lloraba agarrando un collar de perlas entre sus manos, el collar se movía por los apretones que el señor le daba.

-Se reporta un nuevo virus en el medio oriente, la primera víctima fue una mujer de setenta años, hasta el momento se reportan doscientas muertes en tan solo en Turquía, todos los casos son mujeres. Aún se desconoce el origen del virus. La persona que nos acaba de dar su testimonio es el esposo de la primera infectada que se tenía reporte, el señor cuenta que su mujer solo había estado un poco enferma de gripe pero que un día ya no se levantó.

Jimin estaba en una conmoción por lo que escuchaba en televisión, doscientas mujeres eran demasiadas. –Escuchaste Yoon, doscientas mujeres han muerto por ese virus, espero que pronto puedan encontrar que es lo que produce el virus, y puedan ayudar a encontrar una cura.

-Yo también lo espero, ojalá puedan encontrarlo rápido amor. - Yoongi le sonrió a su novio, sabia como era Jimin siempre preocupándose de más por los demás, siempre trataba de aligerarle la angustia por cualquier tipo de tema, y es por eso que se enamoró de él, porque Jimin posee un corazón tan noble que hace que preocupe por cosas que ni siquiera le afectan. Yoongi decidió cambiar de canal, y poner las caricaturas, porque a pesar de que su novio ya se encontraba en los veintiocho años, disfrutaba esa caricatura como nada en su vida, bueno, disfrutaba más hacer el amor con Yoongi, claro.

Terminando de comer, Yoongi lavaba los trastes mientras Jimin los secaba y alzaba y todo mientras le dejaba besos en el cuello sabiendo que era una zona erógena para su pareja, Yoongi solo reía y se movía para alejar la sensación de su cuerpo.

Los novios se encontraban en la sala disfrutando de un té y café en el caso de Yoongi, con lo panecillos italianos que había hecho Jimin recientemente en el horno. En la mesilla del centro se encontraban revistas de remodelación de hogar y de arquitectura. Jimin tomaba sorbos de su té mientras se acurrucaba en el hombro de su pareja y subiendo sus pies al sofá con una manta cubriendo las piernas de ambos hombres. Yoongi le sonrió a su novio mientras dejo la taza en la mesa y tomaba una revista y se volvía acomodar para que su pareja volviera a acomodarse. El timbre de la casa sonó cuatro veces sin dejar que el sonido del primer timbrazo se terminara-Jimin rodeo los ojos por saber de quien se trataba- el sonido cesó para luego ser abierta por el hermano menor de Jimin.

-Hola familia, ¿Cómo están? – Taehyung entraba con su bolso color beige donde venía su pequeño cachorro -Yeontan- sacando la lengua. Tae soltó la bolsa en el primer sofá cercano para poder liberar a su mascota. Yeontan fue corriendo con la lengua de fuera hacia sus tíos. Yoongi, aunque no lo admitiera, le caía muy bien ese perro, por eso lo dejaba subirse a su regazo y reposar ahí.

-Bien. Te he dicho que cuando vengas avises que tal si estoy teniendo sexo desenfrenado en la sala, no puedes entrar, así como así. Y no cerraste la puerta. –Yoongi soltó, sin una pizca de vergüenza, en cambio Jimin casi escupe su té al escuchar cómo decía que tenían sexo sin ningún pudor y a su hermano.

- ¡YOONG! No digas esas cosas, por favor. – Tae solo se echó a reír. Mientras miraba a su perro acomodarse entre las piernas de su cuñado.

-Sí, hola también a ti cuñado, un gusto volverte a ver. Es que estoy esperando a Hobi se quedó en el auto sacando unos chocolates que trajo de Suecia. - dijo mientras se acomodaba en el sillón donde anteriormente se encontraba su bolso.

-A mí no me gusta el chocolate. -Yoongi dijo mientras le acariciaba las orejas al cachorro.

-Nunca dije que eran para ti. - Tae lo decía con una sonrisa en su rostro.

Jimin iba a interrumpir las peleas que siempre se llevaba al cabo cuando su hermano y su novio se encontraban en la misma sala. Pero la puerta siendo cerrada lo detuvo. Por ella entraba el compañero de cuarto de su hermano.

-Hola, con permiso. - Hobi entraba con un jeans sencillos y una playera blanca con una pequeña imagen de una carita feliz en la esquina superior izquierda, en la mano traía unos chocolates y en la otra una pequeña caja. –Fui a Suecia por unos asuntos personales y les traje un souvenir, espero sean de su agrado. – dijo mientras estiraba los regalos a cada uno.

-Muchas gracias Hobi- la pareja lo dijo al unísono. Hoseok asintió y sonrió mientras tomaba asiento en un sofá de una sola persona.

Tae se quitaba su sudadera cuando comento-Escucharon las noticias que andan rondando, en el medio oriente ya hay más de mil mujeres muertas por un nuevo virus. – Jimin abrió sus pequeños ojos en demasía, apenas hace una hora había doscientas muertes, y ahora ya hay más de mil. Como era eso posible.

- ¿Dónde escuchaste eso? – Yoongi pregunto mientras continuaba repartiendo caricias al cachorro.

–En la radio, mientras venia para acá. Vengo de la casa de mamá, por cierto, Yoongi, mamá te mando roles. –Dijo mientras buscaba un frasco en su bolso y lo estiraba hacia las manos del mencionado, este solo formulo la palabra yes en un susurro como forma de festejo.

-Solo queda esperar que encuentren un cura pronto y no haya más afectados por el virus. –Jimin dijo con voz preocupada, y es que él tenía miedo de que el virus se propagara aún más, él no tenía muchas mujeres en su vida, pero las que tenía eran valiosas para él.

PROYECTO D [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora