Para el mayor de esta familia, todas las cosas relacionadas a ella era algo muy raro. Por ejemplo, que él y su hermana menor tengan el color rojo oscuro en las puntas de sus cabellos de. Aunque que el lo tenía rojo en todo su pelo, igual ese color e...
Shigeru se fue de la sala donde estaban su hermano menor y su hermana mayor, tenía el rostro con una expresión fría y con los ojos parecía decir que nadie se le acerque.
—"Esos malditos, ¿piensas que no me di cuenta de que lo pasaba?" —Shigeru camino hacia la cocina, dónde estaban Takeo y su abuelo Sumiyoshi, quienes estaban comiendo algunas galletas.
—Shige, ¿que pasa? —Takeo lo miro curioso por su presencia, podía ver qué sea cara estaba muy fría. El mencionado lo ignoro y fue a tomar agua para hidratarse.
—No es nada, solo tenía sed —Takeo al ver su acción, no dijo nada y siguió comiendo las galletas—...¿me das unas? —su rostro ahora sí tenía cierto brillo como hace rato. Realmente quería unas galletas.
—Claro, ya que —le da todas las galletas y se va de ahí— los veo cuando Hanako apague las velas— hablo sin mas y se fue hacia las escaleras, llendo directo a su cuarto.
—Esta bien. Shigeru, ¿que hace tus hermanos? —el anciano miro a su nieto, quien le dijo que estaban viendo una película.
—Fuera de eso, pues creo que llevaré estas galletas y las comeré con ellos —y tal como dijo tras irse de ahí, fue hacia la sala donde estaban sus hermanos y comiendo todo lo que tenían.
—"Ahh, cuidar a estos chicos sí que es difícil, espero que no causen problemas en la escuela" —el anciano se levantó y fue al jardín a ver las flores que estaban ahí. Todo el lugar era hermosa de noche, recordaba cuando que su hijo y nuera regaba las flores con calma. Eran muy lindos recuerdos— "ahora que recuerdo, Kie me dijo que le puso el nombre a Hanako por su amor hacia las flores. ¿Por que no se lo pusiste a Nezuko en primero lugar?" —pensó divertido el viejo por el pensamiento que tuvo de esos dos tontos, al menos para él lo eran. Pero eso ya no importaba.
[...]
Ya era hora de soplar las velas, todos fueron hacia la cocina donde celebrarían el cumpleaños. La cumpleañera estaba sentada en frente de la mesa, siendo observada por sus hermanos y su abuelo, quienes empezaron a cantar el típico feliz cumpleaños. La niña solo sonría con ternura por la canción que todos cantaban, realmente le gustaba mucho.
Y cuando llegó la parte final de la canción, soplo las velas y todos celebrando y fueron a abrazar a Hanako, quien ahora tenía una sonrisa aún más tierna que antes. Su abuelo fue el primero en abrazarla y luego fue su Tanjirō, y así sucesivamente. Luego comieron el pastel, cosa que los alegro a todos, ya que sabía muy bien.
Luego fueron a abrir los regalos, los cuales eran dos, pero tampoco es que Hanako le importaba la cantidad. El primer fue un un collar con forma de flor.
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—Este viene de nuestra parte —hablo su abuelo, quien estaba con sus hermanos mayores.
—Gracias a los cuatro, me encanta —agradeció y al instante, se lo puso y le queda bien. Fue por el segundo, que era de sus hermanos menores, y el regalo fue algo que no esperaba...un juego de dardos—...¡¿Cómo sabían que me gustan los dardos?! —contenta y emocionada, miro a sus hermanos, quienes se pusieron nerviosos.
