Respuestas que tardan en llegar

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Todos tenían sus miradas en sus comidas. Comían de manera educada sin hacer ruido. Hanako se le notaba con una sonrisa emocionada por el sabor de la carne con el daikon que le daba cierta frescura. Tanjirō solo se mantenía silencioso, no era exactamente sus comida preferida, pero tampoco le disgustaba el sabor, teniendo la misma opinión que el resto.

—Que delicioso esta esto abuelo, vaya que sabes cocina muy bien —la cumpleañera elogió a su abuelito, con una de sus más tiernas sonrisas, el anciano solo sonrió de manera cálida a su querida nieta.

Pero este miro al mayor de sus nietos, quien en lugar de estar alegre como años atrás, se notaba una cierta aura de enojo y deseo de salir de ahí cuanto antes, no comprendía el porqué, pero seguro tuvo una pelea con su novia, no recordaba bien el nombre de esa muchacha. Era...¿Kanzaki Aoi, quizás? Pero luego le preguntaría lo que le pasaba. Ahora era ahora de disfrutar de la comida.

—Ya termine, ehh, lo siento Hanako, pero tengo algo que hacer, pero te prometo que volver cuando apagues las velas —y sin mas que decir, hacia la puerta y fue a quien sabe dónde.

—Lo entiendo, ve con cuidado "desgraciado mal nacido" —ella agradecía que él se fuera de ahí, tendría menos problemas ese día.

—Bueno, Takeo, ¿podrías ayudarme con lavar las platos y cubiertos? —el mencionado asistió y levanto todos los platos y cubiertos que estaban en la mesa y se los llevo para limpiarlos

—Ire a ver la televisión, ¿vienen conmigo? Shige, Roku —estos no dudaron ni segundo en aceptar su invitación, no tenían nada mejor que hacer después de todo. Hanako fue junto a ellos hacia el sala de estar.

—Bueno, yo iré a la lavar la ropa y ordenar mi cuarto. Llame si necesitas algo abuelo —camino hacia el segundo piso y empezó a hacer la limpieza.

En la sala donde estaba Hana, Shigeru y Rokuta, el segundo busca algo que podrían ver en la tele, pero no había mucho que ver, mas que cualquier serie animada o estaba un simple anuncio. Pero Rokuta le pidió que se detenga un un canal en específico, un de noticias.

—*Al parece otra familia fue masacreada, era puras mujeres, una pareja y tres hijas, todas tenían los cuerpos partido a la mitad. Muy parecido a la del mes pasado. La pareja era de treinta y dos años. La hija mayor tenía diez años, la segunda tenía siete y la menor de ellas tenía apenas tres años.* —Rokuta recordaba la masacre anterior, era una familia de cuatro, dos hijos y dos padres, todos ellos igualmente tenían los cuerpos partido a la mitad. Solo que en su caso, todos ellos eran hombres. Y de igual manera, se cometieron varios asesinatos similares, todos tenían algo en común, todos los cuerpos estaban partidos a la mitad.

—¿Cuánta fuerza necesitas para partir a la mitad a una persona? —los dos lo miraron directamente al menor— ¿Que? Es una buena pregunta.

—Pues, no estoy seguro. Hay muchos factores, como la resistencia de los huesos, el angulo de donde proviene el golpe, la velocidad de impacto, sumado la propia fuerza física. Pero también puede ser un corte tan rápido y fuerte que puede partir a la mitad, es una pregunta muy dependiente de la situación y por persona —a veces Shigeru podía ser muy detallista con las cosas, pero eso no era algo malo, al contrario, era una manera de muy útil de entender las preguntas que le hacían, que a veces muchos detalles resultaban muy confusos.

—Bueno, pero notaron que ese asesino mata a sus víctimas de la misma ¿no? No creo que alguien que tiene tanta fuerza para matar a una persona, y que también puede correr tan rápido que la policía no puede seguirle el paso. Pareciera que él o ella no pensará sus crímenes, ni tampoco es que sea su modus operandi, mas bien es algo que ni lo piensas en hacer...¿Realmente un asesino haría eso?...Para resumir, el asesino no piensas cuando va a matar a una persona. Simplemente lo hace al momento —eso era una teoría muy posible, si bien hubo casos en los que parecía ser no válida, no todos los casos eran de personas del mismo género. Aunque no muchos pensarías igual debido a que han sido muy similares.

Una familia fuera de lo normalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora