Deseo

46 3 0
                                    

Algunos de los estudiantes ya habían sentado para que el director salga para darles la bienvenida a los alumnos de primero grado y comenzar el discurso de nuevo año escolar.

—"¡Me aburro!" —el mayor de los Kamado era el que menos estaba disfrutando de esperar, odia que cada año el director se tardará tanto en hacer que un estúpido discurso sobre cómo iban hacer las cosas, que ahora que pensaba, siempre eran las mismas. En lo único que cambiaba era que se cambian algunos profesores, cosa que a él le daba lo mismo, nunca se llevó bien con ellos.

—Tanjirō, ponte bien cuando te sientes en la silla —una chica de cabellera negra con detalles azules en la parte superior, color que también tenía en los ojos, llevaba la misma ropa que las hermanas del mencionado, solo que ella no llevaba un pantalón por debajo de la falda.

—Esta bien...baby —en un tono coqueto, se acercó a ella y le dio un rápido beso en sus labios, cosa que provocó una vena en la frente de la chica.

—Eres un completo idiota, ¿lo sabes? —prosiguió con el regaño, cosa que le diera algo de risa a Tanjirō, quien parecía estar disfrutando de juguetear con su chica.

—"Su relación es mas tóxica que un veneno" —Nezuko solo venía a lo lejos como ellos dos se la pasaban coqueteando de manera agresiva, cosa que le provocaba un poco de gracia, ¿en serio el bastardo de mierda de su hermano tenía de pareja a alguien como ella? Ellos dos le provocaban un asco terrible, ella sabía que su hermano debería ser un idiota con mucha suerte de tener a alguien en su vida. Aunque le daba igual que hagan.

—"¿Esa chica es la novia de Tanjirō? Es linda, aunque parece que estan peleando...¿o estan coqueteando?...Al diablo" —desvio su mirada de ellos dos y la puso enfrente de la silla que había adelante, ignorando al chico a su lado, cosa que el otro hacia también. Vio que delante de ella estaba una 'chica' de cabellera negra con puntas verde menta, la niña solo podía ver qué llevaba la misma ropa que todos los alumnos, solo que se podía notar mucho mas fina y lujosa que todos ahí presentes, cosa que le parecía rara, ya que según tenía entendido, toda la ropa de la escuela era de ella, en ese caso ¿por qué ella lo tenía de esa forma? Su mirada fue algo que la persona adelante de ella podía sentir una mirada sobre 'ella', así que voltio hacia detrás de 'ella' y vio a la chica.

—¿Que pasa? —oh...ahora Hanako se daba cuenta que muchas cosas. Primero: no juzgar un libro por su portada. Segundo: Takeo la estaba volviendo una idiota, así pensó en dejar de hablar con él por un tiempo. Tercero: esa chica es un chico. Listo, ahora ella estaba incómoda por aquello.

—Eh...no, es nada "aunque...esto es raro" —por alguna extraña razón, ella sentía algo en ese chico, era algo... Familiar para ella, ese chico le daba cierta aire de ya conocerlo...aunque nunca en su vida lo vio. Pero mantuvo silencio, era la mejor opción que ella poseía en ese momento, ya que no quería provocar algo que afectará su primer día en la secundaria.

El chico voltio su mirada hacia delante, dejando a la chica esta vez en sus pensamientos, aún ella tenía una duda sobre ese chico, pero tal vez sea solo su imaginación. Trato de quitarse eso de la cabeza y pensó como debería presentarse a sus compañeros de clases.

Luego de un rato, ya era hora de que el director salga de una vez para dar su discurso, y paso, un hombre de cabello negro, ojos lavanda, su cuerpo era un tanto alto, pero no se acercaba a la de Tanjirō, aunque si era un poco mas alto que Nezuko. Fue caminando de manera lenta hacia el micrófono que estaba encima de un escritorio, lo tomo y empezó a hablar.

—Mis queridos alumnos, hoy comienza un nuevo año escolar, y como es obvio, tenemos nuevos chicos aqui. Espero que los estudiantes de segundo grado en adelante sean buenos Senpai y se lleven bien con sus Kōhai, ahora debo presentarme; soy Ubuyashiki Kagaya, un placer conocerlos a todos ustedes —la voz que él tenía era tan tranquilizante para todos los alumnos, Hanako sintió una gran tranquilidad por aquella sensación recorrer en su cuerpo, era tan calmante que olvidó todos los pensamientos que ella estaba teniendo— ahora, quiero darles una noticia: debido a la muerte de una de las maestras, tuvimos que conseguir un remplazo para eso; así que debemos un minuto de silencio por ella... —todos los estudiantes guardaron silencio por aquellas palabras, quienes parecían mas afectados por eso eran cuatro alumnos, quien uno de ellos bajo la mirada, otra apretó con fuerza la falda qué llevaba, otra formó un puño fuerza y por último una se cerró los ojos de manera rápida.

Una familia fuera de lo normalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora