Mi historia de Amor

Capitulo 7

*Narra María*

-María, María, María...

-No se quien eres ni que quieres así que porfavor limítate a salir de mi cuarto en silencio y dejarme dormir, gracias.- dije de mal humor con los ojos todavía cerrados.

-Si no es por las buenas, será por las malas. Tu lo has querido.- me dijo Pablo.

Espera, ¿Pablo? ¿Que hacia él en mi casa? ¿Que quería tan de buena mañana?

No pude acabar de pensar ya que alguien me acababa de tirar un vaso de agua fría.

-¿Pero tu que haces?- pregunté abriendo los ojos.

Exacto, allí estaban Juan, Dani y Pablo.

-Pues que yo pensaba que había quedado con tu querida amiga Inés a las 11:30 en la plaza y como no venia he decidido venir a ver que pasaba. Por el camino me he encontrado a Pablo y él me ha acompañado y tu hermano Juan nos ha abierto la puerta.- explicó Dani.

-¿Podéis bajar el tono de voz y de paso apagar la luz? Aquí hay gente que está intentando dormir, ¿sabéis? Por un día que tenemos fiesta en el cole y no hemos de aguantar a los profesores...- comentó Inés con voz ronca y los ojos cerrados.

-Buenos días a ti también!-gritó Dani a posta para que Inés se despertara.

-Ostras... Dani?-preguntó Inés confundida.

-El mismo

-Se me olvidó responder al mensaje... Lo siento!

-No pasa nada, bueno si que pasa pero lo puedes arreglar.-respondió Dani sonriéndola con cara de pillo.

-¿Cómo?- volvió a preguntar Inés.

Dani se señaló la mejilla e Inés dio por supuesto a lo que se refería así que se levanto de la cama y le dio un beso en la mejilla mientras Dani sonreía como un tonto enamorado.

Bueno, esque eso era, un tonto enamorado.

-Si nos dejáis vestir y arreglar mejor.-solté yo señalando la puerta.

-Lo que usted mande señorita.- rió Pablo.

Salieron los dos de mi habitación y acto seguido nos pusimos a elegir la ropa.

Hacia un calor terrible por lo que nos pusimos unos shorts tejanos y unas camisetas de tirantes. Yo rosa e Inés azul turquesa.

Nos calzamos con unas Vans y salimos dirección a mi cocina.

Pasamos por el cuarto de Juan.

-Buenos días hermanita! Y buenos días Inés!

-No les vuelvas a dejar entrar.- dije de mal humor señalando mi pelo todavía mojado.

Se rió y cuando pasó por mi lado me susurró: "Sé que los amáis, os he hecho un favor."

Llegamos a la cocina y allí estaban esos dos.

-No tenéis nada mejor que hacer que mirar como desayunamos?- comentó Inés mientras cojia dos tazas.

-Huuy... Alguien no ha dormido bien!- se rió Pablo.

-Yaves tio, si lo llego a saber no vengo.- le respondió Dani.

Yo me los quedé mirando fijamente, según Inés esa mirada mía daba miedo.

-Vale, vale mejor nos callamos.- dijo Pablo.

Inés y yo nos tomamos una taza de leche con Nesquick y un par de galletas mientras observábamos como decidían que hacer hoy los chicos.

-Ahora volvemos.- les dijo Inés.

Subimos otra vez a mi cuarto y cojimos el movil y dinero por si acaso.

Volvimos a bajar y les dijimos a los chicos que nos íbamos a dar una vuelta por el pueblo.

No llevábamos ni cinco caminando cuando...

-Tengo hambre. -empezé a quejarme.

-Come. -me respondió obviamente.

-No tengo comida.

-Pues te la compras.

-Borde.

-Idiota.

-HELADOS!!- grité entusiasmada.

-Anda grita mas fuerte que en Madrid todavía no se han enterado.- se rió Inés.

Fui a la heladería y me compré un helado de chocolate.

Al volver vi a Inés con Dani, solos.

Decidí no molestar y me senté en un banco que había por allí cerca.

Justo cuando mi helado estaba a medio camino para llegar a mi boca, alguien me tapa los ojos y de paso, tira el helado al suelo.

-Nose quien eres, pero si que se que me debes un helado de chocolate.- dije sarcásticamente.

-Pero si acabas de desayunar!- me respondió una voz mientras me quitaba sus manos de los ojos, dejando ver su rostro.

Rubio, moreno, ojos azules. Pablo.

-Hombre si es el que me ha tirado un vaso de agua encima para despertarme!

-Si no es a las buena, es a las malas- me recordó riéndose.

-Que pasa, que no podías separarte de mi ni un minuto mas? Llevais toda la mañana pegados a nosotras.

-Pues el pesado de Dani que quería hablar con Inés y cuando les he dejado solos te he visto y he venido.-explicó de manera obvia.

-Aah guay- dije secamente.- mi helado?

-Ahora voy...

Se fue a comprarme otro helado mientras le observaba.

¿Porque tan perfecto? De verdad que le intentaba buscar defectos pero os prometo que no encontraba.

*Narra Inés*

María se fue toda contenta a comprar su helado mientras que yo la esperaba.

De repente dos chicos se sientan a mi lado.

Me fijo bien y veo a Pablo y a Dani.

-Hola!- me saluda Pablo.

-Hola Inés! Por cierto, que haces sola?Y María?- comenta Dani.

-Hola chicos! Pues verás, le ha entrado el hambre y se ha ido a comprar un helado.- dije señalándola.

-Ui, pues casi que me voy con ella...- Pablo miró a Dani y este último le sonrió.

Iba a despedirme pero Pablo ya se había ido con María, me quedé con Dani.