Capitulo 5

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EN CASA DE PABLO...

-Tío las llamamos y quedamos, ¿Que me dices?-Dijo Dani.

-Vale, ¿llamo a mi prima y que se vengan a casa y pasamos el rato o te apetece ir a dar una vuelta por el pueblo?

-¿Y sí vamos a la ciudad y vamos a la pista de hielo a patinar? ¿Que te parece?- Dani le dijo, sabiendo que este otro iba a estar de acuerdo con la idea.

-A mi me parece genial, pero ¿Crees que ellas querrán?- le contestó de manera indecisa.

-Que sí, que eso es muy de chicas, les encantará la idea. Va llamala!

*Conversación telefónica*

- Hola Inés, oye que Dani y yo nos aburrimos un poco y hemos pensado que podríamos ir los cuatro a patinar sobre hielo a la ciudad- le dijo Pablo casi seguro de que le iba a decir que sí.

-A mí me parece bien, pero espérate que se lo pregunte a María- se oyeron voces de Inés preguntándole a ella que si quería ir- Sí que vamos a ir Pablo, gracias por invitarnos.- contestó Inés.

- Vale perfecto quedamos en la puerta de la estación de tren.

MIENTRAS, EN CASA DE INÉS...

-Que tía, que no!! Se me da de pena patinar... Que mal lo voy a pasar!- le replicaba a Inés.

-No pasa nada Mer! Verás que bien lo harás!- me intentaba consolar Inés.

-Jopes... Bueno que sea lo que Dios quiera!- comenté con tono esperanzado.

-Va, ponte algo cómodo y que abrigue que ya llegamos tarde.- me apremió Inés.

Me puse un tejano y una camisa de manga larga blanca con un jersei y como no estábamos en invierno, no cogí abrigo.

Por ultimo cogí mi movil y dinero.

Salimos de casa de Inés camino de la estación, donde habíamos quedado con los chicos.

Me vino un pensamiento a la cabeza cuando pensé en ellos.

¿Acaso sabían patinar? Ya me los imaginaba dando vueltas y cayéndose por los suelos...

Pero quien sabe, a lo mejor patinan incluso mejor que yo.

Cosa que no niego, ya que yo soy la peor patinadora del mundo mundial, si es que se me puede considerar como tal.

Llegamos a nuestro destino y ya estaban ellos esperándonos.

Entramos en la estación y mientras esperábamos al tren empezamos una absurda conversación.

-Bueno y ya habéis empezado a hacer los deberes?- preguntó Pablo no muy convencido de que ese tema diese fruto a una conversación.

-Mates, tengo un problema... No entiendo nada! Además no aguanto a la Profe.. Pobre señora pero es que es insoportable, y no la entiendo.- solté de carrerilla desesperadamente.

-Es tu día de suerte, preciosa- me contestó Pablo- tienes delante un crack en las mates. Si quieres algún día me paso por tu casa y te ayudo.

-Vale!, es decir, bueno ya veré...

-Jajajaja, bueno aquí llega el tren, que suerte porque no aguanto que habléis de los deberes...- dijo Inés con cara de pocos amigos.

-Alegra esa cara chiquilla, que ahora vamos a ir a patinar y nos lo vamos a pase de cien.- soltó Dani sonriendo a Inés.

Entramos en el tren y sólo había dos asientos libres.

Nos miramos los cuatro indecisos.

Inés y yo automáticamente nos apropiamos de ellos sin dejar si quiera que los chicos dijeran algo.

-Sentaros, sentaros. No pasa nada...- dijeron los dos.

-Si, tranquilos, eso ya lo dábamos por supuesto.- les dije yo divertida.

Al cabo de un rato, el tren paró en la estación de Sevilla capital.

Nos bajamos y fuimos directos a la pista de patinaje que había a unos diez minutos caminando.

Llegamos y alquilamos unos patines para una hora.

Yo estaba nerviosísima.

-Os adelanto que no soy ninguna maravilla patinado. A si que por favor no os riáis de mi cuando me caiga.

-Como me suele decir mi madre: "Para aprender, hay que cometer errores." Es decir que si te caes, estas aprendiendo.- me respondió Pablo.

-Gracias por los ánimos, pero voy a seguir patinado igual de mal.

-Desde luego, así de negativa vas por buen camino...

-Bueno dejaros de estupideces y vayamos a patinar que he pagado una hora por algo no para ver como os quedáis discutiendo.- dijo Inés de mal humor.

-Uuuhhh baja esos humos, no conocía esa faceta tuya!!- respondió Dani.

-Será porque no me conoces lo suficiente.- soltó Inés de mal humor después de la contestación de Dani, dirigiéndose a la pista.

-Bueno yo casi que me voy con ella- dije en tono de disculpa.

-Tu y todos. Hemos organizado esto para estar los cuatro juntos no separados, solo porque Inés se haya puesto borde no va a arruinarnos la tarde.- dijo Dani.

Fuimos a donde estaba Inés y la vimos en el suelo helada de frío por el hielo.

Se acababa de caer, y mira por donde, allí aparecía un chico dispuesto a ayudarla.

La verdad, el chico no estaba mal.

Le tiende la mano con una sonrisa y Inés se la devuelve con un tímido "Gracias".

Me giro y veo a Dani mirando al chico con cara asesina.

¿Estaría celoso? No, eso me lo parecía a mi. Maria no te montes películas en la cabeza y vuelve a la realidad, me repetía una y otra vez.

-Inés!! Te estábamos buscando.- dije cortándoles la conversación.

-Si, perdón estaba patinando, cuando me e caído y...

-Si, hemos visto la escenita, no hace falta que nos la cuentes.- la interrumpió Dani de mala manera.

Este comentario me llevaba a pensar que tal vez yo estaba en lo cierto!

El chico se fue un poco molesto y nosotros cuatro pasamos una tarde entretenida.

Entretenida, teniendo en cuenta las discusiones entre unos y otros.

Especialmente Dani e Inés.

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