Maximilien - Lluvia

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Nota: tienes poderes de electricidad y telekinesis.


Tú eras un mimbro de Talon considerado muy valioso debido a tu enorme poder, tanto que realmente no te mandaban a misiones a menos de que fueran tan difíciles que nadie más podía hacerlas. Dentro de dicha organización tenías una posición muy importante, todos escuchaban cualquier opinión tuya por más pequeña que fuera, en especial porque solías mantenerte callada pero siempre que hablabas tenías la razón. Te llevabas muy bien con Maximilien, siempre se les veía juntos en las reuniones y luego comenzaron a verse fuera del trabajo, tu ibas a su casino en el que te daba un trato especial y no se despegaba de ti hasta que te ibas y a veces incluso te acompañaba hasta tu casa.

Aunque una de las cosas que les llamaba la atención a otros miembros de Talon sobre ti era el hecho de que parecías no discriminar a los omnicos en el plano amoroso, para muchos fue una sorpresa el que tú y Maximilien comenzaran a tener una relación romántica, se preguntaban cómo se suponía que funcionaba, más específicamente para ti.
—¿Qué te parece si tenemos una cita esta noche? para celebrar que ahora somos pareja —te dijo con su característico tono de voz suave.
—Me encantaría, ¿a dónde quieres ir?
—Hice una reservación en el restaurante narciso, el que tiene espectáculos de música.
—Pero estará repleto de gente —negaste con la cabeza pensando en la cantidad de gente que habría.
—Sé que te gusta la privacidad, así que reserve la mesa que esta apartada de todas las demás, la única del segundo piso que curiosamente también es la que tiene la mejor vista al escenario.
—Eres todo un caballero —le diste un beso en la mejilla.

La tarde llegó y el omnic paso a recogerte en auto lujoso que, por supuesto era conducido por un chofer, se saludaron y mientras tu veías el cielo que estaba repleto de nubes grisáceas él te miraba a ti. Traías puesto un vestido elegante y entallado que resaltaba tu figura, tenía una apertura en la pierna derecha que dejaba ver desde tu muslo hasta tus zapatillas, especialmente porque estabas sentada con las piernas cruzadas dándole a Max una excelente vista. Para complementar tu atuendo llevabas unos aretes de aro pequeños, un collar largo y algunas pulseras en tus dos muñecas junto con un anillo, todo de plata. Tu cabello estaba recogido de modo que tu espalda descubierta se apreciaba mejor y tu maquillaje era simple a excepción de tu labial de tono subido. El traía su característico traje negro con corbata roja, volteaste hacia él y viste sus brillantes ojos rojos, si había algo que te volvía loca eran sus ojos rojos ya que te encantaba ese color y él lo sabía.

Al llegar al restaurante los llevaron a su mesa, en el menú había una sección para humanos y otra para omnicos, tanto para comida como para bebidas, ordenaron y comieron cómodamente mientras Maximilien te hacia halagos cada que tenía la oportunidad. En algún momento a mitad de la cena comenzó el espectáculo de música, cantaba una omnica de ojos azules con un vestido blanco con azul que le llegaba arriba de las rodillas y en su cabeza había metal dorado que imitaba el cabello de una persona, simulando rizos con tres plumas moradas del lado izquierdo de su cabeza.
—Fue la comida de tu agrado, querida? —te preguntó el omnico de ojos rojos.
—Sí, estuvo deliciosa, me encanto el vino.
—Qué bueno que te gusto, solo lo mejor para ti —tomo tu mano y acerco su cara a ella como si le estuviera dando un beso, aunque no tenía labios gracias a tus poderes de electricidad podías sentir un tipo de tacto que solo un omnico era capaz de provocarte, ya que sus cuerpos tenían electricidad interiormente.

Antes de que pudieran continuar con su conversación, llego la omnica rubia que había cantado hace un rato.
—Hola Max —dijo caminando hacia el con un tono que, tal vez lo confundiste, pero se oía como si intentara seducirlo—. Y... —volteo a verte.
—(Tn) —dijiste cortés pero secamente.
—(Tn), por supuesto —volteo hacia Max—. Cuando tiempo sin verte —se inclinó e hizo un gesto como si le estuviera dando un beso en cada mejilla, sin embargo, cuando termino permaneció inclinada y puso su mano en el hombro de él.
—Sí Luna, hace ya bastante.

Overwatch One Shots x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora