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Alli

—¿podemos hablar un poco más sobre lo de la banda? — puse los ojos en blanco. — salimos a cenar con mi papá, no estoy discutiendo algo que nos lleve a una pelea. — susurré mientras mi papá regresaba del baño.
— así que, pensaba que una vez des a luz, penny puede venir a quedarse unas semanas conmigo ask puede darte tiempo con ese bebé y todo eso. — papá sugirió.
— eso suena genial, me alegro de que vayas a ser parte de su vida.
ashton sonreía hacia mi papá, me daba gusto ver que esos dos se llevaran tan bien.
mientras hablaban de deportes yo comía en silencio, nunca me importaron realmente esas cosas de deportes. a menos que comer fuera un deporte, entonces ese me encantaría.

un dolor agudo atravesó mi cuerpo, mi agua se deslizó de mis manos y cayó al suelo, rompiéndose. tanto mi papá como ashton vinieron a mí cuando escucharon el estruendo.
— ¿estás bien? — ashton preguntó, claramente preocupado. no asentí, negué con la cabeza cuando llegó otro dolor.

eso fue lo que hizo que descubriera que al llevar todo el día con dolores así, significaba que estaba en trabajo de parto.
— a-ash-ashton, el bebé viene ya, — sus ojos se abrieron y se detuvo, quedó congelado.
—¿cómo que ahora? — gruñí ante su pregunta.
— no en cinco años, ahora. — grité cuando los dolores se empeoraron, ashton terminó llevándome al auto con preocupación.

de vez en cuando me decía que todo iba a estar bien, no sabía a quien estaba tratando de convencer más, si a él o a mí.

probablemente a él.

+

el parto fue un verdadero infierno, quien sabía que sacar un bebé podía tomar tanta energía y lastimar tanto, pero una vez que vi a mi bebita todo estuvo bien, todo dejo de doler, eso ya no importaba. todo lo que realmente me importaba era esa hermosa bebe que sostenía en mis brazos. tenía mi nariz, lo podía asegurar pero definitivamente todo lo demás, era de su padre.

— te pareces a papá.— le dije suavemente mientras ella chupaba mi pezón y tomaba mi dedo índice con su diminuta manita como si su vida dependiera de ello.

miré a un ashton dormido y sonreí para mi misma.

yo era feliz, lo era realmente. nada podría cambiar eso. absolutamente nada. tengo al hombre más cariñoso del mundo, como siempre discutimos, pero ¿quién no lo hace? me amaba lo mejor que podía, me cuidaba tanto como podía hacerlo. tuve dos hermosas niñas en mi vida que siempre tendrán la mejor mamá. esta felicidad jamás podría desaparecer.

Professor Irwin  ➳ [español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora