9. Ya estamos dentro

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-Vale, tenemos que subir las escaleras -dijo Ed.

-Sí, no veo otro camino -respondió Pe.

Una vez arriba, se notaba un apestoso hedor a cloaca, y visualizaron varias sombras unos cuantos metros más adelante. Parecía que estaban teniendo una discusión.

-No podemos ir por ahí, nos podrían detectar fácilmente.- dijo Pe.

-Tienes razón, podríamos subir por esas escaleras y salir a la superficie.- dijo Ed.

Entonces, empezaron a subir las escaleras. Cuando llegaron arriba, Pe quitó la tapa de la alcantarilla, y todo seguido, oyó un fuerte ruido, eran cascos de caballo. Se giró, ¡Era un carruaje!

-¡Dios!-Pe cerró la tapa de la alcantarilla, perdió el equilibrio y se cayó, llevándose por el camino a Ed, que cayeron los dos, golpeándose duramente contra el suelo.

-¡La madre que...!-dijo Ed lanzando maldiciones.

-¡Había un carro con caballos del imperio! Creo que no nos van a dejar salir del país por las buenas. Ha venido hasta el rey.- dijo Pe.

-Pero ¿Cómo se han enterado?.- pregunto Ed.

-No lo se, pero tenemos que irnos de aquí.

-Sí, vamos a la posada de tu amigo.

-¡Alto!- Chilló un guardia- les habían encontrado.

El destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora