X-Men. Días del futuro pasado. (PAUSADA)

"Laura" Parte 1.

En cuánto el grupo de Logan entró en aquel barrio con el coche, se preguntaron quién sería el mutante que viviría allí. La gente no demostraba tener unos buenos recursos económicos, aquello impacientó a Charles y Hank;

- ¿Seguro que es aquí donde vive...?

- ¿Peter? Si. Había vagabundos por las calles, estas estaban descuidadas, los edificios eran muy antiguos...

James la vió, aparcó enfrente de ella, le dió satisfacción ver que estaba tal y como la recordaba.

Bajaron del coche y examinaron la zona. Una casita de ladrillo predominaba en la abandonada zona residencial de Queens por su jardin de altas hierbas. El buzón rezaba el apellido "Devlin", pero Hank y Charles no se fijaron, estaban mas atentos a la casita y ese aura de misterio que le rodeaba;

- Vamos, los animó Logan al ver que ellos no estaban muy animados en llamar a la puerta. Al ser tan impaciente, tuvo que hacerlo él. Pasaron unos segundos, oyeron ruidos, la voz de una mujer y la puerta se abrió. Lo que no se esperaron fue que les abriera una joven conocida;

Era alta y delgada, de tez pálida y grandes ojos castaños. El largo pelo castaño estaba recogido, no parecía haber envejecido, se mantenía sana y joven, lo cuál les impactó a Hank y Charles.

Era Laura.

Ella también pareció sorprenderse ya que abrió mucho los ojos. ¿Qué hacían ellos aquí? ¿Cómo la habían encontrado?. Se fijó en Charles, en sus piernas; volvía a andar.

- Laura... Murmuró Hank sin poder creerselo. Charles y él miraron a Logan buscando alguna explicación, pero este sólo les sonrió. Laura no lo aguantó más y abrazó fuertemente a Charles. Parecía sollozar, le costaba pronunciar las palabras, el joven le correspondió al abrazo;

- Charles... Charles, ¡vuelves a andar!, le miró a los ojos, los demás vieron que la chica se había emocionado. Charles también;

- Laura, ¿qué haces aquí? ¿Por qué te fuiste?, le preguntó Charles a la chica, a la que mantenía abrazandola. Esta pareció dudar un poco, rompió el abrazo y se abalanzo sobre Hank, también sollozando. Aquello confundió un poco a Charles; al parecer la chica, no tenía muchas ganas de hablar.

- Máma, ¿quienes son?. Hank y Charles vieron impresionados a una niña pequeña de apenas 5 años, que les miraba recelosa. Tenía una mirada clara, y al mismo tiempo fría. Charles creyó estar mirandolo a traves de los ojos de la niña que tanto se parecía a Laura.

Esta, se separó de Hank, algo nerviosa por la cara que habían puesto sus antiguos amigos, y se dirigió a la pequeña;

- Son unos amigos, Wanda. Entra adentro, pero la niña permaneció en su sitió, analizandolos a cada uno de los tres.

- ¿Alguno de ellos es papá?, aquello no hizo mas que confirmar las sospechas de Hank y Charles. Laura sólo suspiró, sabía que había llegado el momento, pronto tendría que llegar;

- No cielo, pasad adentro... Se dirigió a los tres hombres. Laura tenía decorada la casa a su gusto, había muebles rústicos, pero no dejaba de tener un diseño cercano a los 70. Se oían ruidos abajo, lo que les hizo pensar que aquella casa tendría un sotano;

- Es mi hijo, Peter, no le hagáis mucho caso.

¿Otro hijo? ¿Que broma era aquella?.

- Wanda, cariño, sube arriba. Vamos a hablar de cosas de mayores, ordenó Laura a su hija muy nerviosa. La niña les dió una mirada terriblemente parecida a la de él (o eso le pareció a Charles) y subió escaleras arriba. Las miradas quedaron puestas en las de la morena, pero esta miraba a otro hombre en particular; a aquel que consideraba un intruso.

Logan, al captar la mirada de su amiga, no tardó en darse en conocer;

- Yo me llamo Logan, y vengo a ayudar a Charles y a Erik. Laura notó cómo su boca se secaba rapidamente al oir ese nombre, sentía al mismo tiempo la mirada culpable de Charles encima suya;

- Encantada, yo me llamo Laura, le tendió la mano tímidamente; disculpe... Señor, pero... ¿Que tengo que ver yo en este asunto?.

- No me llame de señor, hablame de tu. ¿Podemos pasar adentro?, ella le miró no muy segura.

- Esta bien... Pasen. Les condujo a una pequeña salita, lo que pretendía ser una cocina, con su hornillo y todo, bastante humilde. La chica les hizo sentarse en las sillas situadas alrededor de una mesa;

- ¿Quereis café, té...?

- Té no estaría mal, sugirió Charles. Laura asintió y puso en marcha el hornillo y el agua en la cacerola.

- Y bien, ¿que es eso tan importante que teneis que contarme?, les preguntó Laura cruzada de brazos. En ese mismo instante, alguien entró en la cocina.